Joana Marcús es una joven pero sobre todo muy exitosa autora española, originaria de la plataforma de escritura creativa Wattpad. Pisó el suelo argentino luego de haber visitado a sus lectores en Chile y en Uruguay. Es que en Argentina cerrará su gira sudamericana: ya probó el asado uruguayo, el dulce de leche y el mate, pero quiere seguir experimentando todos los clásicos que se disputan los uruguayos y argentinos, pero ahora de este lado del Río de la Plata.
Se presentará este sábado en la Feria del Libro y la expectativa es enorme: las entradas a su evento en la sala José Hernández -la más grande del evento- y a la posterior firma de ejemplares se agotaron al minuto de publicarse.
Joana es reconocida mundialmente por ser una autora que sufrió bullying por parte de sus compañeros de escuela y sus profesores, por lo que abandonó su proceso de redacción virtual por más de dos años. Hasta que un día aprendió a dejar las opiniones negativas de lado y volvió a escribir, como así también a interactuar en las redes sociales con sus lectores, sin imaginarse el furor que lograría en España y Latinoamérica. Marcús conversó con Infobae Leamos sobre su gira, sus lectores y sus futuros proyectos.
-De Mallorca a Chile, Uruguay, Argentina, ¿cómo estás viviendo tu primera gira latinoamericana?
-Con mucha más ilusión de la que me esperaba. Llega un punto en donde has hecho tantas firmas que, no es que le pierdas el respeto, pero pierdes un poquito la emoción previa. Sin embargo, luego llegas a un sitio nuevo donde la gente aún no te conoce, por lo que te encuentras con la emoción de que hay gente que va a estar por primera vez en una firma mía, y como que todo eso lo hace más especial. Y así te apetece hacer más firmas, quedarte más tiempo, pero claro, si te quedas más tiempo no tienes vida. Está esperando la universidad, luego la Feria del Libro de Madrid, es mucho.
-¿Qué esperabas de esta parte del mundo?
-Tenía muchas ganas de tratar con la gente, ver cómo son en cada sitio, luego me doy cuenta de que todos somos iguales, pero hay sitios donde son más emocionantes.
-¿Qué podrías decir que aprendiste de tus lectores latinoamericanos en estos días?
-He aprendido a no tener tanta vergüenza de demostrar que soy fan de algo. En España no es que tengamos un problema, pero priorizamos el pudor, me cuesta mucho admitir que soy fan de algo, que me emociono, lloro, grito, canto, me hago amiga de otra persona que sea también fan. Aquí todo es diferente, no está esa vergüenza, la gente en Latinoamérica ha superado esa barrera incluso sin darse cuenta. Lo tienen tan interiorizado que ni siquiera existe la posibilidad de que eso no pueda pasar.
-¿Una tarea nueva para llevar al hogar?
-Sí, me parece muy bonito, los españoles deberíamos aprender más de eso. Tenemos tan asumido el amor de los cantantes, de los escritores, que no pensamos en el apoyo que ellos necesitan. No es que no les demos apoyo, es que es un apoyo muy distinto. En cambio aquí en Argentina está el pensamiento de que tal vez un escritor o un artista no vuelva a venir, por lo que los fans piensan que deben demostrar todo su fanatismo en ese momento. En España siempre tenemos asumido que van a volver.
-El cupo para ver tu charla en la FIL y la firma de libros se agotó en un minuto. Argentina marcó terreno, ¿verdad?
-Sí, madre mía. Recuerdo estar hace unos días en mi casa, calculando la hora por la diferencia horaria así compartía el link para las entradas en mis redes, atenta al tiempo, con unos sudores fríos, y tenía el link a mano. Pero cuando ingreso ya había problemas para ingresar, había mucho tráfico en la web incluso antes de la hora. Me sorprendió, pensé que era problema de mi conexión a internet, pero no era mi conexión, ya había como una fila de espera y en menos de un minuto se agotó. Me quedé sorprendida, incluso con miedo a no poder tener lugar en mi propia firma.
-¿Recibiste quejas en las redes por eso?
-Fue muy gracioso porque por lo general, me ha pasado con otras firmas que se han agotado muy rápido y enseguida en las redes sociales me escriben, que cómo puede ser posible, que todo seguramente estaba arreglado. Pero en Argentina no, para los fans es común y lógico que se hayan agotado tan rápido, casi no me lo cuestionaron, aunque sí me han pedido más fechas.
-Casi como si fuera la fila virtual para sacar entradas para Taylor Swift.
-Exactamente, y de hecho yo soy muy fan de Taylor. Algo similar les paso con Coldplay, ¿verdad? ¿Hizo muchas fechas aquí, cierto? Veo que hay mucho amor a los fans, pero también mucho amor a los artistas.
-Si tuvieras la posibilidad de tener a todos tus lectores juntos en un solo lugar, ¿qué les dirías?
-Creo que lloraría bastante. No podría hablar delante de tantas personas. Con algunas masas grandes vale, pero todos juntos… Serían un imperio. No podría. Sería como el Imperio Bizantino atacando, me da miedo. Imagínate que digo algo mal y se me ponen todas bravas.
-Pero estás acostumbrada a lo masivo.
-Sí, con el tiempo te acostumbras, aunque una cosa es a través de internet, luego en persona es otra cosa. No es lo mismo ver la interacción en una pantalla que en persona. En internet hay gente muy intensa, pero al haber una distancia es distinto. En persona es mucho más difícil de controlar, por lo que tiene su parte buena y su parte mala. Hay que ir dosificando a ciertas personas y eso en internet no hace falta.
-¿Cómo lidias con comentarios ofensivos o personajes virtuales muy intensos?
-Eso ya me da igual. Son muchos años navegando por internet. He llegado al punto en el que paro a pensar qué tanto me puede llegar a afectar lo que una persona al azar, que no me conoce, que yo no conozco, que nunca en mi vida voy a interactuar con, diga de mí. ¿Debería darle más prioridad a este tipo de personas o aquellas a las que sí conozco? ¿A aquellos que me siguen desde hace años? Suelo hacer ese balance, pero también pasa que tengo un mal día y me pilla algún comentario malo y me hunde un poquito, pero no es lo habitual. Lidiar con ello fue lo primero que aprendí de internet.
-¿Te costó aprenderlo?
-Creo que fue un poco a base de cachetazos. Empecé con el mundo de internet a los once años, ya pasaron doce desde ese momento, me costó dos o tres años darme cuenta de cómo funciona todo. Hubo un parón en el medio de dos años que no estuve publicando en Wattpad ni en las redes a raíz del bullying que sufrí. Pero cuando volví tiempo después a Wattpad, y vi que mis lectores me seguían esperando, me preguntaban si ellos habían tenido la culpa, si no me habían apoyado lo suficiente, ahí me entró la culpa. Hice un balance y lo aprendí a sobrellevar en persona, para luego relativizarlo en la vida virtual.
-Hace poco se publicó en Argentina Tres meses, que es el cierre de la historia de Meses a tu lado...
-Mmm no sé si es el cierre.
-La última vez que conversamos me dijiste que cabía la posibilidad de un spin off de la trilogía de Meses a tu lado…
-Bueno, cada vez hay más posibilidades. Pero no te lo dije yo, no lo sé yo.
-¿Entonces no estamos ante el cierre del universo de Jack y Jenna?
-Me gustaría estar en ese momento, de haber terminado de escribir todo y también de presentar por el mundo los libros. Pero al mismo tiempo es algo que me daría mucha lástima porque significaría que ya lo he pasado todo. Cuando sacas un libro nuevo, tu nunca sabes si todo esto va a volver a repetirse, tal vez ese libro nuevo no sea leído por nadie, tal vez no vuelvan a haber giras así, que esto que estoy viviendo sea la última vez, por lo que intento exprimir muy bien los sentimientos, disfrutarlo al máximo. Pero a la vez, siempre te guardas un as bajo la manga.
-¿Nos podés adelantar algo?
-Es un libro que sé que les gustará, que lo están esperando, llegó el punto en que conozco muy bien a mi público y sé que lo están esperando.
-¿Esto es porque a Joana le cuesta soltar o es puramente una gratificación a tus lectores?
-Yo con soltar nunca he tenido problemas, porque soy de cansarme muy rápido de los personajes. Luego me da pena porque vuelvo siempre a ellos. Soy su novia tóxica, la ex que siempre vuelve como un boomerang. Pero esto, la nueva historia futura, es más un regalo para mis lectores, un agradecimiento.
-¿Hasta que punto tenés libertad en el ámbito editorial para tus futuros proyectos?
-Les va a encantar esta respuesta. Con el sello editorial que trabajo, Montena, siempre la pregunta es de ellos hacia mí: “Joana, ¿qué quieres publicar ahora? ¿Qué quieres hacer? ¿A dónde quieres ir? ¿Cuál es tu plan de marketing ideal? ¿Qué quieres hacer para promocionar este libro?”. Me dan un nivel de libertad que no había experimentado antes. Mi editora, mi equipo de marketing, la gente de comunicación, todos confían mucho en mí. Me siento muy respaldada porque nunca había experimentado tal nivel de confianza. En el camino hay fichas que hay que cambiar de lugar, cosas que modificar, pero siempre fiel a mis ideas. Sé que si en el día de mañana quiero publicar una nueva historia que no pasó primero por Wattpad, tengo el espacio y el lugar para intentarlo.
-¿Cuál es tu próximo desafío? ¿Qué sentís que te espera a nivel escritura?
-Creo que todos los desafíos que me he planteado al momento los he llevado a cabo. Soy una persona que si me surge una idea nueva tengo que dejar los otros cinco proyectos en los cuales estoy trabajando, y ponerme a escribirla. Sin embargo, tengo algo pendiente, que no he escrito todavía, que es algo sobre fantasía medieval. Eso me hace mucha ilusión, tengo el borrador de la creación de este mundo fantástico, pero no es algo que vaya a salir a la luz pronto, seguramente el próximo año o el siguiente.
-Mirando hacia atrás, todo lo que lograste, lo que costó, el largo camino, si tuvieras la posibilidad de decirles algo a aquellos que se reían de vos o te hacían bullying, ¿qué les dirías?
-Mi psicóloga dice que tengo un problema y es que no sé ser cruel. Por lo que les diría que si sus hijos en algún momento tienen un sueño espero que ellos ni nadie se burlen de esos sueños. Ojalá no les pase lo mismo que me pasó a mi.
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