Yamila Silberman, de laica a judía ortodoxa: “Creo en un Dios realmente todopoderoso que está en cada cosa y dentro de cada uno de nosotros”

Yamila Silberman nació en 1984 en Buenos Aires. Creció en una familia judía y a sus 21 años decidió vivir según los principios de la ortodoxia. La experiencia de esa transición está relatada en ¿Muy ortodoxa? Un camino judío a una vida más feliz, libro que publicó en 2021.

—¿Qué es lo que viene después de eso y qué cambio desde que vos publicaste ese libro?

—La verdad es que fue una puerta fue una puerta a poder abrir desde nuestra experiencia lo que es el crecimiento espiritual y el compromiso y la coherencia entre lo que me está pasando adentro con lo que pienso y con lo que hago. Pudimos expandir todo eso que nos estaba atravesando nuestras decisiones hacia el mundo y con esto dimos la oportunidad también a otros a que empiecen a mirarse y pensar cómo poder crecer y tener una vida con un sentido más consciente.

—Empezaste este camino a los 21 años, ¿qué pasó con la Yamila de los 21 ahora? ¿Esto lo vas a contar también?

—Si Dios quiere, vamos a sacar un capítulo nuevo prontamente inédito, donde pasado y presente se cruzan en un mismo punto para poder conectar desde el sentido.

—Ahora te hago esta pregunta a Yamila hoy: desde los 21 hasta la edad que tenés ahora, ¿qué es lo que ves en vos que cambió? ¿Cómo te ves hoy en perspectiva?

—Más grande, pero además, más responsable con mis decisiones, más en paz con mi pasado habiendo podido resolver internamente aquella faltas que por ahí percibía a lo largo de mi vida y pudiendo valorar todos los sí y todo lo que sí hubo e incluso pudiendo agradecer por esas faltas porque son ellas también las que me llevan a ser quien soy.

—¿Cuánto influyó la religión en ese camino en lo que sos hoy?

—Fue el punto de inflexión, fue el encontrar el sentido a todo eso que fue para validar la que soy; fue el entender que cada cosa es como tiene que ser y que no existe el tan conocido a veces “esto no tendría que haber pasado”. Porque sería contrario a la fe pensar de que algo salió mal, ¿qué pasó? ¿Dios se escondió, cerró los ojos y se equivocó? Entonces como yo creo en un Dios realmente todopoderoso que está en cada cosa que existe e incluso dentro de cada uno de nosotros, donde se vincula con cada uno de nosotros y con la existencia desde el amor en abundancia, no hay nada que pueda ser malo en esencia y todo fue como tenía que ser; incluso si me causó dolor, ese dolor también me lleva a ser quien soy.

—Estamos hablando del libro que está lo pueden encontrar desde en BajaLibros.com ¿Muy ortodoxa?, que escribió Yamila. Pero no solamente escribiste el libro, sino que también tenés una cuenta de Instagram con muchos seguidores muchas chicas jóvenes te siguen. ¿Qué crees que es lo que que buscan en lo que vos decís, en el mensaje que das?

—El poder vivir una vida con sentido, vivir una vida con sentido es posible con un sentido consciente porque el sentido lo tiene siempre, lo que pasa que a veces nos olvidamos. Justo conversaba con una chica y le digo: vos pensás que no elegís, que el mundo decide por vos, pero en realidad estamos eligiendo todo el tiempo. Lo que las invito es a eso, a poder elegir conscientemente el lugar en el que están

—¿Qué le dirías a una chica que se te acerca y que está en el mismo punto que vos estabas a los 21 años y no sabe qué hacer, y está en la duda y está en ese mismo camino?

—Primero que abrace la que es, no podemos crecer desde la falta, crecemos desde la abundancia, desde el amor desde la aceptación. Entonces primero me acepto con todo lo que soy, desde lo lindo lo que me gusta más hasta lo que me gusta menos y que se invite a verse como Dios la ve todos los días y a cada minuto cuando elige crearla para la vida desde ahí desde la abundancia y es el amor de seguro que la respuesta se encuentran en su interior.

—Justamente en la entrevista que hicimos en la edición anterior de la Feria del Libro yo te preguntaba cuáles eran las claves como para poder crecer o para entender, sin pertenecer a la comunidad judía, como para seguir en este camino del crecimiento, y vos me decías una que era amar al prójimo como a ti mismo. ¿Cómo se hace para amar al prójimo en un siglo donde el rencor reina, donde la disparidad, la grieta nos separa?

—Yo creo que si pudiéramos entender que el otro no es un otro sino que incluso es una extensión mía, que cuando te miro al espejo a vos te crea el mismo creador que me crea a mí, que somos parte de un mismo cuerpo generacional donde cada uno ocupa su lugar y todos nos necesitamos a todos desde el amor, con la aceptación y el amor podemos llegar mucho más lejos. Igual creo que hay un trasfondo muy grande; si vos no sabes amarte, es muy difícil que puedas realmente amar sanamente, entonces es como ese doble trabajo hacia el afuera, pero también hacia adentro.

—¿Cómo definirías este camino de lecciones y cómo definirías el libro?

—Creo que lo definiría con 12 frases, una es “animate a ser vos”. Porque Dios te elige como sos y de hecho, espera para que vos seas vos.

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