Sin lugar a dudas, la serie “Okupas”, dirigida por Bruno Stagnaro, fue una de las más exitosas de la primera década del 2000 en nuestro país. Con solo una temporada de once capítulos, este drama protagonizado por Rodrigo de la Serna revolucionó en su momento la televisión local ya que mostraba una manera de hacer ficción y de contar historias que no era común en ese entonces. Ahora, su remasterización de 2021 por parte de Netflix la acercó a toda una nueva generación de espectadores y demostró su vigencia.
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Uno de los personajes más queridos, que quedó en el imaginario de sus espectadores, fue el interpretado por Dante Mastropierro, que encarnó al recordado antagonista por excelencia de la serie. El actor acaba de publicar su libro autobiográfico, Las memorias del Negro Pablo, donde hace un repaso por su dura infancia: su mudanza de Dock Sud a Los Álamos a causa de las constantes inundaciones, su sorpresa ante los chicos que iban “con gomera, con arco y flecha, con lo que sea”, y su paso a la adolescencia. El libro fue editado por Aguilar.
El autor fue entrevistado por Fernando Pagano durante su visita al stand de Leamos. Allí, Mastropierro contó cómo fue su dura infancia: “Uno no elige la infancia tuvo, no es cierto. Nací en La Boca, después nos mudamos a Dock Sud y terminamos en Quilmes, en el Barrio Los Álamos, fue algo nuevo para mi ya que era un barrio donde lo atravesaba un arroyo, la gente se dedicaba cazar liebres y perdices y si vos venís la ciudad y llegás a un lugar así, era muy loco. Además, era hijo de padres separados. Pasé cosas buenas y malas pero no me pongo en víctima. De todos modos, le digo a veces a mis hijos que gracias a Dios ustedes no saben lo que es cocinar en un calentador a querosén o hacer un brasero para cocinar para que dure la garrafa, porque a fin de mes mi mamá no llegaba a comprar otra”
Con respecto a cómo terminó actuando en “Okupas”, Mastropierro contó: “Cuando fui a hacer el casting no tenía ni idea donde me metía, era otro mundo para mí. Yo fui a buscar la moneda para comer a mi familia. Era una oportunidad de un trabajo y como me gustaba actuar y a la gente le gustó lo que estaba haciendo, no caía en que lo que hice le gustó a la gente. El villano más querido de la televisión argentina de los últimos años”.
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