A 50 años del golpe de Pinochet, Santiago de Chile muestra sus distintas caras en la Feria del Libro de Buenos Aires

La ciudad es la Invitada de Honor en esta edición 2023. Exponen el estallido, el viejo Santiago, la periferia. Entre sus figuras están Raúl Zurita, Diamela Eltit, Alberto Fuguet, Alejandra Costamagna y Nona Fernández.

El stand de Santiago de Chile en la Feria del Libro de Buenos Aires. (Gustavo Gavotti)

La región metropolitana de Santiago de Chile es la invitada de honor a la Feria del Libro de Buenos Aires. Y nuestros vecinos trasandinos se vienen con todo. Casi cien artistas componen una delegación de poetas, narradores, cantantes, músicos, editores y más. Entre los escritores, Nona Fernández, Diamela Eltit y Raúl Zurita, los imperdibles.

Con el objetivo de proporcionar un contenido cultural “especial, rico y distintivo”, según dicen en el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile, y ayudar al inicio o fortalecimiento de relaciones comerciales entre ambas industrias del libro, la delegación chilena ha organizado varios ejes temáticos para su visita. Entre ellos, el cincuentenario del golpe de Estado en Chile de 1973 y el estallido social del 18 de octubre del 2019 son los fundamentales.

Otros temas se suman a la agenda prevista desde el Ministerio de las Culturas de Chile: el Santiago del estallido; Santiago, memoria y derechos humanos; el Santiago periférico, la convergencia entre la periferia y el centro y las clases sociales que habitan cada cual; y el Santiago que se fue, de comienzos del siglo XX, que traerá el relato y análisis del paisaje de las casonas coloniales, la vida bohemia y las quintas de recreo.

“Yo pisaré las calles nuevamente…”, cantaba el poeta, y este despliegue es un modo de abrazar otra vez o acercarse a conocer una ciudad tan cercana como diferente a nuestra Buenos Aires, con mucho en común y mucho más para aprender y atesorar.

El programa de los chilenos sigue: la modernización de Santiago, la naturaleza sísmica y social de la ciudad que obliga a una continua transición; el Santiago disidente, la ciudad como testigo y lienzo de las acciones artísticas- performáticas, icónicas y reconocidas internacionalmente; y el Santiago desde otros territorios, las miradas disímiles provenientes de otras regiones del país organizarán también la nutrida agenda de intercambios, charlas, encuentros y conversaciones.

Porque Santiago de Chile es una ciudad donde los barrios (las comunas) están socialmente marcados: Las Condes es un barrio bien “pituco”, mientras que La Pintana y Cerro Navia son comunas claramente pobres. Por otra parte, la contención antisísmica de su arquitectura se suma a las marcas que los terremotos sociales han dejado en sus calles: el impacto de las balas sobre las paredes de La Moneda y alguna huella urbana del estadillo de 2019 que aún persisten: Santiago vibra desde su historia y cuenta, narra, poetiza e invita a pensar.

Ejes que organizan

La nómina de escritores invitados está encabezada por Raúl Zurita, Diamela Eltit, Nona Fernández, la poeta Elvira Hernández, Alejandra Costamagna, Paloma Valdivia, Carola Martínez, Alberto Fuguet, Ivonne Coñuecar, Mario Verdugo, Verónica Zondek, y otras y otros. La lista completa ronda los 60 escritores y la comitiva chilena tiene cerca de 100 personas y algunos protagonistas clave que funcionan como organizadores temáticos.

Los encargados del eje El Santiago que se fue son la escritora Pía Barros, cuyo nombre se vincula a la literatura feminista y obras de connotación erótica y social, y el cronista Miguel Laborde, fundador de la filial chilena del Instituto Internacional de Geopoética.

La modernización de Santiago incluye nombres como la narradora, ensayista y docente, Andrea Jeftanovic, quien además es miembro del colectivo feminista Autoras Chilenas (Auch+), y Alberto Fuguet, periodista, escritor y cineasta.

Elvira Hernández, una de las voces femeninas más singulares de la poesía contemporánea latinoamericana y ganadora de premios como el Premio Nacional de Poesía Jorge Teillier y el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, está incluida en el eje Santiago Champurria, junto a Claudio Alvarado Lincopi, historiador mapuche e investigador de Centro de Estudios Interculturales e Indígenas (CIIR), que ha trabajo en equipos transdiciplinarios para reflexionar sobre racismo y ciudad.

El eje Santiago del estallido tendrá diversidad de voces, con la participación de Carlos Peña, abogado, profesor y columnista del diario El Mercurio, y la sicóloga y académica Kathya Araujo, especializada en asimetrías de poder.

El periodista, guionista y escritor Juan Pablo Toro, seleccionado como uno de los 100 líderes jóvenes de Chile 2011 por la revista Sábado de El Mercurio, formará parte del eje Santiago periférico. Francisca Márquez, antropóloga y socióloga que se dedica a investigar las identidades y los imaginarios urbanos entre los habitantes de ciudades de Chile y América Latina también departirá dentro de esta temática.

Diamela Eltit. (EFE/ Francisco Guasco)

Respecto a Santiago, memoria y derechos humanos, se destacan las participantes de Raúl Zurita, Premio Nacional de Literatura y Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, y Nona Fernández, escritora, actriz, dramaturga, guionista y ganadora del Premio Mejores Obras Literarias Publicadas.

Pablo Simonetti, escritor, activista, cofundador y director de la Fundación Iguales y del centro de estudios Espacio Público, y Óscar Contardo, escritor y periodista que ha escrito en Artes y Letras de El Mercurio, la revista Sábado y Gatopardo, y que actualmente es columnista de La Tercera, serán invitados clave en el eje Santiago disidente.

Santiago desde otros territorios será representado entre otros nombres, por el Premio Nacional de Literatura, escritor y poeta mapuche Elicura Chihuailaf, quien es considerado uno de los más connotados poetas del Chile actual. En este eje también asistirá Rosabetty Muñoz, poeta y profesora de Chiloé, quien ha recibido premios como Altazor, el Premio Mejores Obras Literarias, categoría inédita y el Manuel Montt de la Universidad de Chile.

El pabellón chileno, diseñado por Rodrigo Sepúlveda y Emilio Marín (realizadores del stand de Chile en la bienal de Venecia) da una narrativa arquitectónica al espacio. El espacio tiene una pequeña pendiente -desde oriente a poniente, como Santiago- y da cuenta de los cerros, la cordillera y el valle, elementos naturales de la vida cotidiana santiaguina. Ilustraciones, cartografías y un plano de su damero fundacional suman espesor geográfico al espacio de exposición, libros y encuentro con escritores.

Y traen regalos

Para amantes de la ciudad de Buenos Aires, escritores en ciernes o audaces escribas que se animen al microrelato, la Fundación Plagio (una organización cultural orientada a la generación de experiencias transformadoras en torno a la creatividad) invita a participar del concurso Buenos Aires en 100 Palabras.

La propuesta es escribir en cien palabras (ni una más, ni una menos) acerca de la vida en la capital argentina o sobre algún recóndito y sensible lugar de la ciudad. La organización de este concurso –con jurado y tentadores premios – es el regalo de los chilenos, que adaptaron el concurso Santiago en 100 palabras, que se realiza desde hace 22 años en Santiago de Chile, al formato local. El jurado de Buenos Aires en 100 Palabras estará compuesto por Claudia Piñeiro, Fabián Casas y la autora chilena Carmen García Palma. El premio será de 1.000 dólares para la categoría general, 500 dólares para el premio al talento joven (para menores de 18 años) y diplomas para tres menciones honrosas.

Santiago en 100 palabras ha convocado más de un millón de cuentos originales y se ha expandido a otras cinco regiones de Chile y a cinco ciudades del mundo, entre las que se encuentran Bogotá, Medellín y Budapest. Buenos Aires en 100 palabras proyecta un vínculo ciudadano y participativo entre Buenos Aires y Santiago, ciudad invitada de honor.

Y el 6 de mayo, durante todo el día, los artistas Patricio Albornoz e Isol pintarán el mural en conmemoración del 50 aniversario del Golpe de Estado en Chile y 40 años de democracia en Argentina en el Ecoparque -del ex Jardín Zoológico de Buenos Aires. Se trata de una propuesta para cultivar la memoria histórica compartida, promover la reflexión y aprendizaje sobre el pasado y fomentar el diálogo y la discusión política e histórica.

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