La psicóloga Sonia Almada, especialista en violencia infantil, dialogó con Belén Marinone en el espacio de Leamos-Bajalibros de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires sobre sus obras La niña del campanario y La niña deshilachada.
“La diferencia entre los dos es que uno es de no ficción, que fue una investigación realizada dos años y medio, y si bien La niña deshilachada también está basado en un caso real, es una ficción. Uno es para un público infanto-juvenil y el otro es para adultos. El diálogo que encuentro entre ellos es la violencia contra los niños. En los dos casos se trata de violencia sexual”, sostuvo la también directora de la asociación civil Aralma.
“La violencia contra los niños está totalmente invisibilizada por más que ahora y después del caso Lucio y otros casos que se han mediatizado de violencia sexual y corrupción de menores se está hablando en los medios. Mi búsqueda en la primera obra era poder empezar a poner algo de verdad en relación a este tema, lo que pasa con los niños desde la historia de la humanidad hasta hoy, y en el segundo acercar una herramienta directamente para los niños y obviamente para sus educadores, para que puedan develar que están pasando ese horror como es el abuso sexual y para que se pueda prevenir”, comentó con respecto al objetivo de los libros.
“La palabra de los niños y las niñas está devaluada, nunca se les creyó. Siempre se los piensa como sujetos menores, como una categoría menor. Rita Segato dice, en relación a las mujeres, que se trata de una minoritización, y yo lo extiendo un poco hacia la infancia. Me parece que los niños y niñas no tienen un lugar de valor, su palabra no es valorada y tampoco se los dejó opinar mucho acerca de su propia vida. Son muy pocas las personas adultas que los escuchan y tienen para contar grandes verdades”, agrega.
Además, reflexionó cómo se impone el “falso síndrome de alienación parental” para invalidar la voz de los adultos que creen en su palabra; cuáles son los síntomas o comportamientos que los menores tienen para expresar que están siendo víctimas de algún tipo de abuso y, entre otro temas, sobre el proyecto de Derecho al tiempo, presentado en el congreso nacional, que tiene tres ejes fundamentales: “que no prescriban los crímenes de violencia sexual”, “el cambio de denominación de abuso sexual infantil por el de sujetos de violencia sexual” y “crear una Comisión de la verdad para poder investigar todos estos crímenes que se han realizado en Argentina”.
Seguir leyendo