La chica -15, 16 años- levanta el teléfono y apunta a esa cara conocida. Pero también se ríe y le pregunta a su amiga: ¿Quién es Larreta?
De atrás, una mujer les sopla: “Es el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires...” Y, mirando directamente a Horacio Rodríguez Larreta, que está a 50 centímetros, rodeado de gente, la mujer dice: “Y va a ser el próximo presidente”.
-Para eso hay que ayudar- contesta Larreta, que un poco sonríe y un poco tiene cara de cansado.
Este domingo, a eso de las 16:15 el Jefe de Gobierno de la Ciudad -y una de las espadas del PRO- llegó a la Feria del Libro. “Es una visita espontánea, vino con la familia”, decían sus voceros, aunque lo acompañaban el ministro de Cultura, Enrique Avogadro -convocado de urgencia, según él mismo contó-, y un fotógrafo oficial. También estaban con él su pareja, Milagros Maylin, que llevaba de la mano a una sobrina de unos dos años. Y también María Cristina Díaz Alberdi, la madre del político. A unos pasos los seguía, Javier Martínez, Director del Programa de Desarrollo Editorial de la Ciudad de Buenos Aires.
Esta noche va a estar mucho en Instagram Horacio Rodríguez Larreta porque no lograba dar un paso sin que le pidan una selfie, “una foto con mi nena”, “una fotito con nosotros dos” y hasta una tarjeta para ofrecerse a trabajar para el gobierno: “Somos profesionales de Educación, tenemos un proyecto”.
Rodríguez Larreta ha entrado por el pabellón amarillo, donde el stand de la Ciudad y enseguida se fue a Manolito Books, donde compró una caja con el libro El cuerpo humano, de Matteo Gaule, que viene también con un rompecabezas.
Luego fue andar, despacio, dejándose saludar.
“Con ese escudo no”, le dice a un hombre que le pedía una foto y llevaba una insignia... de Boca. Por toda explicación, el Jefe de Gobierno abre su teléfono y muestra el escudo de Racing. “Con lo que nos hicieron anoche”, dijo Larreta. Aludía, claro, al 3 a 1 con que el xeneixe derrotó a los de Avellaneda.
Vuelta a un pasillo y -guiada por Enrique Avogadro- la breve comitiva se mete en el stand de Penguin Random House, una de las editoriales más grandes del país y del mundo y donde hay de todo.
Caen delante de unos libros de autoayuda, que Rodríguez Larreta mira al pasar. “Busca No ficción, Historia”, soplan en el entorno. Pero no es por acá. Un giro y desde un estante un retrato mira al Jefe de Gobierno: es María Eugenia Vidal, su ex vicejefa ¿y futura candidata el primer lugar en la Ciudad? Larreta lo roza pero sigue. Fotos, fotos, fotos, fotos, fotos.
Una señora trata de decirle que cambiaron los juegos en su plaza y quedaron chicos para su hija, que tiene 11 pero ha crecido mucho, pero terminan hablando de qué lindo son los juegos nuevos. Larreta conoce la plaza -la Vicente López, en Montevideo al 1300-.
Un paso más y están los libros de uno de los best sellers de esta Feria: Santiago Posteguillo. Su libro, Roma soy yo, trata de “la verdadera historia” de Julio César. Es decir, del poder. Larreta lo mira, pasa las páginas: no es momento para ponerse a leer.
Delante de él, un hombre pide el precio de ese libro. Sale casi 12.000 pesos. “Están muy caros los libros, la inflación...” dice Rodríguez Larreta.
Avogadro tiene otra idea: Borges, es el aniversario -100 años- de Fervor de Buenos Aires, el primer libro del mayor autor argentino. “Acá, Horacio”, le dice, le pone un ejemplar de Fervor en la mano y otra vez fotos.
Avogadro se entusiasma, prende el celular y hacen un videito para Instagram, como ya hicieron cuando fueron a ver a Bizarrap. Elogiando, ahora, la Feria del Libro.
El presidenciable acepta todas las fotos y abraza a todos los que lo piden. “Basta de fotos a Horacio”, dice en media lengua la sobrinita de Milagros Maylin.
Pero al hombre le falta un rato. Feria del Libro de Buenos Aires, una de las tribunas políticas del país. ¿Evaluación? Le fue muy bien.
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