Luis Carlos Bermeo Gamboa es un periodista caleño, radicado en Yumbo, una ciudad industrial cerca a la capital vallecaucana. Gamboa está casado hace 10 años y tiene dos hijas, cuyos nombres, según él, siempre le brindan un aire de fortaleza: Valentina y Victoria. Las niñas, que además de estar casi siempre pegadas a su papá, han desarrollado un gran gusto por las artes y la literatura y son lectoras ávidas.
Luis Carlos se considera un diletante de la literatura, ha firmado cuatro libros con el nombre de L. C. Bermeo Gamboa; al principio sus lectores interpretaban las siglas como una referencia a “licenciado”, pero, poco a poco Bermeo se fue convirtiendo simplemente en “Elece”, más fácil de recordar y menos pretencioso.
Con ese nombre se estrenó como un poeta que se lamenta en su “Tesis sobre el fracaso”; luego, incursionó en el ensayo y ahora, el periodista, que escribe en el suplemento cultural Gaceta, del diario El país de Cali, llega con una nueva propuesta a la Feria Internacional del Libro de Bogotá, su “Libro de las digresiones”, una selección de ensayos sobre literatura, música y divulgación.
— Periodista y escritor, ¿qué otra vocación ocupa?
— Tendría que preguntar a mis hijas si merezco llamarme padre, es algo que no acabo de dominar del todo, aunque no me falta voluntad, espero ganar una mención de honor por buena actitud, a pesar de los errores. No sé si para la paternidad es necesario tener vocación, no me refiero a la paternidad que se justifica en los genes, sino en la presencia y la guía amorosa, algo que ciertamente es un arte delicado.
— ¿Por qué decide escribir y cuándo entiende que quiere dedicarse a la escritura?
— Decido escribir porque no quise ser comerciante, porque no soy un emprendedor que desea conquistar el mundo, sino solo contemplarlo, apreciarlo y tratar de conservar en palabras, un medio bastante frágil, ahora que lo pienso, algo de todo lo que está condenado a desaparecer.
— ¿Por qué poesía y cuento?
— Los poemas me ayudan a contemplar el mundo, creo que es el lenguaje que usamos para hablar de lo valioso, y con eso me refiero a pequeñeces desapercibidas que son joyas cotidianas, como cuando hace unos cuatro años vi a un abuelo llevando a su nieta a la escuela en una bicicleta y sobre esto me pregunto: ¿Cómo están actualmente los índices de abuelos con bicicletas en el mundo?, ¿Alguna universidad está estudiando por qué ya no los volvimos a ver?
Sobre los cuentos solo puedo decir que he escrito muy pocos, y que la mayoría de las veces empiezo a contar algo y termino yéndome por las ramas, hasta que me encuentro un ensayo o un poema.
— ¿Cómo se llama su más reciente novedad editorial?, ¿de qué va?
— Se llama el ‘Libro de las digresiones’, un volumen de ensayos misceláneos donde hablo de literatura, música, periodismo y ciencia, pero de una forma ligera, como en una conversación, y desviándome de los temas centrales para comentar minucias y curiosidades, por lo que empleo múltiples digresiones, un recurso literario que siempre me ha fascinado.
— ¿Qué significa Cali para usted y qué representa para usted el que esta ciudad sea la invitada de honor durante esta trigésimo quinta edición de la FILBo?
— Cali es mi hogar, pero, al mismo tiempo, es el lugar del que me gusta estar alejado, por eso vivo en un pueblo vecino, para mí es una distancia crítica que me permite valorar la cultura caleña, alimentarme de ella, vivirla y ser parte, pero sin dejarme llevar por chovinismos, y apreciando también otras expresiones quizá menos llamativas, pero igualmente valiosas que se hacen en diferentes ciudades. Creo que en ese sentido soy muy caicediano.
Que Cali sea invitada de honor a la FILBO, me parece un importante reconocimiento a una cultura que posee una importante tradición literaria que por muchos años parecía haberse quedado en un par de nombres legendarios, pero que actualmente se ha ampliado a una multiplicidad de autores, que tiene entre los más destacados a mujeres, algo que considero un fenómeno de justicia poética, porque una particularidad de la literatura caleña es que sus protagonistas son mujeres.
— ¿Estará presente en la FILBo, 2023, cuándo, dónde y a qué hora?
— Sí, lo presentaré el miércoles 26 de abril, a las 6:00 p.m. en Stand 116 Cali es Cultura Popular, del Pabellón Colombia de la FILBo (Segundo piso Corferias). Allí hablaré sobre el arte de irse por las ramas, con el periodista y escritor Juan Camilo Rincón.
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