Buenos Aires parece haberse vestido para la ocasión. Sumergida en un misterioso humo blanco, la ciudad parece celebrar una noticia que hace años esperaba su confirmación después de repetidos amagues e idas y vueltas: Netflix anunció la adaptación audiovisual de El Eternauta, la célebre historieta de ciencia ficción publicada entre 1957 y 1959, y el protagonista -dato no menor- será nada más ni nada menos que Ricardo Darín.
“Es un proyecto enorme y muy complejo, es una versión aggiornada que pretende tener un alcance más allá de las fronteras de nuestro país. Está basada en el cómic real, pero hay una nueva versión y estamos todos muy entusiasmados y movilizados”, aseguró el actor de Relatos salvajes y Argentina, 1985 en una entrevista en CNN Primera Mañana.
Y, después de deslizar que, además de la primera temporada que ya está en tratativas, podría llegar a haber una segunda, Darín agregó: “Es un trabajo muy arduo, me estoy preparando porque es de una gran exigencia mental y física. Será algo que no pasará desapercibido”.
Creada por el guionista Héctor Germán Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López, El Eternauta se centra en una invasión misteriosa que luego se develará extraterrestre. Surge a partir de una tormenta de nieve tóxica que acaba con la mayor parte de la población, así como en la resistencia de sobrevivientes en Buenos Aires. El protagonista, Juan Salvo (que encarnará Darín), es el que le narra los acontecimientos al propio Oesterheld, que se vuelve un personaje en un ejercicio de metaficción.
Juan Salvo, de padre a héroe
Todo arranca en la casa del protagonista, Juan Salvo, donde vive con su esposa Elena y su hija Martita. Ahí llegan sus amigos Favalli, Lucas y Polsky. Los cuatro hombres están jugando al truco cuando escuchan en la radio una extraña noticia: hubo una explosión en el océano Pacífico. Justo después, de repente se corta la luz.
En la calle reina el silencio. Cuando se asoman por la ventana, ven un verdadero desastre: cadáveres, autos chocados y una especie de nieve luminiscente que lo cubre todo. Entonces ven cómo los vecinos salen a la calle y mueren ni bien tocan esa nieve.
Desesperado por saber cómo estaba tu familia, Polsky sale a la calle pero muere enseguida. Ahí es que Favalli, un erudito e ingenioso profesor de Física, crea un traje aislante para protegerse de la nieve mortífera. Así, Juan Salvo queda encargado de salir al mundo, conseguir alimentos y suministros para sobrevivir en la casa y ver qué es lo que realmente está pasando.
El día que Buenos Aires se cubrió de nieve (tóxica)
“Esto significa que la nevada mortal caerá sobre la Tierra en 1963… que, dentro de cuatro años, los Ellos descargarán sobre nosotros su espantosa invasión... ¿Qué hacer? ¿Qué hacer para evitar tanto horror?”, se pregunta el personaje de Oesterheld hacia el final de El Eternauta después de escuchar el relato de Juan Salvo.
Los extraños invasores extraterrestres tienen todo un abanico de armas futuristas para llevar a cabo la conquista de la Tierra. La primera que aparece, y que da comienzo a los acontecimientos, es la ya célebre nevada fosforescente. Esta es la primera maquinaria de guerra que aparece en toda la historia de la invasión. Mata a cualquier ser vivo, desde seres humanos hasta bacterias, por contacto directo, lo que la convierte en una de sus armas más eficaces.
Pero, con su tecnología de avanzada, los invasores también tienen lanzarrayos (aparatos que lanzan una descarga eléctrica capaz de carbonizar cualquier máquina de guerra o ser vivo), aparatos productores de alucinaciones (objetos esféricos con forma de nube que usan la angustia de la resistencia para generar imágenes que les de miedo) y cosmoesferas (naves que pueden utilizar lanzarrayos y rayos paralizantes, así como viajar en el tiempo al igual que el Eternauta).
Historia de un proyecto fallido
La tan esperada adaptación de El Eternauta está siendo realizada por Bruno Stagnaro, director de películas y series como Pizza, Birra Faso, Okupas y Un Gallo para Esculapio. La serie será producida por Netflix y K&S de Hugo Sigman y Oscar Kramer, con quienes Darín ya trabajó en Relatos salvajes, La cordillera y La odisea de los giles.
Pero esta no es la primera vez que se intenta adaptar esta historieta, aunque sin éxito debido a los altísimos costos que una producción semejante acarrearía. Ya a fines de los 60, pasada una década de la publicación original, el estudio argentino Gil & Bertolini, que producía comerciales para televisión, quiso adaptar El Eternauta a la pantalla chica con el fin de ocupar el tiempo libre de los animadores del estudio en un trabajo que proporcionase satisfacción al equipo. Pero, claro, el proyecto quedó trunco por dificultades financieras.
Durante mucho tiempo, además, se barajó la posibilidad de realizar una película sobre El Eternauta y se habló de algunos directores interesados que podrían llegar a encabezar el proyecto: Adolfo Aristarain, Fernando Solanas o Gustavo Mosquera (quien, más adelante, hizo una película sobre la vida de Oesterheld), pero, como en el caso anterior, los excesivos costos resultaron prohibitivos y la producción quedó en la nada.
Por último, más acá en el tiempo, la reconocida directora argentina Lucrecia Martel (Zama, La ciénaga, La mujer sin cabeza) confirmó que había aceptado el ofrecimiento de dirigir la película de El Eternauta y que estaba trabajando en la realización del guión, pero a fines de 2009 anunció su alejamiento del proyecto, esta vez no por cuestiones económicas sino por conflictos con la familia Oesterheld.
La censura a la versión alternativa
Habían pasado ya diez años del final de El Eternauta cuando, en 1969, Oesterheld creó junto al gran dibujante uruguayo Alberto Breccia una nueva versión de la primera historieta, publicada en la revista Gente, en la que hubo dos diferencias fundamentales.
Por un lado, llevaron a cabo un cambio de estética mucho más ligada a las artes plásticas, más experimental, con varias técnicas novedosas que ya no solo dependían del dibujo. Pero, además, esta segunda versión de la historia acentuaba el carácter político. Las grandes potencias, que en la primera historia no logran derrotar al invasor extraterrestre, aparecen bajo otra óptica: se plantea que estas habrían traicionado a América del Sur para salvarse a sí mismas.
Pero esta segunda versión no fue bien recibida por la dirección de la revista ni por la dictadura de Juan Carlos Onganía, por lo que debió darse por terminada antes de tiempo.
Desaparición, tortura y muerte
La obra de Oesterheld siempre estuvo marcada por su compromiso político y tuvo, desde sus primeras producciones, enemigos claros: el capitalismo, el imperialismo y el colonialismo. En la década del 70, el autor se unió a Montoneros y es alrededor de esa época surge El Eternauta II, que terminó en la clandestinidad.
La dictadura lo secuestró el 27 de abril de 1977 en La Plata. Para ese entonces sus cuatro hijas ya habían sido desaparecidas y asesinadas, dos de ellas embarazadas. Se cree que el autor fue asesinado al año siguiente, pero no se conocen a ciencia cierta las circunstancias ni la fecha precisa de su muerte, ya que su cuerpo nunca fue encontrado.
En honor a su enorme talento, el 4 de septiembre (día en el que se publicó la primera parte de El Eternauta en la revista Hora Cero) se celebra el Día de la Historieta Argentina.
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