Es el año de 1927 y Shanghái vive una de sus etapas más convulsas. Los nacionalistas entran de a poco, buscando el poder, y el liderazgo por parte de los gánsteres está a punto de extinguirse.
En ese contexto aparece Juliette, quien tras sacrificar su relación con Roma, se vuelca de lleno en una misión. Cualquier movimiento en falso es riesgoso. Roma, a quien ha decidido proteger de una disputa de sangre, corre peligro igualmente a causa de la Pandilla Escarlata. La única forma de ayudarle es conseguir que él la quiera muerta y, para ello, Juliette hará algo terrible: culparse a sí misma de haber asesinado a sangre fría al mejor amigo de Roma.
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Si Juliette fuera realmente culpable de este crimen, que ahora Roma cree que cometió, el rechazo sería menos doloroso, pero la realidad es otra y la joven debe cargar con el peso.
Mientras intenta lidiar con todo aquello, un nuevo peligro surge en la ciudad. Más allá de estar separados, Juliette hará lo posible por proteger a Roma y volver a tenerlo cerca. Juntos deben estar si quieren acabar con la amenaza de una vez por todas.
Este es el segundo título de la bilogía que inició con “Placeres violentos”, el libro que impulsó a la escritora neozelandesa Chloe Gong, hoy radicada en Nueva York.
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Nacida en China el 16 de diciembre de 1998, Gong emigró a Nueva Zelanda con tan solo 2 años de edad. Creció allí, educada a la manera china, teniendo siempre presentes sus raíces. De mayor realizó una doble titulación en Filología Inglesa y Relaciones Internacionales al interior de la Universidad de Pensilvania.
Antes, sin embargo, tuvo un acercamiento significativo con la literatura, a través de las novelas juveniles. Con 13 años, habiendo leído ya una cantidad considerable de libros que se inscribían en esta categoría, se aventuró a escribir. Producto de ese ejercicio surgió la que se convertiría después en su primera novela publicada.
El ejercicio de “Placeres violentos” correspondía a una suerte de ‘remake’ de “Romeo y Julieta”, la famosa obra de William Shakespeare. Al debutar, la historia se le presentó a los lectores, en relación con este segundo libro, con un año de anterioridad. Es decir, la trama se situaba en 1926 y no en 1927.
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El puerto de Shanghái está siendo dominado por la mafia. La guerra inacabable entre dos facciones inunda de sangre los cauces del río Huangpu, a cada día que pasa. Juliette, quien pertenece a la Facción Escarlata, recién ha regresado del extranjero y está dispuesta a tomar posesión de su legado, pero un fortuito encuentro con Roma Montagov, heredero de los Flores Blancas, los acérrimos rivales de su padre y de su abuelo, ha venido a trastocarlo todo.
Ese fue, pues, el origen de esta bilogía que llega a Latinoamérica traducida al español y publicada por la editorial Océano Travesía, en la que la pasión y la traición sostienen las acciones de cada uno de estos personajes.
Tanto en la primera como en la segunda novela, Juliette y Roma habrán de liderar a sus bandas en una cruzada arriesgada en la búsqueda de la paz, pero el desenlace, imposible de entrever, dejará poco para gobernar.
Al interior de las páginas de “Finales violentos”, la autora acoge al lector con una prosa sencilla y clara, y una historia en la que la acción y el romance se viven de manera intensa.
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