Martín Caparrós, el escritor argentino recientemente galardonado con el Premio Ortega y Gasset de Periodismo, criticó al presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, y catalogó a sus últimas decisiones (como la retirada de la nacionalidad a muchos de sus compatriotas) como “los últimos zarpazos del ahogado” y “los últimos intentos de gente que sabe que se va hundir”.
En una entrevista con EFE, el autor de libros como El hambre, Lacrónica, Argentinismos y Amor y anarquía analizó la situación de Latinoamérica, y repasó los principales mitos sobre ésta que recoge en su libro Ñamérica, publicado en 2021. Según Caparrós, nacido en Buenos Aires en 1975, el Ejecutivo de Ortega está dando “los últimos zarpazos de ahogado”, frente a la Venezuela gobernada por Nicolás Maduro, que esta haciendo lo contrario, “tratar de abrirse un poco para, justamente, sobrevivir”.
“Si (en Venezuela) tienen algún tipo de supervivencia consiste justamente en no encerrarse y aislarse, sino en abrirse un poco más a la región y a Estados Unidos. El problema es que la situación económica venezolana es catastrófica, se cargaron la industria del petróleo, cosa muy difícil de destruir, ya que consiste en sacar líquido negro y venderlo, no tiene grandes secretos”, argumentó el periodista argentino.
Sobre Cuba, Caparrós cree que el Gobierno actual ya no es significativo al haber perdido todo “el poder simbólico” que tuvo hace algunas décadas. El país caribeño es ya “la historia mágica donde un señor se suponía que iba a cambiar todo y han conseguido crear el régimen más reaccionario y más conservador que haya habido nunca en América Latina. Casi 70 años van ya de gobierno continuado de la misma familia, no había pasado nunca desde la época de los incas o algo así”.
“Su poder simbólico se fue perdiendo en la medida que se fue transformando en esta especie de monarquía hereditaria sin ningún interés. Al final, que haya 10 millones de personas en medio de una isla del Caribe no afecta al resto de la región porque influía en la medida que era un símbolo, cuando dejó de serlo ya pasó a no ser importante en términos geopolíticos”, añadió.
Chile, la excepción política en la región
Sobre la situación política actual de Latinoamérica, Caparrós no cree que la llegada de nuevos gobiernos de izquierdas represente un giro en general, más bien considera que el descontento social se expresa en elegir todo el tiempo al partido contrario que no estaba en el poder, a pesar de saber ya que este no servía”.
Pero lo sucedido en Chile es la excepción, “un fenómeno nuevo e interesante ya que (el presidente Gabriel Boric) es el único líder que no viene de las antiguas estructuras si no de las revueltas de la calle”.
Las protestas son, justamente, otra de las formas en las que el argentino percibe que se muestra ese descontento: “Es lo que llamé en el libro (Ñamérica) la lógica del estallido. Toda esa energía social que se concentra para ver si puede cambiar algo. El problema es que en la calle se acaba desperdigando y perdiendo, por eso la novedad de Chile es que consiguieron que esa energía se concentrara y llegara a formar Gobierno”, expresó.
Derribando clichés con “Ñamérica”
Derribar algunos de los clichés que se tienen sobre latinoamericanos desde fuera fue uno de los principales objetivos de Caparrós al escribir Ñamérica, aunque reconoce que los lugares comunes siempre tienen una base de realidad, pero “de ahí a lo que se edifica después hay una distancia enorme”.
“Al final (a los latinoamericanos) se nos ve con esa cosa caricaturesca de ritmo, sensualidad, pereza, entusiasmo o intensidad, que puede ser el caso de un par de raperos que se lucran con eso, pero hay gente de todo tipo en la región, como en todos los países del mundo”, asegura.
Y pone como ejemplo de cliché la supuesta “soberbia” con la que se solía ver a los argentinos y que, a su juicio, ya no es la misma. “Creo que hay un poco menos de esa soberbia. La realidad es que es difícil de sostener porque hemos hecho todo muy mal en las últimas décadas salvo muy de tanto en tanto lo relacionado con el fútbol”, concluye.
Fuente: EFE
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