Durante la historia humana, los libros han creado movimientos, celebraciones, motivos para homenajear a otros y mediante su larga trayectoria no solo han servido como objeto de enseñanza y aprendizaje sino también de entretenimiento y diversión.
Y es que siempre hay un motivo para obsequiarle a alguien una historia para compartir, una narración que por muy ajena que muchas veces parezca, casi siempre logra apelar a la vivencia y cotidianidad de quien la lee y por mucho que los seres humanos se crean ‘‘únicos’', estos relatos nunca salen de vigencia de hecho todo lo contrario pues logran asemejarse y acercarse a la realidad de muchos.
El Día Internacional del Beso se celebra el 13 de abril de cada año. Pese a que muchos desconocen por qué se celebra este día e incluso muchos desconocían de su efémerides esta surgió gracias al beso más largo de la historia, el mismo que duró 58 horas y que fue protagonizado por una pareja tailandesa durante un encuentro público.
La pareja que logró imponer esta fecha como motivo de festividad, rompía su propio récord de 46 horas consecutivas, logrado el 13 de abril del año anterior, en muchas ciudades, diversos tipos de concursos se organizan este día en los que los participantes deben establecer registros de besos y otras lúdicas que involucran el íntimo acto.
Por este motivo Anthony Pulgarin el promotor de lectura y librero medellinense que estudió filosofía pero siempre se inclinó por la literatura ya que encontró en ella su lugar y de ahí en adelante siempre ha querido compartir sus libros en todos los lugares donde pueda, destaco cuatro títulos literarios y sus respectivos escritores para disfrutar de esta celebración con un buen libro.
1) Llámame por tu nombre de André Aciman-Penguin Random House:
En una localidad de la costa de Italia, durante la década de los ochenta, la familia de Elio instauró la tradición de recibir en el verano a estudiantes o creadores jóvenes que, a cambio de alojamiento, ayudaran al cabeza de familia, catedrático, en sus compromisos culturales.
Oliver es el elegido este verano, un joven escritor norteamericano que pronto excita la imaginación de Elio. Durante las siguientes semanas, los impulsos ocultos de obsesión y miedo, fascinación y deseo intensificarán su pasión.
2) Un beso de dick de Fernando Molano Vargas-Planeta:
Felipe es un adolescente bogotano que sueña con ser futbolista y con rodar películas de amor signadas por la tragedia. Pero anhela, por encima de todas las cosas, estar en una relación con su compañero de clase y de equipo de fútbol Leonardo.
A tientas, guiado por su afecto, este joven de 16 años se abre camino por las sendas del primer amor, consciente de pertenecer a una sociedad que, cegada por sus prejuicios, se le dificulta dialogar con otras formas de amar y deser amado.Ambientada en Bogotá a finales de los años ochenta, Un beso de Dick es una historia de amor de inmensa ternura. En clave de monólogo, la voz del protagonista narra con aparente ingenuidad el mundo interior de un muchacho que se asoma a las complejidades de perderse en otro.
3) El beso de la mujer araña de Manuel Puig-Planeta:
El esquema de esta novela es de genial simplicidad. Se configura como una sucesión de escenas dialogadas entre dos presos recluidos en una misma celda de una prisión bonaerense. Así, Martín, un homosexual de gran imaginación, irá relatando viejos melodramas cinematográficos a Valentín, activista político e idealista, para aliviarle de los efectos de las sesiones de tortura a que lo somete la policía política de la dictadura.
En la conversación de los presos, Puig lleva a sus últimas consecuencias uno de sus más originales procedimientos narrativos: el empleo de elementos de la cultura pop como correlato objetivo de las vivencias de los protagonistas. La confrontación entre los dos hombres se resolverá en una profunda transformación interior, para cerrarse en un sacrificio estéril sólo en apariencia: inmolándose verán al fin su verdadero rostro, llegarán a ser ellos mismos.
4) Los besos de Manuel Vilas-Planeta:
Marzo, 2020. Un profesor abandona Madrid por prescripción médica, va hasta una cabaña en la sierra y conoce a una mujer apasionada quince años menor. Él se llama Salvador; ella, Montserrat, y entre los dos crece una confianza plena e inesperada, llena de revelaciones.
Sus encuentros son un gran baño de luz. Salvador se ilusiona y le cambia el nombre, la llama Altisidora, como un personaje del Quijote. Ambos se enamoran y construyen una relación madura, con las prevenciones propias de sus cuerpos y recuerdos: el pasado reaparece constantemente.
Los besos es una novela de amor romántico e idealizado, pero también de piel y amor carnal, de cómo en mitad de una crisis universal dos seres humanos intentan regresar a la patria biológica y atávica del erotismo, ese lugar misterioso donde hombres y mujeres encuentran el sentido más profundo de la vida.