Fue a raíz de la pandemia del covid-19 que a María Eugenia Hag se le dio por escribir en serio. Oriunda de la provincia de Santa Fe, en Argentina, ya había pasado un tiempo coqueteando con el asunto. De hecho, desde que tiene memoria, ha escrito relatos y poemas.
Formada en Educación, Hag trabaja como profesora en Educación Especial y es dueña de un Jardín de infantes llamado Barquito de Papel. De niña, leía todo libro que le cayera en las manos, recostada bajo un árbol. “Recuerdo salir de casa siempre con una mochila y libros y cuadernos. Cerca había una librería, por lo que mis ahorros los gastaba ahí”, dice.
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En la adolescencia, aspiró a hacerse escritora, pero la vida se le anticipó. “Nunca mostré nada, porque me daba vergüenza o pensaba que no era buena”. Cuando conoció a Pablo, las cosas cambiaron. Él la leía siempre, la animaba. Se casaron en 2008 y tuvieron tres hijas: Josefina, Guillermina y Maria Paz.
La familia, como de cuento, en la pandemia la tuvo difícil, como todos, claro, y en medio de todo eso Hag encontró en la escritura ese escape que necesitaba, su polo a tierra. “(...) me desvelaba por la angustia y la incertidumbre, dejé de mirar televisión y me puse a crear una historia, donde buscaba la esperanza de sentir, que quizás en algún lugar de este loco mundo, a pesar de todo el caos, sucedía algo lindo”, comenta.
Pronto pudo ver cómo el resultado era publicado. Su primera novela, “Amar en tiempos de pandemia”, vio la luz de la mano de la editorial TED. En ella, la autora narra la historia de Marina y Sebastián, un par de chicos que pasan los días en las calles de Rosario, ignorantes el uno del otro de su existencia. De repente, arriba la pandemia y mientras todo el mundo lo pasa mal, a ellos no les toca tan duro. Cuando se conocen, un hilo invisible surge entre los dos y los une de forma inesperada. Juntos recorrerán caminos de incertidumbre y temor, pero suyas serán las sendas de la felicidad y el amor, entre palabras, lágrimas y besos.
Con esta primera novela, Hag se dio a conocer como escritora. Su alcance fue más juvenil que otra cosa. ¿A qué adolescente no le gustan las historias de amor? Y con ese precedente, ya habiéndose aventado, la argentina continuó escribiendo.
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Entre sus referencias se encuentran autores y autoras como los Eduardos, Galeano y Sacheri, Viviana Rivero o Isabel Allende; sin embargo, reconoce que, por la forma en la que escribe, tiene muy presente el estilo de Danielle Steel. Tal vez a ella le debe más el curso actual de su literatura.
En 2023, el sello MDR Ediciones dio a conocer la segunda publicación de María Eugenia Hag, una novela en la que la autora revisita aquellos primeros temas que la inquietaron: el amor, el dolor y la incertidumbre.
Editada bajo el título de “El espejo borroso”, la más reciente novela de la autora argentina, que fue lanzada en formato ebook, inicialmente, será una de las novedades de la escena independiente que se presentarán en la próxima edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires. Para entonces, el libro ya estará disponible en formato físico.
A lo largo de estas páginas, Hag, inspirada en la historia real de personas que ha conocido, cuenta la vida de Federico, un hombre que carga con la duda a cuestas, una duda inmensa, que lo lleva a transitar caminos difíciles donde la verdad no solo le pesa a él sino a quienes le rodean.
“Para él no era fácil enfrentarse a tantos fantasmas, tantas incertidumbres, tantos enojos que siempre terminaban en un punto de comprensión hacia el otro: su mamá, su papá Julián, Gabriel... pero nunca terminaban en él. Se enojaba consigo mismo por eso, por poder comprender a todos, pero nadie lo comprendía porque ninguno había sufrido en carne propia lo que él sentía. La incertidumbre, cuando se cala en los huesos, en el alma, te va apagando” - (Fragmento - “El espejo borroso”, de María Eugenia Hag).
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Con un estilo fresco y ameno, apunta la editorial, la autora aborda temas como la búsqueda de la identidad y la complejidad en las relaciones familiares.
El personaje de “El espejo borroso” intenta descubrirse a través de la historia de su familia y aquello que él mismo está legando a quienes vienen detrás. Su mayor deseo es encontrarse en ese espacio preciso, en ese tiempo.
“Llegó a aquella casa y esperó unos minutos afuera, mientras recordaba su infancia, allí... Esa casa, que había sido testigo de tantas mentiras sobre sus paredes, ahora sería testigo también de la verdad. Esa verdad que dolía pero que liberaba. Y no solo lo liberaba a él. Liberaba a todos los que formaban parte de esa historia que tenía tantas oscuridades dando vueltas. Liberaba a su madre, a sus padres, a su hermano, a sus tíos... pero, sobre todo, liberaba a las futuras generaciones. Y ese era su mayor legado, aunque ahora no pudiese verlo tan claro” - (Fragmento de “El espejo borroso”, de María Eugenia Hag).
La de “El espejo borroso”, esta segunda novela de María Eugenia Hag, es una historia en la que los lectores pensarán más de la cuenta, y sentirán, conforme avanzan las páginas que las pequeñas emociones importan más que cualquier otra cosa, que tanto luces como sombras nos componen y las verdades más dolorosas, a veces, son las que mejor nos definen.
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