El verso que llega, que realmente llega, es el mismo que sugiere, que sujeta, que interpela al lector; a veces, no es tanto el poema como el verso lo que más pesa; a veces, también, no importa tanto el poeta como su poesía, pero en contadas ocasiones, más pocas de las que se piensa, el poeta, la poeta, toda ella, se funde en el poema, se desnuda, entrega el cuerpo y se hace verso.
Los poemas de Paula Giglio logran eso, agarrar al lector y decirle: “lo nuestro es soledad compartida”. Cordobesa ella, ha sabido bien cómo contener el sentimiento, la querella, el cuestionamiento, en la palabra precisa. Su poesía es eso, contención de todo lo que le pasa al que se pregunta, el que vive, el que siente, y lo siente todo ahí, a flor de piel, porque “es mentira la tristeza en el alma: todo pesa en el cuerpo”.
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Poeta y narradora, Giglio ha cultivado una obra por lo bajo, apenas susurrándole a quienes la encuentran, haciéndose un lugar ahí, en donde quedan todos los poetas.
Nacida en Argentina en 1988 y formada como Licenciada en Filosofía por la Universidad Nacional del Centro, residente en Buenos Aires, la joven poeta ha publicado también como cuentista. En 2022, su libro “Teoría del equilibrio”, editado por Proyecto Lux, le permitió explorar en el relato la palabra conjugada que ya venía trabajando en la poesía.
Si bien es su único libro de un género distinto, no por ello carece de lirismo. Con este, Giglio acoge en su obra un total de 6 títulos, entre los que pueden destacarse “Un lugar para mis piernas largas” (2018) y “Hoy llueve en el mundo” (2019), además del poemario “En el cuerpo”, publicado por primera vez en 2016 y reeditado en 2022 por el sello español Ediciones Liliputienses.
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Los poemas que componen las cerca de 70 páginas que hacen parte de “En el cuerpo” dan cuenta de una voz que es melodiosa, afinada, sugestiva a momentos, y tremendamente sigilosa. Compuestos en los límites entre la prosa y la poesía, los versos en este libro hablan, entre otras cosas, sobre el territorio propio de lo femenino, la ferocidad de las relaciones amorosas, el tedio ante el acto cotidiano y tópicos como la soledad, el deseo o la muerte.
Principio antrópico
Una palabra más
y se rompe el equilibrio.
El agua líquida no es casual;
tampoco la distancia
entre el Sol y la Tierra:
un poco más acá, y seríamos vapor;
un poco más allá, y seríamos de hielo.
La primera edición del libro llegó de la mano del sello Ediciones del Dock, y le permitió a la poeta participar en el XII Festival Internacional de Poesía de Buenos Aires, en 2017, y en la trigésimo tercera edición del Festival International de la Poésie de Trois-Rivières, en Canadá.
Adentro, la transparencia borrosa, una sonoridad con acordes de neblina, escribe Andrés Szychowski. “Alguien ha desatado el nudo que sostiene una cortina y la poeta percibe que se le desprende algo (...) Cada poema es un insecto de colores inéditos que se mira sin parpadear, a prudencial distancia, porque puede ser venenoso”.
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Leerla a Paula Giglio es como despertar el oído, acercarse despacito al sonido ese que se oye a lo lejos, pero que está cerca, allí donde uno se encuentra; responderse a las dudas, concretar las certidumbres y revivir las grietas, las cicatrices, el olor a húmedo de la herida.
Gravedad
Pareciera que respondemos
a los vicios de la naturaleza.
Algo se cae y alguien lo levanta:
es un instante.
De lo contrario, la gravedad se ensaña
con el vaso de vidrio,
aunque después se arrepiente
y nos deja pegar los zapatos al piso
también la escoba
y todos los vidriecitos quietos
a la espera de las leyes de movimiento.
La simpleza, los silencios, los giros, la querencia, son apenas un poco de lo mucho que siente quien está leyendo al interior de este libro; para cuando termine, después de haberse entregado de lleno a los versos, sabrá bien que es su cuerpo y no otro, el que yace aquí descrito, movido por la palabra de quien ha conseguido soltar prenda y hacerse hilo.
El libro se lee de un tirón, y el lector se mantiene todo el tiempo a merced del simbolismo. Un tirón, apunta Szychowski, que no responde a las convenciones del apuro sino a lo que acontece en estas páginas: movimiento, que en últimas, es justamente eso, poesía, y de la más pura.
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