Una guerra religiosa y la trágica historia de amor entre fusilamientos e iglesias destruidas

En “Nuestro oscuro pasado” la escritora argentina Camucha Escobar repone uno de los capítulos más sangrientos y olvidados de la historia de México. La novela construye una relación atravesada por los levantamientos armados y la lucha por la libertad y la fe.

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Fotografía del fusilamiento de un sacerdote durante la guerra cristera en México, en 1927.
Fotografía del fusilamiento de un sacerdote durante la guerra cristera en México, en 1927.

Para el fusilamiento del sacerdote, el gobierno había convocado a un grupo de periodistas. Querían fotografiar el instante en el que este les implorase por su vida y, de ese modo, ridiculizarlo y usarlo como propaganda política. Pero, el padre Joaquín mostró una gran entereza. Primero oró en silencio y, luego de unos minutos, alzó los brazos formando una cruz. Entonces, en voz alta, proclamó: ¡Viva Cristo Rey! Toda la plaza quedó en silencio. El gatillo de los fusiles reverberó en la quietud del momento mientras el militar proclamaba: ¡Viva Calles, pendejos! El padre Joaquín cayó muerto por la balacera”.

Esta es una de las escenas de Nuestro oscuro pasado, el nuevo libro de Camucha Escobar, en el que la escritora argentina pone en foco en la Guerra Cristera, uno de los episodios más sangrientos y dolorosos en la Historia de México. En 1926, el presidente Plutarco Elías Calles, quien se propuso cumplir la Constitución de 1917 -con fuerte impronta atea y anticlerical-, que surgió de la Revolución Mexicana, en 1910, promulgó la ley de prohibición de culto. Sangre y fuego fueron las consecuencias.

El conflicto armado no tardó en estallar y los cristeros se rebelaron frente a la prohibición de culto, promoviendo la libertad religiosa. Ni estampitas, ni crucifijos, ni sacramentos y mucho menos, misas estaban permitidos. La Ley Calles ordenó la clausura de los templos, la represión de expresiones de fe en todos los espacios públicos, expropió las propiedades y bienes de la Iglesia, se destruyeron templos por parte de militares y se expulsó a los sacerdotes extranjeros. La rebelión de los católicos mexicanos se organizaron en grupos, dejaron sus casas y luchaban al grito de ¡Viva Cristo Rey!

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En Nuestro oscuro pasado Escobar construye un relato sumamente atravesado por la actualidad en el que países en Asia y África persiguen a católicos -y mueren- por negarse a renunciar a su fe. La autora de Tierra en sombras, Tu rostro en el fuego, El infierno en tu piel y La loba narra la historia de Carmela Montiel, hija de Metzi, una joven descendiente de aztecas que muere trágicamente durante el parto. Su padre -un hombre acomodado que no pertenecía a ninguna comunidad indígena- decide adoptarla. Cuando Carmela es adulta, tras presenciar un fusilamiento que la conmueve profundamente, es convocada por Celia Gómez -Generala en Jefe de la Organización de las Brigadas Femeninas de Santa Juana de Arco- para unirse a los cristeros. Esa es la puerta de entrada a la lucha por la fe. Aguerrida, empuña armas, ayuda a sacerdotes refugiados, se viste de hombre y muestra determinación y coraje para defender a los cristeros.

infobae

En las más de 360 páginas, Escobar hace visible la lucha de las mujeres en este episodio oscuro en la Historia mexicana. En este sentido, Nuestro oscuro pasado dialoga con otras novelas histórico-románticas de los últimos años en las que los personajes femeninos son fuertes y deciden ir al frente de batalla, pese a los mandatos de la época. Rojava, de Magda Tagtachian y Bastarda, de Florencia Canale son algunos ejemplos. “Quise que los lectores se involucraran en la guerra mediante personajes como La Generala -que existió, pero cuya identidad- encarnada en Sanjuana Carranza”, dice Escobar a Infobae Leamos.

La escritora profundiza en su intención de representar a las “cristeras pacíficas” y en “cómo ayudaban con la confección de uniformes, transporte de municiones en sus ropas y también la obtención de dinero de las familias pudientes”. También aparece en las páginas de la novela Anacleto González Flores, quien no tomó las armas, pero sí ofreció discursos antigubernamentales, ayudó a recaudar dinero y alimentos y escribió panfletos y propaganda que condenaban el trato brutal del Gobierno hacia la población católica, y murió torturado en 1927. En 2005, Benedicto XVI lo beatifica.

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En pleno conflicto, estado de alerta y caos, las vidas de Carmela Montiel y Aurelio Mendoza se cruzan. Ella, una ferviente defensora de los cristeros; él, parte de una familia profundamente federal. La historia de amor se teje a medida que pasan los capítulos y pese a todo pronóstico. “Sentimientos encontrados habitaban el corazón de Carmela. Amaba profundamente a un hombre distante y cruel, y su orgullo sería el precio”, escribe Escobar, haciendo que los opuestos se atraigan.

Camucha Escobar en el stand de Infobae en la Feria del Libro de Buenos Aires, en 2022 (Augusto Fornaciari)
Camucha Escobar en el stand de Infobae en la Feria del Libro de Buenos Aires, en 2022 (Augusto Fornaciari)

Pero la novela no solo relata escenas trágicas, también hay tiempo para el deseo y la carne viva en el sexo, el cuerpo que resiste haciendo el amor: “Impulsivamente, le tomó el rostro con las manos y lo besó con toda la ferocidad contenida en su alma. Comprendiéndola mejor que nadie, Aurelio le correspondió el beso y se acomodó entre sus muslos. —No puedo esperar más. Abrázate a mí con tus piernas —le rogó. La penetró profundamente, como si quisiera fundirse en ella, formar parte de su esencia”, se lee en una de las escenas.

“Para México este período es un período oscuro, que la mayoría prefiere olvidar o bien desconocen”, dice Escobar y cuenta que la investigación fue difícil y extensa, al igual que el proceso de escritura. Después de un siglo, Nuestro oscuro pasado echa luz a la memoria y la libertad.

La Guerra Cristera.
La Guerra Cristera.

Cuatro preguntas sobre ”Nuestro oscuro pasado”

La novela sucede en un contexto poco conocido, durante la ley de prohibición de cultos o “Ley de Calles”, en México. ¿Por qué elegiste ese contexto?

—Cada vez que algo me llama la atención lo anoto en una libreta. Cuando escuché sobre La Cristiada, comencé a investigar y supe que quería contar la historia de mis personajes en dicho contexto. El presidente Calles prohíbe el culto religioso y así comienza la guerra cristera. Como es una historia que México parece querer olvidar, no es muy conocida. Ambienté a mis personajes de tal manera que cada uno de ellos va retratando aquellos años y el lector puede hacerse una idea de lo que fue aquel período nefasto.

¿Cómo dialoga este hecho histórico con la actualidad? ¿Qué rol ocupa la literatura frente a estos temas?

Para México este período es oscuro, que la mayoría prefiere olvidar o bien, desconocen. Hoy en día nos podemos expresar libremente. Cada uno profesa la religión que prefiere. Cuando al pueblo mexicano, hambreado ya por las guerras de la Revolución, el gobierno ateo del presidente Calles le prohíbe el culto, el pueblo se levanta indignado. Se cerraron las iglesias, se prohibieron los rezos y el culto a la Guadalupana y al Cristo Rey. Algunos sacerdotes pudieron escaparon y los que no lo hicieron, fueron obligados a casarse o eran perseguidos y fusilados. No se podía bautizar, confesar, dar la eucaristía, como tampoco el matrimonio religioso. Los sacerdotes los impartían en secreto. También se ensañaron con las monjas, las cuales fueron violadas y sus conventos quemados. Lo que los federales consideraban una guerra de tres días, duró tres años y se combatió a muerte. Si bien podemos hablar de una “grieta” en la actualidad, esta no es por motivos religiosos.

Soldados del Ejército cristero.
Soldados del Ejército cristero.

“Nuestro oscuro pasado” es una historia de amor entre los personajes de Carmela Montiel y Amelio Mendoza, que desde su nacimiento tienen algo ligado a lo oculto, lo difícil, lo secreto, ¿cómo definirías el amor en la novela?

—La novela comienza con los nacimientos de Carmela y Aurelio. Ambos oscuros. Carmela es hija de una indígena que muere en el parto y su padre se hace cargo de ella. Desde niña sufre el desprecio de su abuela, quien la somete a toda clases de torturas. Aurelio es obligado a vengar la muerte de su padre antes de los doce años y es separado de su familia. Con el tiempo se convierte en la mano derecha del general Sanabria Rivas, un hombre que hizo su fortuna de manera ilegal. El amor de Carmela y Aurelio es tormentoso. Ambos tienen caracteres muy fuertes e independientes y odian las mentiras. A causa de una de ellas, la débil relación que estaban construyendo, peligra.

¿Cuál es la relación entre la religión, la identidad y el amor en el libro?

—Las diferencias en las creencias, las formas distintas de ver la vida y las personalidades tan opuestas hacen que el amor sea extremadamente difícil en la relación de Carmela y Aurelio. Las sospechas y la falta de confianza ponen muchas veces en entredichos el amor de la pareja. También debemos considerar el amor enfermizo de Alba o el compañerismo de Aurelio y Eugenio como así también la maldad de doña Ascensión Montiel y sus delirios de grandeza.

Quién es Camucha Escobar

♦ Nació en Pergamino, Argentina, en 1961.

♦ Publicó libros como Tierra en sombras, Tu rostro en el fuego, El infierno en tu piel y La loba.

♦ Participó en las antologías de relatos románticos Ay, pasión y Ay, pecados.

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