A casi 100 años de su nacimiento, Rosario Castellanos sigue siendo considerada una de las escritoras mexicanas más importantes del siglo XX.
Nacida el 25 de mayo de 1925 en lo que entonces era el Distrito Federal, ahora Ciudad de México, desde muy joven se interesó por las letras. El primer libro que publicó fue “Apuntes para una declaración de fe”, en 1947. Dos años después, se graduó como Maestra de Filosofía de la Universidad Nacional Autónoma de México, donde conoció al filósofo, periodista, diplomático, y servidor público Ricardo Guerra Tejada, quien fue su primer esposo. Con él tuvo a su único hijo, Gabriel, en 1961.
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Entre artículos periodísticos, poesía, ensayos, y prosas, recibió el Premio Carlos Trouyet en 1967 y el Elías Sourasky de Letras en 1972. Su tesis de maestría, titulada Sobre cultura femenina (1950), comenzó a trazar los fundamentos del feminismo integracionista.
Un año después del nacimiento de su hijo publicó su novela “Oficio de Tinieblas”, con la que ganó el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, y en la que recreaba la atmósfera social del estado de Chiapas, la pobreza de los campesinos y el abandono del gobierno federal.
La propia Castellanos vivió casi toda su infancia y adolescencia en Chiapas. Dejó el estado en 1942 para emprender caminos distintos.
Los temas explorados en sus obras suelen tratar sobre los sentimientos más profundos del ser humano, y en cada uno de sus títulos, la autora intentó plasmar el indigenismo presente en México, además de abordar y exponer las desigualdades entre hombres y mujeres. Con su primer novela, “Balún Canán”, recibió el Premio Chiapas en 1958, y con “Ciudad Real”, en 1960 ganó el Xavier Villaurrutia.
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Retratando temas sobre lo femenino y lo indígena en México, Castellanos siempre se rehusó a ser encasillada por las temáticas de sus obras, que no se apegaban a ideas específicas ni idealizaban personajes. Su búsqueda apuntaba a algo más: El espíritu femenino en un mundo dominado por hombres, las preocupaciones de la condición femenina, el psicoanálisis, y la melancolía.
A propósito de su obra, en 2023 la filial mexicana del grupo editorial Penguin Random House, a través de su sello Lumen, ha publicado el libro “Rosario Castellanos. Materia que arde”, escrito por Sara Uribe y Verónica Gerber Bicecci, una revisión minuciosa de su pensamiento y el conjunto de su obra.
“Este libro es nuestro intento por recontar el relato que existe sobre Rosario Castellanos; escuchándola, pensándola desde sus palabras. Queríamos dotarlo, sobre todo, de preguntas. Conforme leíamos, audioleíamos y releíamos sus cartas, artículos, teatro, ensayos, cuentos, poemas y novelas, descubrimos a una escritora que no era la que habíamos conocido cuando fuimos adolescentes. No, no era la misma. Por eso, para compartir su vida y obra, abrimos un espacio para platicar con ella, para cuestionarla e interpelarla, y sugerir que ustedes también pueden hacerlo”, explican las autoras.
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Sara Uribe dedicó un año a leer la obra completa de Rosario Castellanos y tanto en las cartas como en los libros, encontró coincidencias interés de la autora en temas como la desigualdad social o los derechos de las mujeres, que son de agenda actualmente, pero que ella exponía en la segunda mitad del siglo pasado.
Su primer contacto con la obra de Castellanos fue a los 13 años, en una biblioteca pública. Tomó un ejemplar publicado por el Fondo de Cultura Económica y lo que menos pensó en ese momento fue que, años después, estaría escribiendo sobre esa autora.
Una de las preguntas que se plantearon junto a Verónica Gerber Bicecci giró en torno a cómo la autora de “Álbum de familia” enfrentaba sus contradicciones y complejidades. En previas entrevistas, Uribe ha dicho que las reflexiones que Castellanos hacía sobre las problemáticas o las opresiones de las mujeres, permiten tomar perspectiva, ver cuáles de esas problemáticas no surgieron ahora, sino que llevan años gestándose. “Creo que es interesante leer a esa Rosario de los años sesenta, setenta, sus columnas y cómo dialogan con el pensamiento del siglo XXI”, comentó.
El libro “Rosario Castellanos. Materia que arde” forma parte de una serie sobre escritoras del siglo XX releídas por autoras e ilustradoras contemporáneas que inició con un libro dedicado a Clarice Lispector, escrito por Daniela Tarazona con ilustraciones de Nuria Meléndez.
Rosario Castellanos falleció a la edad de 49 años, en Tel Aviv, a causa de, aparentemente, una descarga eléctrica al encender una lámpara. En aquel momento se desempeñaba como Embajadora de México en Israel. “Me parece que con más años de vida, podría haberse internado más en la cultura de México, lamento lo temprano de su muerte, pero ella lo había dicho en algunos de sus escritos, que pensaba que no iba a morir de vieja en su cama”, apunta Uribe.
“Este nudo que fui (inextricable de cóleras, traiciones, esperanzas, vislumbres repentinos, abandonos, hambres, gritos de miedo y desamparo y alegría fulgiendo en las tinieblas y palabras y amor y amor y amores) lo cortarán los años” - Rosario Castellanos.
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