Cinco hermanos; cuatro de ellos, abogados. Hasta hace pocos días, como todo el mundo, vivían la cotidianidad de sus días, sin mayores sorpresas conocidas. Hasta que un acontecimiento insospechado podría torcer el rumbo de sus vidas. Los cinco hermanos Kodama, hijos de Jorge Kodama, podrían convertirse en las próximas horas (o cuanto demoren los tiempos de la Justicia) en herederos de los bienes patrimoniales de su tía María Kodama, fallecida el domingo 26 de marzo, así como de los bienes intangibles que constituyen la obra de Jorge Luis Borges, el más grande escritor argentino, que Kodama custodió durante décadas.
Varias veces María Kodama se había declarado como hija única y que carecía de sucesores naturales. Los posibles herederos de la fortuna que implica la sucesión Borges-Kodama nunca se habían mostrado públicamente como tributarios de la obra borgeana o cercanos a su tía quien, de todas maneras, no habría perdido contacto con sus sobrinos, según algunas voces cercanas a la albacea fallecida.
Los cinco sobrinos Kodama –María Belén, Matías, María Victoria, Martín Nicolás y María del Socorro, de entre cuarenta y cuarenta y siete años– se reclamaron ante la Justicia como únicos herederos, luego de que el abogado Fernando Soto –apoderado de la viuda de Borges– planteara la vacancia en la herencia ante los tribunales porteños.
Sin embargo, fuentes cercanas a ellos deslizaron que creen probable que cuando se abra la casa de María Kodama se encuentre en algún cajón un testamento que puede no estar inscripto en el Colegio de Escribanos sino ser ológrafo, es decir, escrito de puño y letra por quien fue la viuda de Borges. Si así fuera, habría que hacer un peritaje caligráfico para comprobar que letra y firma sean auténticas y luego confeccionar una escritura.
Los herederos –sean quienes ellos sean, luego de que la justicia resuelva la situación excepcional de una sucesión incierta– se harían poseedores de bienes que incluyen, según el documento presentado por Fernando Soto a la Justicia: “los dos departamentos donde María Kodama residía, sitos en Rodríguez Peña 1236, piso 8vo., departamentos “A” y “B”, de la ciudad de Buenos Aires; un departamento en la calle French 3016, también en el octavo piso; y el inmueble que constituye la sede de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, sito en Anchorena 1660″.
Pero además, y de modo principal, la sucesión todavía incierta incluye la titularidad de los derechos de autor de toda la obra literaria de Jorge Luis Borges, además de todas las medallas, condecoraciones y distinciones recibidas por el escritor a lo largo de su vida; de manuscritos originales; de dibujos de su autoría y de su biblioteca personal “entre otros bienes de altísimo valor cultural, histórico y patrimonial”, según el escrito del abogado de Kodama.
Soto también refiere que Kodama “era locataria de inmuebles en la ciudad de París, Francia, y en Ginebra, Suiza, en donde permanecen diversos objetos y bienes personales suyos”.
La principal preocupación reside en cómo serán administradas las publicaciones de Borges de aquí en más y la idoneidad de los futuros herederos en tomar las decisiones adecuadas para la mejor difusión de una de las obras literarias más potentes de la Argentina y, claro, de la literatura universal.
En este sentido, hace unos días la crítica Beatriz Sarlo decía a Infobae que lo mejor sería crear un “Archivo Borges” en la Biblioteca Nacional: “Hay que buscar modelos de archivos de escritores, para que no suceda que terminen en Harvard, por ejemplo, donde consulté la correspondencia de Victoria Ocampo”.
¿Quiénes son los sobrinos de María Kodama?
Si bien los posibles herederos de Kodama anunciaron que no realizarían, todavía, declaraciones a la prensa, la información a la que Infobae accedió muestra algunas características de los hijos de Jorge Kodama, hermano de María, fallecido el 17 de julio de 2017.
Mariana del Socorro Kodama, de 47, es la mayor de los hermanos. La actividad principal laboral que declara es la de “servicios de asesoramiento, dirección y gestión empresarial”. Junto a su hermano Martín Nicolás fue socia de un emprendimiento inscripto como juguetería y librería. Muy joven, a sus veintisiete años, había sido titular de un emprendimiento comercial situado en el barrio de Once.
Martín Nicolás, de 46 años, además de su participación en la juguetería fundada en 2009 junto a su hermana, impulsó en 2018 la instalación de una cervecería en Lanús, emprendimiento cerrado, como tantos, durante la pandemia.
María Victoria, de 44 años, es abogada.
Matías, de 42 años y abogado, se desempeña en el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA).
María Belén, la sobrina menor de Kodama, de 40 años, trabajó en varias empresas de importancia.
Si no existiera otro posible heredero que reclamara ser parte de la sucesión o si no se encontrara ese testamento firmado por María Kodama, estos cinco hermanos podrían cambiar una parte importante de sus vidas al ser declarados los únicos herederos de la viuda de Borges.
Y sobre ellos pendería la responsabilidad del futuro de la obra de Jorge Luis Borges, de seguro, una enormísima responsabilidad que hace al centro nodal de la cultura nacional.
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