Para la mayoría de fanáticos, la respuesta a la pregunta sobre cuál es el mejor mundial de fútbol de la historia suele apuntar a aquel en el que su selección ha tenido la mejor participación. Es natural, por supuesto, destacar la contienda en la que la pasión fue superlativa, así como la emoción. Sin embargo, de manera objetiva, podríamos pensar que las respuestas se inclinan, la mayoría de las veces, por aquellos en los que jugaron Pelé y Maradona.
Escoger una única edición de la gran contienda del fútbol no es nada sencillo. Todos y cada uno de los mundiales han tenido momentos memorables, pero sí es cierto que hay uno, entre los 22 que se han disputado, que lleva un aroma especial.
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La Copa del Mundo de 1986, disputada en México, reunió a jugadores de la talla de Michel Platini, Hugo Sánchez y Diego Armando Maradona, entre muchos otros. Les regaló a los fanáticos del fútbol una de las contiendas con más color, pasión y simbolismo, y la posibilidad de ver a un futbolista argentino anotar el mejor gol de los mundiales y estirar la mano sobre todo un país para llevarlos a lo más alto.
Sobre este episodio, justamente, llama la atención el periodista mexicano Francisco Javier González, quien ha escrito un libro que rememora uno de los momentos más memorables del fútbol.
A lo largo de 272 páginas, aproximadamente, González, una de las figuras más destacadas del periodismo deportivo en su país, regresa a las gradas del Estadio Azteca para revivir, junto a los lectores, los mejores 30 días en la historia de los mundiales, y asistir una vez más al gol de tijera de Negrete, ‘la mano de Dios’, la primera transmisión a color con amplia cobertura de esta contienda deportiva, y la comunión de los países alrededor de la fiesta más emblemática de este juego.
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“El 86. El año en que México cambió al mundo” es un libro dirigido a todos los lectores, más allá de que gusten o no del fútbol. En estas páginas, no solo rueda el balón, también se encuentra consignada parte de la historia reciente de una nación y un planeta entero. Con buen tino y un lenguaje más que ameno, el autor consigue hablar de México y su actualidad social y política durante esos años, mientras recorre los distintos pasajes del mundial que lo convocó casi todo en muy poco tiempo.
“Creo que el Mundial del 86 fue tan bueno, emocional y cálido que valía la pena rescatar varias de esas historias para ponerlas en un libro. Esa es mi intención, un libro en el que se combina una parte autobiográfica, porque es una crónica escrita en primera persona, se mezcla el evento deportivo con el evento social, económico de México y del resto del mundo en un año en que todo estaba empezando a cambiar”, comentó González, en entrevista con Infobae México.
Antes de aquel 1986, no era México el país que figuraba como sede escogida para la Copa Mundial de la FIFA. De hecho, la entidad tenía a Colombia entre sus planes. En 1974 la declararon como la nación que albergaría el torneo, pero la larga ausencia de este país en las contiendas mundialistas (cerca de 12 años sin ninguna participación) terminó arrebatándoles la posibilidad. Como la idea era que un país sudamericano albergara el torneo, la Federación Mexicana, de la mano de Emilio Azcárraga Milmo, echó a andar un plan para imponerse sobre las demás naciones y así quedar como la escogida.
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El Mundial de México 86 terminó convirtiéndose en un parteaguas. Se organizó a pesar de que el país no se había reconstruido del todo tras el terremoto y más allá de los conflictos a nivel social. La innovación fue su sinónimo, escribió Israel Aguilar Esquivel para Infobae México. Aparecieron nuevas dinámicas como patrocinios específicos y una ambiciosa red de telecomunicaciones para llevar la señal en vivo a otros lugares del mundo, entre otras cosas.
Al interior del libro, el autor repasa el protagonismo del combinado dirigido por Bora Milutinovic, la forma en que la selección de Argentina, dirigida por Carlos Bilardo y comandada por ‘El Diego’, realizó una de sus gestas más recordadas y la forma en que las disputas políticas entre los países, al menos durante unos días, terminaron disipándose alrededor de un balón y 22 jugadores.
El trabajo de Francisco Javier González en “El 86. El año en que México cambió al mundo” es más que acertado, pues supera la anécdota deportiva y lleva al lector a entender las verdaderas razones por las que el fútbol es el deporte más apasionante del mundo y el que más fanáticos ha congregado a lo largo de los años. En últimas, es el único que ha conseguido darle una luz de esperanza a la gente, en medio de tiempos oscuros.
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