Para que hoy las mujeres sean protagonistas en el mundo del deporte, referentes en varias de las disciplinas que destacan en los Juegos Olímpicos y que cada año los fanáticos siguen con atenta mirada, tuvo que pasar mucho. Quienes se interesaban en la práctica del deporte, a un nivel profesional, debían ocultarse para no ser juzgadas.
Stamata Revithi, por ejemplo, la atleta griega, corrió a escondidas el maratón de los Juegos Olímpicos de 1896. Le habían prohibido participar. ¿La razón? Una mujer no podía formar parte del certamen.
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Sola, sin otros competidores, sin público, Revithi, a quien se le había negado participar de cualquier disciplina en la competencia, completó los 40 kilómetros con excelentes resultados, demostrando que, de haber tenido la oportunidad, seguro habría sido una de las protagonistas de aquella edición de los Juegos Olímpicos.
Su gesto, rebelde, desde luego, le permitió a las mujeres la posibilidad de formar parte de las contiendas deportivas. Al principio, aceptadas a regañadientes; con el tiempo, buscadas y casi que exigidas por las diferentes disciplinas. El sistema cambió por completo, aunque su lucha, a día de hoy, se mantenga.
Son cerca de 127 años los que se han cumplido desde aquel instante mágico de Stamata Revithi, y la efeméride la ha aprovechado bien el periodista español Tolo Leal, quien ha publicado recientemente, de la mano del sello JC Clementine, un libro que narra las historias de superación de varias deportistas a lo largo de los años, además de sus éxitos y los obstáculos que tuvieron que sortear para conseguir sus sueños. No todas estas historias, sin embargo, tuvieron un final feliz, y es allí donde se posa la mirada del lector, más allá del personaje, más allá de la historia.
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Alrededor de 230 páginas componen el libro “Heroínas a través del deporte”, el primero que publica su autor, nacido en 1984, con amplia experiencia en el campo periodístico.
Formado en periodismo en Madrid, Florencia y Birmingham, Tolo Leal, oriundo de Estellencs, en las Islas Baleares, escribe desde 2010 en la sección ‘Historia del Deporte’, para el portal Libertad Digital, trabaja en los servicios informativos de IB3 Televisió y colabora, desde 2015, en el programa radiofónico ‘El primer palo’, de esRadio, en la sección ‘Las mil y una historias con Tolo Leal’.
El libro, prologado por la periodista Mónica Marchante, con epílogo de Inma Zanoguera, una de las basquetbolistas mallorquinas más destacadas de los últimos años, da a conocer las historias de deportistas de la talla de Kathrine Switzer, Suzanne Lenglen, Lilí Álvarez, Dawn Frasier, Nadia Comaneci o Jutta Kleinschmidt.
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También está presente el caso de la atleta argelina Hassiba Boulmerka, campeona del mundo en los 1.500 metros, en el año 1991, cargando consigo las prohibiciones del más severo fundamentalismo islámico, que le impedían lucir la vestimenta propia de la competición porque no era posible que una mujer anduviera “desnuda” por una pista de atletismo. Fue en los Juegos Olímpicos de Barcelona cuando se le amenazó de muerte y el mundo del deporte se quedó atónito. Ella, sin embargo, tenía más pulmón que nunca.
A la africana se le suma Lilian Parr, quien comenzó jugando al rugby y se pasó al fútbol. Hábil con el balón, marcaba goles con facilidad. Fue tan popular en su momento que el equipo para el que jugaba, que antes no contaba con gran número de seguidores, reunió a cerca de 53.000 personas solo para verla jugar contra un conjunto francés. Esto ocurrió en Liverpool, en el año 1920.
Pese a la gran acogida por parte de los fanáticos, a las mujeres no se les permitía jugar al fútbol de manera profesional. La Federación Inglesa anunciaba con energía la prohibición, por lo que varios clubes resolvieron llevar a sus planteles femeninos de gira. Si no se podía jugar en suelo inglés, al menos tendrían oportunidad de hacerlo afuera. Parr alcanzó a estar con vida para ver cómo la ley de prohibición era destruida, pero no estuvo cuando se le incluyó en el Salón de la Fama del fútbol inglés. Murió en 1978, y suya es la estatua en el Museo Nacional de Fútbol de Manchester.
Son 25 capítulos en los que los lectores se encontrarán, además, con relatos breves que se inspiran en otras figuras como Blanca Fernández Ochoa, Monica Seles o Ana Fidelia Quirot.
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