Este jueves se estrena en todo el mundo la película Calabozos y dragones: honor entre ladrones, protagonizada por Chris Pine, Michelle Rodriguez y Hugh Grant. Es una de las grandes apuestas del año del estudio Warner Brothers, que invirtió cerca de 45 millones de dólares en la producción. Se trata de una adaptación del universo en el que transcurren la mayoría de las campañas -el marco narrativo sobre el que cada personaje construye su historia - del juego de rol de mesa Calabozos y dragones, creado por Gary Gaygax en 1974.
En los juegos de rol cada jugador encarna un personaje ficticio y lleva a cabo distintas acciones narrándolas oralmente. Luego se tira un dado para determinar su éxito o fracaso, sujetos a un conjunto de reglas contenidas mayormente en libros que llegan a tener más de 1000 páginas. Estas acciones pueden variar desde esconderse de un orco, tirarle un hechizo a un dragón o cruzar un río turbulento.
Solo de Calabozos y dragones, que fue el primero de los ya muchos juegos de rol de mesa, existen miles de campañas publicadas —entre oficiales y no oficiales—, que van desde salvar una aldea de un ataque de goblins - un duende poco amigable- hasta matar a una diosa que tiene aterrorizada a toda una ciudad. Las aventuras pueden ser de misterio, terror, acción o una mezcla de todos los subgéneros asociados a la fantasía. Y pueden durar desde cuatro horas hasta más de dos años de juntadas semanales.
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Adaptaciones fantásticas
La gran mayoría de las campañas de Calabozos y dragones están ambientadas en un universo llamado “Los reinos olvidados”: una tierra de fantasía amplia que contiene todos los tópicos posibles del género. Elfos alejados de la sociedad, enanos encerrados en minas, dragones en calabozos repletos de tesoros, medianos (que al principio eran los hobbits creados en la imaginación de Tolkien, pero la familia del escritor llevó a la empresa a juicio y hubo que cambiar el nombre por uno genérico). El entorno es el siempre impredecible campo abierto y grandes ciudades infestadas de crimen y corrupción.
Los juegos de rol en general y Calabozos y dragones en particular calaron hondo en la cultura popular estadounidense. A día de hoy, por ejemplo, hay más de 100 novelas oficiales publicadas en el mundo de Los reinos olvidados. Las más populares son de R. A. Salvatore, quien escribió sagas como La leyenda de Drizzt, un elfo oscuro que desafía su legado y se transforma en un héroe popular. El año pasado salió la entrega número 38 de este autor de Massachusetts -que comenzó a escribir en 1988-, que cuenta con varios tomos en la lista de best-sellers del New York Times.
El tono épico y fantástico de estas sagas le abrió un lugar de cierta trascendencia en el mundo editorial, sobre todo entre el público juvenil. Además de estas novelas y otras narrativas cortas, Calabozos y dragones inspiró unos 50 videojuegos oficiales y más de 1000 cómics.
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Las reglas del juego de rol más famoso del mundo se actualizan y reeditan aproximadamente cada 10 años, con añadidos de nuevos monstruos y locaciones. De hecho, mucho más popular que las novelas con trama son las ambientaciones de las campañas: libros enciclopédicos que no tienen una historia en sí, sino que describen distintas porciones del mundo, ciudades, geografías, religiones, historia y algunos personajes para que los jugadores implementen en sus propias campañas.
A principios de los 80 se emitió una serie animada llamada Calabozos y dragones que, si bien apuntada a un público infantil, hoy es considerada una serie de culto. Algunas series populares series le han mostrado a sus personajes imbuidos en el juego de rol, como Futurama o Community, pero nunca tuvo una presencia fuerte en la televisión.
Tal vez la apuesta más fuerte por la franquicia en la pantalla chica vino de la mano de la serie de Netflix, Stranger Things donde, no solo sus personajes son ávidos jugadores si no que los villanos de las distintas temporadas como Vecna y el Demagorgon salen directamente del mundo de Los reinos olvidados.
“Pánico satánico”
Una de las razones por las que nunca se hicieron grandes producciones cinematográficas de Calabozos y dragones se remonta a cuatro décadas atrás. Como con el rock en general y el heavy metal en particular, en los 80 se asoció a la franquicia con sectas demoníacas y conductas “inmorales”. El pánico moral de algunos sectores conservadores asociaban los números de delincuencia y suicidio en alza en Estados Unidos a estos pasatiempos.
Aunque nunca hubo ninguna restricción oficial, más allá de alguna denuncia desestimada y audiencias en legislaturas de varios estados en Estados Unidos, estas acusaciones relegaron a los juegos de rol a una actividad más bien de nicho que nunca terminó de entrar en el mainstream norteamericano. En el resto del mundo -y en particular Argentina-, siempre hubo comunidades activas de juegos de rol que se reúnen periódicamente a jugar.
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Calabozos y dragones: honor entre ladrones será la primera megaproducción que llega a la pantalla grande, tras adaptaciones cinematográficas previas directas a DVD de bajo presupuesto. El timing no podría ser mejor: el cine de superhéroes, que viene dominando la taquilla hace 10 años, dio algunos pasos en falso con películas que no fueron bien recibidas ni por la audiencia ni por la crítica como Ant Man and the Wasp: Quantunmania y Shazam! Fury of the Gods.
El género fantástico se encuentra en un buen momento. La literatura juvenil del género mueve a muchísimos lectores y, todas las plataformas de streaming están invirtiendo en sagas de fantasía para crear el próximo Game of Thrones. Además, en Twich, uno de los canales de la plataforma de gaming que más dinero recaudó en 2022 fue Critical Role, un grupo de actores de voz que semanalmente juegan a Calabozos y dragones. En Argentina, donde los suplementos y manuales de juegos de rol históricamente fueron difíciles de conseguir hoy pueden encontrarse en varias librerías.
Pero la película debió sortear un desafío. Es que el tono de las campañas caseras de Calabozos y dragones varía según quien la juegue. Dos grupos distintos pueden encarar una misma situación de dos maneras completamente opuestas. Por ejemplo, un grupo puede optar por pelear con unos orcos mientras que otro grupo frente a la misma situación puede decidir esconderse. La experiencia de cada conjunto de jugadores es única e irrepetible.
Capturar el tono de este universo es imposible, ya que varía de persona a persona. La película Calabozos y dragones: honor entre ladrones opta por el lado cómico y absurdo del género de Los reinos olvidados, sin apartar la acción, aventura e intriga que captura la imaginación de jugadores de todo el mundo desde hace décadas. Pero no es sencilla su tarea: la película tiene en sus hombros hacer una adaptación que atraiga a quienes desconocen todo sobre el juego, sin hacer enojar a los fanáticos históricos de Calabozos y dragones.
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