“María fue alguien que tuvo una gran causa a la que fue siempre fiel. Recibió un gran legado que defendió con el honor de un Samurái. Pero lo hizo por amor, no sólo por deber”, le dice a Infobae Leamos, en medio del dolor y del impacto, Claudia Farías Gómez. Es abogada y es co-autora de La divisa punzó, libro que publicó junto a María Kodama en 2022 y que tiene a la figura de Juan Manuel de Rosas en el centro de su trama. El dolor y el impacto tienen un solo motivo: su amiga María Kodama murió este domingo a los 86 años.
El legado que, dice Farías Gómez, Kodama defendió según la tradición japonesa que llevaba en la sangre, es nada menos que la obra y los derechos de autor de Jorge Luis Borges, el escritor más importante que haya nacido en la Argentina. ¿Qué pasará ahora con esos derechos? Se trata de una pregunta inevitable ante la noticia de la muerte de quien hasta ahora los tenía a su cargo.
“Ella tenía todo arreglado, ya se informará”, le dijo Fernando Soto a Infobae Leamos. Es el abogado y apoderado de María Kodama. Ante la misma consulta y en la misma línea, Farías Gómez le dice a este medio: “Aún no podemos informar sobre lo que sucederá. Cuando termine el duelo te informaré”. Lo cierto es que no hay pasos a seguir confirmados públicamente pero, siguiendo lo que se informa desde el círculo íntimo de Kodama, sí hay un camino previsto.
“María fue una estudiosa que tenía un gran respeto por los intelectuales. Trabajar con ella fue algo grato, sencillo. Trabajó y estudió hasta el último momento. Fue también una gran amiga, leal y divertida, que enfrentó la vida y la muerte con valor”, evoca Farías Gómez.
Además del trabajo que hicieron juntas para publicar La divisa punzó, Kodama y Farías Gómez compartieron un viaje a Mongolia. No se trataba de simple turismo, sino de una especie de misión de trabajo intelectual. “Hasta su fin escribimos y tradujimos El libro secreto de los Mongoles, que fue llamado La Ilíada de los nómades de las estepas asiáticas”, describe la abogada y amiga de Kodama, y suma: “Ella me pidió que trabajaramos sobre los Mongoles ya que sus antepasados, siglos atrás lo fueron, según le dijo a ella un estudioso al analizar el kanji de su apellido. Viajé con ella a Mongolia, hicimos estudios y trajimos el libro para traducir y analizar”.
La divisa punzó, el libro que publicaron juntas a través del sello Sudamericana, llevó un buen tiempo de trabajo. “Sobre Rosas trabajamos varios años analizando documentos y bibliografía. Leíamos, discutíamos y tomábamos notas. La idea de escribirlo fue posterior”, contó Farías Gómez, visiblemente conmovida. Hablaba de su amiga y también de su compañera a la hora de estudiar tanto japonés como mongol.
“Debería ser recordada como quien defendió a Borges en todo el mundo según sus convicciones”, sostuvo su amiga y co-autora. Aún no hay información sobre cómo continuará, tras la muerte de la albacea, la administración de la obra del autor de Ficciones.
Pero sí se sabe esto que la propia Kodama dijo en 2019 al diario La Nación ante la pregunta sobre si sentía miedo por lo que pudiera pasar con la obra de Borges tras su propia muerte, que se produjo este domingo: “No. Porque la persona que quedará va a ser peor que yo… Ya decidí hace tiempo quién será y es más estricta todavía”.
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