Barack Obama consideró Fortuna, del argentino Hernán Díaz, una de sus mejores lecturas del año pasado. Su elogio se suma a los de varios medios estadounidenses, como The New York Times, que lo han calificado como uno de los grandes libros de 2022. Sobre esta novela, que ya había llamado la atención en el circuito literario internacional por su nominación al Booker Prize, uno de los premios más prestigiosos del mundo a la literatura anglosajona, también se sabe que la actriz Kate Winslet protagonizará una miniserie de HBO basada en el libro.
El escritor -el primer argentino en ser finalista del premio Pulitzer por su primera novela, A lo lejos (2020)- ahora habla de su segundo título, después de su deslumbrante debut. Díaz afirma, con humor, que escribir esta novela sobre capitalismo, clases sociales y el poder del dinero “tiene un efecto muy raro porque, de golpe, me encuentro opinando sobre políticas monetarias y financieras y yo no soy economista, estoy en literaturas comparadas”.
Sin embargo, tras cinco años de escritura, donde incluye una suerte de cuatro historias en una, asume: “tengo una idea más clara sobre cómo funcionan los instrumentos financieros y ciertas operaciones”.
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El autor argentino criado en Suecia, formado en Londres y que reside en Brooklyn desde hace años, donde es docente de la Universidad de Columbia, reconoce que Fortuna es un libro “un tanto inusual” sobre la peripecia vital de Benjamin Rask, que llegará a ser uno de los hombres más ricos del mundo, en el Nueva York de principios del siglo pasado.
Díaz escribe en lengua inglesa, publicó un libro académico sobre Borges y la única ficción traducida al español suya es A lo lejos (Impedimenta), que le valió varios premios, como el Saroyan International Prize, el Cabell Award, el Prix Page America, el New American Voices Award, y resultó finalista del Premio PEN/Faulkner a la mejor ficción.
La verdad detrás de la fortuna
Fortuna narra la historia de Benjamin Rask, un magnate legendario de esos que brillaron, hace un siglo, en Estados Unidos. Alguien escribe una novela basada en su vida, engordada y edulcorada a base de chismes y secretos. Luego de que el millonario se enojara por cómo lo muestran a él y a su esposa (dicen que su riqueza es de origen dudoso y que su esposa está recluida), decide pedirle a su secretaria que sea la escritora fantasma de sus memorias para revertir esa imagen indeleble que todo Nueva York parece haberse hecho sobre él.
Casado con la solitaria Helen Brevoort, el lector, a través de cuatro puntos de vista diferentes, irá descubriendo la verdad que hay detrás de esa fortuna, en una novela polifónica que es también “exploración de la voz y, por ello, funcionan esos cuatro registros, estas cuatro partes escritas por cuatro autores radicalmente diferentes”.
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La novela lleva al lector a reflexionar sobre el capitalismo omnipresente y omnipotente, aunque “existe una suerte de mojigatería en torno al dinero, es algo de lo que no se habla, existe un pudor, que lo vivimos todos en nuestra vida”, y todo ello sin que se note el trabajo de documentación, porque “el fetichismo del archivo me produce terror”, dice el autor.
Tampoco cree que haya muchas novelas centradas en el capital en acción, “una ausencia que me resultó muy productiva”, señala, y también le llevó a pensar que el capitalismo vive cada diez, veinte años un “crack” y que lo que está ocurriendo ahora con el Silicon Valley Bank “no es un accidente, este tipo de fracturas son estructurales y son un componente integral de cómo funciona un sistema que, por supuesto, recompensa el riesgo y quiere evitar cualquier forma de regulación”.
“Dada su naturaleza, esta multiplicación potencialmente infinita del capital es algo que matemáticamente no se puede sostener, tiende por necesidad lógica a llegar a un punto de fisura y quiebra”, reflexiona.
Otro orden es impensable
Sin embargo, “como especie nos resulta más fácil imaginar el fin del mundo físico, el fin del mundo natural, que imaginar el fin del capitalismo. Es impensable otro orden. Es totalmente concebible que el mundo tal y como lo conocemos se acabe, pero es impensable que se acabe el capitalismo”, dice.
A la pregunta de qué hay que hacer, Hernán Díaz asevera que “la respuesta es que no hay nada que se pueda hacer aunque, por supuesto, creo que hay respuestas, pero son impracticables y no lo digo con alegría o con cinismo, sino con una profunda desazón y terror, puesto que tengo una hija de doce años”.
Otra cuestión que resalta es que investigando este mundo “no resultó demasiado sorprendente descubrir que no había mujeres, que es totalmente patriarcal y que, por ejemplo, la primera mujer admitida en la Bolsa de Nueva York lo fue en el año 1975″.
“Si pensamos que el poder político está consolidado sobre la base del poder económico, no resulta sorprendente pensar que las mujeres han sido excluidas siempre de las esferas de decisión política real”, reflexiona.
En cuanto a la serie que se está preparando sobre Fortuna, avanza que la protagonista será Kate Winslet y que incluso consideró escribir el guion.
Muy entusiasmado con el proyecto, vive un momento feliz en su vida, después de años escribiendo, y cree que la serie es un formato ideal para poder mostrar ante el espectador lo que ha querido contar en esta extensa novela sobre el dinero, que no deja de ser “una ficción”.
Con información de EFE
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