Publicada originalmente en 1970, “La fortaleza” es una de las grandes obras maestras de la literatura serbia. Escrita por el autor Meša Selimović, filósofo, miembro del comité de liberación nacional de su país, de la academia de las artes y las ciencias de Bosnia-Herzegovina y de Serbia, y doctor honoris causa por la Universidad de Sarajevo; una de las voces más importantes de esa tradición literaria durante el siglo XX.
La trama transcurre en Sarajevo, en el siglo XVII, con el joven Ahmet Šabo, quien regresa a casa tras haber luchado en la batalla de Hoćin, como el único sobreviviente entre su grupo de amigos. Cuando se encuentra de nuevo en el sitio en el que creció, la casa está vacía y sus padres han muerto. Solo y sin dinero, deberá comenzar de nuevo su vida, a la espera de que la suerte le sonría un poco más.
Le puede interesar: Con su sello existencialista, Albert Camus desnuda el absurdo, los prejuicios y el sin sentido de la vida
Las cosas para Šabo, sin embargo, se complican demasiado pronto, luego de que se enfrente a las autoridades por lo que considera una injusticia. Decide criticarlos públicamente y esto hace que lo dejen fichado. Conseguir trabajo pasa a ser aún más difícil y, a merced de la pobreza, completamente desesperanzado, cuando cree que todo está por desbordarse, conoce a Tijana.
Šabo se enamora perdidamente de Tijana. Ella es la primera persona en quien confía plenamente y la única a la que le contará todos sus temores y problemas, sin temor a ser juzgado. Juntos intentarán sobreponerse a la dura realidad y buscarán un mejor futuro para ellos y el hijo que viene en camino, pero las cosas, lejos de mejorar, parecen destinadas a empeorar cada vez más. No contento el destino con que Šabo haya perdido tanto, ahora le quitará también la posibilidad de ser padre.
Como escrita con aforismos, “La fortaleza” es una novela con una alta carga semántica, que da cuenta del extraordinario talento de su autor para condensar mucho en pocas líneas. Si bien no es un libro corto, los lectores que se internen al interior de estas páginas, sentirán que cada una pasa más rápido de lo que imaginan y en menos de nada, el libro habrá acabado. La historia, sin embargo, es de aquellas que suelen quedarse en plan bucle, dando vueltas una y otra vez.
Le puede interesar: Rosas, laúdes y amor divino: los poemas que escribió Stalin antes de sembrar terror y muerte
Selimović narra a la vez que denuncia, y allí está uno de los aspectos diferenciales de esta obra, que sin ser un panfleto, es tan sugerente como uno. El autor logra casi que calcar las condiciones en las que vivía la gente en esta época en particular, en este contexto en particular. Su protagonista, a quien no paran de sucederle cosas, encarna muy bien la desazón del colectivo, los traumas y el sufrimiento de una clase social obligada a participar de una guerra absurda. Su infortunio tiene un efecto acumulativo en esta historia y los lectores cargarán con él hasta el final, deseando en varios pasajes previos que algo acabe con todo, o que lo salve.
El de “La fortaleza” es un mundo estúpido, estratificado, cimentado sobre la violencia y el miedo, que parece venir de todas partes y hace imposible que una buena persona, por el solo hecho de ser una buena persona, no consiga vivir en paz. Es como si se empeñara en demostrarle a la gente que las buenas acciones son inviables, y esa es la idea sobre la que se construye la novela.
Varios temas son los que trata Selimović aquí, desde la incapacidad para convivir con la muerte, la valentía de ser o intentar ser honesto, las dudas alrededor de la bondad y la maldad, la desgracia, el dolor, o el destino. La que describe el autor en estas páginas es una sociedad que vive a merced del malestar constante, que castra a los individuos, despojándolos de toda humanidad.
Le puede interesar: “El profeta de los Andes”: cómo un carpintero peruano convirtió a cientos de cristianos al judaísmo
“Impresionante novela existencialista repleta de aforismos sobre lo absurdo de la vida, los abusos cotidianos del poder, la deprimente ubicuidad del mal y la sorprendente fuerza del amor y las palabras (...). Una historia escalofriante y kafkiana” - The Washington Post.
Meša Selimović escribe con enorme profundidad, reza la contraportada del libro. Su obra, impregnada de una honda comprensión de la grandeza y la miseria humanas, constituye una búsqueda de las grandes preguntas que vertebran nuestras vidas.
Seguir leyendo: