La escritora española Eider Rodriguez Martin irrumpe en la escena literaria con su primera novela, “Material de construcción”, editada por el sello editorial Penguin Ramdom House.
Rodríguez Martin revela las vicisitudes junto a un padre alcohólico y una hija dedicada a derribar las barreras comunicativas que los separan; en este relato íntimos la autora desnuda su propia vida,al punto que, desde las primeras páginas, advierte: “Me da vergüenza escribir sobre mi padre”.
Eider Rodríguez (Rentería, 1977) se ha encargado de recoger los fragmentos en que ha quedado convertida la imagen de su padre para construir una especie de memorias noveladas sobre un padre sumido en el alcoholismo y la hija de un alcohólico.
La historia da cuenta de lo que hay detrás de un hombre dedicado a vender materiales de construcción y construir muebles con partes recicladas, y todo lo que hay detrás de una adicción que estropea y deforma todo.
“Es un juego de palabras porque, al final, se está construyendo a un padre y al mismo tiempo, se está deconstruyendo una hija. El lenguaje también es material de construcción. Las casas se construyen ladrillo a ladrillo, y los libros, palabra a palabra. El propósito también está en entender con qué materiales está construido ese padre” Eider Rodríguez.
Presenta a dos personajes, padre e hija, que, a pesar de haber vivido bajo el mismo techo por años, apenas tienen trato o contacto. No se hablan, no se tocan y mucho menos se abrazan; son las miradas, los olores y los sonidos aquello que los vincula. El silencio permanece en aquel hogar como símbolo de eso que no se quiere o no se puede decir, y esa casa que se convierte más en un campo de batalla que en un refugio.
En su primera novela, Rodríguez recoge los recuerdos de veranos, cigarrillos, hospitales, vacaciones, amores, mentiras, vergüenzas y todo ese “Material de construcción”, vulnerado ante la presencia del alcohol. En las poco más de 200 páginas la autora recoge las memorias de su padre, para construir el relato brutal y desencarnado de una familia, de una época y un lugar de los estrechos márgenes sentimentales.
Para Eider Rodríguez, la idea de escribir sobre esa particular relación afectiva vino a ella hace cinco años, cuando a su padre le dio un ictus. Tras el episodio de esta enfermedad ella decidió procesar todo aquello a través de este libro, que no es más que un compendio de anotaciones noveladas.
En esta “ficción”, la escritora comienza en 2018 y culmina dos años después, en plena pandemia, justo en el momento en el que hay un reencuentro o un nuevo desencuentro con su padre.
“Este libro ha sido ponerme frente a él, mirarle por primera vez, sostenerle la mirada, o hacer que me sostuviese la mirada y mirarle firmemente, y hablar. Me ha servido para iluminar un montón de zonas que no es que estuviesen a oscuras, es que no sabía ni que existían. Y en ese sentido ha sido muy placentero, porque ha sido un viaje de turismo interior” Eider Rodríguez en entrevista con Efeminista.
“Material de construcción” se convierte en un relato de choque generacional. La autora lo escribió originalmente en euskera, pero la narradora se relaciona en castellano con sus padres, porque el euskera es el idioma que comparten nietos y abuelos, otro elemento más de ese choque interno de la autora, protagonista, narradora y testigo con ese hombre que peleó con el alcoholismo.
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