“A mi entender, la salud mental es el estado de un sujeto capaz de conocer sus límites y de amarlos. Ser psíquicamente sano significa vivir relativamente feliz consigo mismo a pesar de las inevitables pruebas, sorpresas y restricciones que la vida nos impone. En resumen, el equilibrio mental es reconocible en el placer de actuar en la vida, teniendo la facultad de confrontarnos a lo inesperado y de adaptarnos a él”, escribe Juan David Nasio en Un psicoanalista en el diván.
Publicado originalmente en 1996, este libro fue reeditado por Paidós como primer lanzamiento de la nueva “Biblioteca de Pensamiento Gabriel Rolón”, dirigida por el célebre psicoanalista y escritor argentino, cuyo objetivo es “devolver al ruedo obras fundamentales para pensar el presente desde distintas disciplinas y enfoques heterogéneos”.
En Un psicoanalista en el diván, Nasio responde claramente y sin rodeos a las preguntas más candentes sobre el amor, la sexualidad, los hijos y la vida, preguntas que, en el casi cuarto de siglo que pasó desde su primera publicación, todavía no perdieron relevancia: ¿Podemos aún creer en el amor frente a tantas parejas que se hacen y deshacen día a día? ¿Por qué la mujer tiene miedo de ser abandonada y el hombre de volverse impotente? ¿De qué manera hablar auténticamente con nuestros hijos? ¿Debemos prohibirnos olvidar?
En el prólogo de Rolón, ante la eterna pregunta sobre el lugar del psicoanálisis en el mundo de la ciencia, el autor de Historias de diván argumenta que prefiere considerarlo un arte: “El arte de crear sentido en conductas o emociones insensatas que atormentan la vida del paciente. El arte de poner palabras donde solo hay un abismo de horror y de silencio. El arte de recorrer mundos oscuros y desconocidos en los que habitan figuras siniestras que, sin embargo, pueden sucumbir ante el poder de la palabra”.
Según afirma Rolón, Un psicoanalista en el diván es el libro que prueba que Nasio es un excelente profesional en su área, sí, pero también un artista.
“Un psicoanalista en el diván” (prólogo por Gabriel Rolón)
El psicoanálisis: un hecho artístico
Desde el comienzo de los tiempos, el ser humano quiso comprender el universo. Movido por esa pulsión de saber construyó mitos, leyendas y teorías, a veces absurdas, otras no tanto, para intentar explicar un mundo que le resultaba extraño e insondable. Así los truenos fueron concebidos como el sonido ensordecedor que producían los golpes del martillo de Thor y la pasión era el efecto de un capricho de Afrodita que nublaba la razón de hombres y mujeres y los empujaba hacia las más trágicas historias de amor. La grandeza del desierto fue el error de un ángel torpe que derramó toda la arena destinada al mundo en un solo lugar; las tempestades, consecuencia de enojos divinos. También, cientos de enfermas de histeria fueron quemadas en la hoguera por ser consideradas como brujas.
Más cerca de nosotros, la ciencia tomó el mando y buscó explicaciones, algunas de las cuales demostraron ser erróneas: el mundo fue plano, el sol giró alrededor de la Tierra y durante mucho tiempo la sangre permaneció estática en nuestras venas. De todos modos, no conviene juzgar los errores del pasado a la luz de los conocimientos del presente, sino reconocer que esa pulsión epistemofílica, ese impulso por desentramar el misterio ha sido siempre el motor de la humanidad, una fuerza que llega incluso a inspirar a todas las ramas del arte.
Como un fruto más de ese empuje hacia el conocimiento, la ciencia ficción ha jugado sus fichas. Y no es casualidad que nos produzca una extraña fascinación. ¿Quién no quiere saber qué hay detrás del velo que tiende la muerte, cómo fueron los tiempos pasados o los por venir, o qué posibles criaturas habitan un universo del que conocemos apenas una ínfima parte? Julio Verne, ícono del género, imaginó vueltas al mundo en globo, viajes submarinos o travesías subterráneas. Pero fue Freud con su creación, el psicoanálisis, quien con más fuerza se adentró en los territorios de lo desconocido y nos abrió la posibilidad de un viaje mucho más profundo y complejo que el que lleva al centro de la Tierra: el que nos conduce al origen de nuestro propio ser. Una aventura en la que se mezclan la verdad y la fantasía, las palabras y los hechos, los deseos propios y los mandatos ajenos. Su universo a conocer fue el inconsciente, y descubrió que allí habitan monstruos más crueles que cualquier criatura llegada del espacio, porque provienen de nosotros mismos y tienen rostros que se parecen demasiado a quienes amamos.
Mucho se ha cuestionado la pertenencia del psicoanálisis a la ciencia. Los positivistas argumentan que nuestra teoría y nuestros métodos no resisten las pruebas de laboratorio. Quizá tengan razón. En lo personal, prefiero considerar al psicoanálisis como un arte. El arte de crear sentido en conductas o emociones insensatas que atormentan la vida del paciente. El arte de poner palabras donde solo hay un abismo de horror y de silencio. El arte de recorrer mundos oscuros y desconocidos en los que habitan figuras siniestras que, sin embargo, pueden sucumbir ante el poder de la palabra.
Aprehender el psicoanálisis es un esfuerzo. Practicarlo, un ejercicio ético. Transmitirlo, un desafío. Y Juan David Nasio es uno de los psicoanalistas que con más coraje y destreza han aceptado este reto. Un reto que transformó su obra en un verdadero hecho artístico. Porque Nasio habla con la profundidad de quien escribe y escribe con la claridad de quien habla. Este libro, en especial, realza esa virtud. Un psicoanalista en el diván es producto de una conversación, de una serie de entrevistas que Nasio realizó con el licenciado Javier Díaz, y es precisamente ese formato el que le confiere una claridad que le permite al lector la comprensión y el disfrute.
Y a pesar de que han pasado más de veinte años de su primera edición, en la obra se anticipan temas que hoy son centrales. “¿Qué formas revestirá la relación de un hombre y de una mujer en el año 2090, por ejemplo? ¡Misterio!” Y anticipa acerca de “los cambios profundos de la identidad sexual”, como así también de “la aparición de nuevos comportamientos sociales con respecto a la sexualidad”. Los movimientos que luchan por los derechos de las minorías y las batallas del feminismo son una prueba contundente de que esa profecía se ha cumplido.
Por eso mi interés de acercarles este libro. Porque es un texto que nos invita a liberar esa pulsión por saber qué nos recorre y a disfrutar de un viaje en el que nos acompañará la emoción, la sorpresa y, sobre todo, el estímulo invalorable que genera el pensamiento.
Quién es Juan David Nasio
♦ Nació en Rosario, Argentina, en 1942.
♦ Es psiquiatra, psicoanalista y escritor.
♦ Publicó libros como El magnífico niño del psicoanálisis, El inconsciente es un nudo entre analista y paciente y ¿Por qué repetimos siempre los mismos errores?
Quién es Gabriel Rolón
♦ Nació en La Matanza, Argentina, en 1961.
♦ Es psicólogo, psicoanalista, escritor, presentador de radio, músico y actor.
♦ Publicó libros como Historias de diván, Palabras cruzadas y El duelo.
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