Michael Sander es un consultor de seguridad e investigador privado que tiene la tarea de investigar un video que muestra a una pareja que es perseguida, aparentemente, hasta su muerte. Sander deberá averiguar quiénes son y por qué querían asesinarlos, pero lo que pareciera ser otro caso más, en realidad va más allá de lo que imaginaba, es la entrada al lado más oscuro de la condición humana.
Ingrid y Kasper Hansen jamás imaginaron que el final de sus días tendrían que correr por sus vidas, ser protagonistas de una angustiante cacería que los alejaría para siempre de sus hijos. Lo único en lo que podían pensar era justamente en eso, en si podría sobrevivir las próximas 24 horas para ver a sus hijos otra vez.
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“La cacería” es una historia electrizante de moralidad personal, como bien apunta una reseña de Publishers Weekly, enfrentada a una inhumanidad despiadada. En ella, el escritor Steffen Jacobsen explora los límites de la avaricia y el poder.
Todo empieza cuando Elisabeth Caspersen encuentra un DVD en la caja fuerte de su difunto padre; en la grabación se ve una especie de cacería humana y quien persigue tiene un enorme parecido a su padre.
Caspersen, que es la heredera de una enorme fortuna familiar, decide contactar a Sander para que le ayude a descifrar lo que se oculta tras ese misterioso video. Lo que no espera el investigador es que aquel mundo de violencia brutal termine persiguiéndolo a él también.
Esta es la primera entrega de la serie escrita por el autor danés en la que Michael Sander es el protagonista. Su publicación original fue en 2013, pero es solo hasta ahora, diez años después, cuando los lectores pueden disfrutarla en castellano.
“La cacería”, título editado y publicado en español por el sello Roca Editorial, es una obra que se adentra en los resquicios más sombríos de la mente humana y reflexiona sobre conceptos como el deber, la responsabilidad y la culpa.
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Al interior de las páginas de esta novela, los lectores se encontrarán con una historia ágil, de ritmo vertiginoso, rápido, que aumenta conforme se avanza en la lectura. La tensión no se hace esperar, los giros, y los personajes tienen la capacidad de meterse de lleno en la cabeza de quien lee.
Los escenarios, los ambientes y el manejo del lenguaje hacen de este libro una excelente puerta de entrada para la serie del danés Jacobsen, que ya prepara la séptima entrega. Con los años, ha sumado diferentes conflictos que obedecen a la realidad de nuestros días: ataques del islam, enfrentamientos por el petróleo o el gas, guerras entre naciones.
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Jacobsen ha comentado en algunas entrevistas que lo que más le interesaba tratar en “La cacería” era la avaricia que llegan a mostrar los multimillonarios, aquellas personas que por su situación social o económica creen que pueden hacer, literalmente, lo que se les viene en gana, como escribir su propio código moral, por ejemplo, y seguir solo sus propias reglas. Esa es, precisamente, la característica que le provee a estos personajes terribles. “Cuando has cazado todos los animales, piensas que lo siguiente y único que te queda por hacer es cazar humanos”.
“Sabía que los cazadores llevaban todo el día empujándolo hacia ese punto al borde de la nada. Avanzaba a trompicones sobre la gravilla de granito, desechó el rifle de caza descargado y se puso en cuclillas bajo una roca en la que el viento había esculpido una curva confortable en la que acomodar la espalda. A pocos metros de distancia, un riachuelo de agua de deshielo de los glaciares precipitaba al vacío un agua espumosa que aterrizaba en la orilla del fiordo con un audible chapoteo.
»Veía las luces de los faros de unos pocos coches al otro lado del fiordo y, aunque estaban a apenas quince kilómetros, a él le parecía otro mundo. Se escondió las manos en las axilas y apoyó la barbilla en las rodillas mientras contemplaba los destrozos que la bala del cliente había causado en una de sus botas de montaña algunas horas antes en su huida desesperada. El pie aún le sangraba, el líquido rojo goteaba por el agujero, pero ya no le dolía mucho. Se quitó la bota y apretó los dientes cuando se llevó consigo el calcetín, tieso por la sangre reseca. Entonces embutió la bota bajo una piedra y la cubrió con tierra y grava. Tal vez alguien la encontrara un día” - (Fragmento).
De alta tensión y una tremendísima narrativa cinematográfica, “La cacería” es ese tipo de thriller que no perderá minuto con ningún lector. Ahora, a la espera de la traducción de las otras seis, que han vendido más de 500.000 ejemplares en Escandinavia, no habrá más remedio que refugiarse de lleno en ella.
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