“No puedo empezar sin pedir perdón una vez más (...). Jamás será suficiente lo que hagamos para intentar reparar el daño que hemos causado”, escribe el papa Francisco en su nuevo libro, Les pido en nombre de Dios, en el que traza un balance de su pontificado en las vísperas del décimo aniversario de su elección, que se celebrará el próximo 13 de marzo.
Escrito junto al periodista argentino Hernán Reyes Alcaide, Les pido en nombre de Dios condensa las diez preocupaciones centrales del actual Sumo Pontífice, entre las que se encuentran el arrepentimiento por los abusos sexuales cometidos por parte de miembros de la Iglesia, la urgencia del desastre climático, la lucha contra la “barbarie bélica” y la necesidad de adaptar la Iglesia Católica a las necesidades de las nuevas generaciones.
“No se trata de reemplazar nuestra misa por un directo de TikTok o convertir las imágenes de nuestros mártires en Memes para hacerlos circular. Pero podemos encontrar nuevos lenguajes para que la virtualidad no nos sea algo totalmente ajeno. Los ‘confines de la Tierra’ a los que nos llama el Evangelio son ahora también digitales”, escribe Francisco.
Con citas a personalidades variadas como Andrea Camilleri, Dante Alighieri y Banksy, además de un recorrido por la obra de sus antecesores, el pontífice repasa algunos de los principales ejes de sus primeros diez años como Papa que, según anunció recientemente, espera que no sean los últimos. Aunque hubo rumores de renuncia, Francisco descartó esa posibilidad ya que su puesto es “para toda la vida”, por lo que remarcó que la decisión de su antecesor de dimitir del cargo no debe convertirse en una “moda”.
“Les pido en nombre de Dios”: diez frases del papa Francisco
♦ “No puedo empezar sin pedir perdón una vez más. Nunca alcanzarán nuestras palabras de arrepentimiento y consuelo para las víctimas de abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia. Hemos pecado gravemente: miles de vidas han sido arruinadas por quienes debían cuidarlas y tutelarlas. Jamás será suficiente lo que hagamos para intentar reparar el daño que hemos causado”.
♦ “En nombre de Dios pido que defendamos y protejamos la Casa Común. El reloj apremia, la vida toda corre peligro, pero estamos a tiempo. Hago mío el eslogan de algunas de las múltiples y maravillosas manifestaciones juveniles contra este modelo de depredación: No hay plan(eta) B”.
♦ “La recuperación de la economía global no puede ser a costa de que una mayoría empobrecida pierda como siempre para que una minoría cada vez más enriquecida gane como nunca”.
♦ “No se trata de reemplazar nuestra misa por un directo de TikTok o convertir las imágenes de nuestros mártires en Memes para hacerlos circular. Pero podemos encontrar nuevos lenguajes para que la virtualidad no nos sea algo totalmente ajeno. Los “confines de la Tierra” a los que nos llama el Evangelio son ahora también digitales. Allí también podemos iniciar sesión para la misericordia, la ternura y la alegría, sin olvidarnos de los más desfavorecidos”.
♦ “No hay jamás lugar para la barbarie bélica. Menos aún cuando la contienda adquiere uno de sus rostros más injustos: el de las supuestas “guerras preventivas”. La historia reciente nos dio ejemplos, incluso, de “guerras manipuladas”, en las que se crearon falsos pretextos y se manipularon evidencias para justificar ataques a otros países. Por eso pido a las autoridades políticas que pongan freno a las guerras en curso y que no manipulen la información o engañen a sus pueblos para la consecución de objetivos bélicos”.
♦ “Estamos llamados a ser artesanos de paz para las sociedades. Está en nosotros vencer los miedos para construir un mañana más fraterno. Demos el primer paso y vayamos al encuentro del otro, del distinto. Pongamos manos, mente y corazón a trabajar juntos. Seamos el cambio que queremos ver en el mundo”.
♦ “Es importante recordar que la violencia no encuentra fundamento en las convicciones religiosas fundamentales sino en sus deformaciones. La guerra en Ucrania nos llevó a reflexionar nuevamente sobre esto, ante las posturas de algunos hermanos que buscaban justificaciones a actos de odio y pura violencia. No hay espacio para esos discursos en nombre de Dios”.
♦ “Pensemos en las mujeres que huyen por el hambre o las guerras y caen en manos de traficantes de personas. O aquellas que son captadas en vecindarios pobres con la promesa de un futuro mejor y un trabajo remunerado, y al llegar al país de destino se les quita el pasaporte y se las obliga a prostituirse. Una vez en las calles, o en condiciones de esclavitud que muchas veces tienen la complicidad de las fuerzas de seguridad, estas jóvenes son obligadas a trabajar y si no llevan el dinero son golpeadas o sometidas a todo tipo de maltratos”.
♦ “No es ilegal que un ser humano se sienta atraído por el dinero, los viajes en primera clase, las mansiones. Pero convoco a que en la Política se involucren solo los que pueden ir adelante con sobriedad y austeridad en su día a día”.
♦ “El clima de campaña permanente que atraviesa las democracias modernas convierte a los políticos en máquinas de repetir eslóganes efectistas sin intercambios reales con sus adversarios. Los medios de comunicación, con formatos que restringen cada vez más la posibilidad de desarrollar ideas, contribuyen a reducir la calidad de la discusión”.
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