“Escribir me distraía y me ayudaba a elaborar”, dice Natalia Moret cuando habla de su última novela, El año en que debía morir, que narra en tiempo real la espera de los resultados de una biopsia para saber si eso que crecía en una de sus mamas era un tumor maligno o no. “Fue el mes que tuve y no tuve cáncer”, escribe en el libro, publicado por Ediciones B. Y cuando reflexiona sobre qué impacto tuvo meterse a narrar esa espera mientras esa espera ocurría, habla de un efecto doble: distracción y elaboración, un poco y un poco.
Lo dice en el episodio de Podcast de autor que tiene como única protagonista a la autora de Un publicista en apuros y que se puede escuchar acá. En entrevista con Julieta Roffo, periodista de Infobae, Moret explica: “En la literatura encontré personajes que, por ser un poco extranjeros en todos lados, sentí parecidos a mí en cuanto a la incomodidad. Esa incomodidad que siento propicia la escritura, que es una posible búsqueda para ya no sentirse así”.
En El año en que debía morir hay pandemia, una mudanza para no apilarse en un departamento en pleno encierro, y un destino que parece obligado: morir de cáncer de mama a los 42 años, tal como murió la madre de la protagonista -y de Moret- a esa misma edad y por esa misma enfermedad. “La locura sobre esa especie de mandato era tal que llegué a pensar en que podía pasar”, cuenta Moret en Podcast de autor.
La autora, que además de escritora es socióloga y guionista, explica: “Decidí que el tiempo presente de la novela iba a ser justamente la espera de la biopsia, y en el resultado de ese estudio está el aprendizaje. Por un lado, que lo aterrador es la incertidumbre, y por otro, que hay que revisar los mandatos. No hay que tomar todo lo que se espera de nosotros”.
Hubo dos libros de todos los que leyó Moret que impactaron especialmente en la escritura de El año en que debía morir: La novela luminosa, de Mario Levrero, y El año del pensamiento mágico, escrito por Joan Didion y con un título que suena en la misma sintonía que el de la autora de Un publicista en apuros. ¿Por qué esos dos? Lo cuenta en conversación con Roffo: “La novela luminosa describe una espera en tiempo real y narra también el proceso de escritura que se da durante esa espera, y El año del pensamiento mágico, libro en el que Didion cuenta cómo se transforma su vida tras perder en un mismo año a su hija y su marido, está escrito por una persona shockeada, con frialdad y con lenguaje poético, por alguien que quiere entender qué pasó”.
En el episodio del podcast que protagoniza, Moret tiene tiempo para detenerse sobre una especie de temor o angustia que puede aquejar a quienes dedican buena parte de su tiempo, su cabeza y su corazón a escribir. “Existe la angustia de la página en blanco, claro -dice sobre ese momento tan difícil y ya tan mencionado-, pero hay otra angustia, que es la de la página ya escrita. Esa es una angustia todavía más difícil de trabajar porque la página escrita nunca se parece a todo lo que te habías imaginado”, se lamenta un poco.
Pero después de esa angustia, el trabajo continúa toda vez que haya una historia para contar. Al fin y al cabo, de sobreponerse a esa frustración están hechos los libros.
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