Si tu pareja soñada no ha llegado, no hay de qué preocuparse; al mal tiempo, buena cara. Puede que no tengas a quien abrazar en este San Valentín, pero eso te da el tiempo para sentarte a leer un buen libro, quizás sentado en una banca, en algún parque, mirando hacia el infinito, soñando con ese amor ideal, pero sería mejor si los toma con un libro entre las manos y, mejor aún, embelesados con la historia y no con lo que no ha sido y podría ser.
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En Infobae Leamos, hemos querido traer a cuento un libro que, además de bueno, parece haber sido pensado justo para la ocasión. Se trata de una novela ingeniosa que da cuenta de una serie de personajes en la etapa más ruda de sus vidas, y es una muestra de la pluma de una de las escritoras más interesantes del último tiempo en Europa.
Son 288 páginas las que componen la edición en español de “Los solteros”, la novela de Muriel Spark, traducida por el también escritor, Juan Cárdenas, autor de títulos como “Los estratos” o “El diablo de las provincias”.
En la novela, un abogado, un párroco que no lo es, un detective, un profesor que trabaja en el British Council, un experto en grafología que padece de epilepsia, un irlandés enamoradizo que huye del sexo opuesto, son los solteros que la autora ha escogido para narrar esta historia llena de personajes que se pasan los días siendo víctimas de la abulia.
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Los que están al interior de “Los solteros” son personajes demasiado británicos, charlan en bares, compran en Fortum & Mason, y se imaginan todo tipo de horrores alrededor de sus vidas. Su existencia se verá un día alterada por la aparición de un médium llamado Patrick Seton, que conseguirá que todos ellos transformen sus vidas de una vez y para siempre. De repente, dejarán de ser lo que eran y pasaran a ocupar los puestos de estafadores, ladrones, chantajistas, espiritistas, y todo acabará desembocando en un episodio grotesco.
Con gran acierto, la autora británica narra cada una de las andanzas de estos solteros en el Londres de los años 50, articulando la trama con un episodio digno de las ficciones de Patricia Highsmith. Alrededor de estos personajes, las mujeres aparecen un tanto desorientadas ante la vida, poco seguras, poco empoderadas, que sería lo usual en estos tiempos. Son los años 50, las condiciones y la mentalidad eran otras. Lo que hace Spark es asegurarse de retratarlas como entonces eran.
El médium que llega entonces, trae consigo la vuelta de tuerca para la historia. Es un personaje siniestro y ambiguo. A su lado, los demás, que no pierden importancia, sino que su protagonismo se ve intervenido por el magnetismo que carga consigo.
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Hay un trasfondo religioso a su alrededor, alusiones a la culpa, al pecado, a la expiación. Aquello tiene que ver, probablemente, con el momento en que Spark se convierte al catolicismo. Su ideología permea sus ficciones.
Una novela con un poco de todo, con personajes solteros, sí, pero una trama que entretiene. La ironía abunda en sus páginas, lo que hace que la historia sea grata de leer. Puede que Muriel Spark haya escrito “Los solteros” sin pensar en los lectores que se identificarían con el calificativo, pero lo cierto es que ahora, en verdad, habrá más de un soltero que la disfrute y cuya compañía le sirva de distracción en cuanto arribe el día del ángel de los enamorados.
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