En su más reciente novela, el escritor español Raül Garrigasait (Solsona, 1979) realiza una narración con un abrupto y ambiguo final. Bajo el título de “Profecia” presenta la historia de un padre y una hija que son testigos de un insólito y angustiante fenómeno, cuando en la ciudad de Barcelona se desata una plaga de Jabalíes que invade las calles y se convierten en protagonistas de la historia.
Garrigasait tal vez se vio inspirado en las sorprendentes imágenes que dejó la pandemia, miles de Jabalíes acampando en las calles de la capital catalana como consecuencia de las restricciones de aislamiento provocadas por la pandemia. En su relato, se encarga de presentar a Barcelona como un territorio distópico en el que estos animales se han multiplicado a tal grado que se han apoderado de la ciudad.
La novela es narrada en tercera persona y salta de un punto de vista a otro, siguiendo diferentes personajes que se cruzan en esta delirante y repetitiva historia. Andreu Garom (el padre) es un veterinario especialista en jabalíes, que está obsesionado con un macho enorme al que persigue día y noche a través del GPS.
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Andreu Garom es un personaje que, en medio de su ansiedad, recuerda por momentos la ceguera que atraviesa el capitán Ahab respecto a “Moby Dick”. Ante la amenaza de la propagación de la especie en la ciudad, el ayuntamiento le encarga desarrollar un plan de control, pero ante lo que el autor consdera una sensibilidad ecológica malentendida, le prohíben eliminar a ningún jabalí.
Por su parte, Débora (la hija), es una joven universitaria que estudia la cultura hebrea, las profecías, historias y leyendas macabras, mientras trata de seguir los pasos de su madre, desaparecida brutalmente. Este suceso traumático, pero también otro relacionado con una cría de jabalí, la separan de su padre. Así alimenta un odio que parece canalizarse en la plaga de estas bestias que encarnan una fuerza incontrolada.
Garrigasait se encarga de señalar las contradicciones que rigen nuestro estatus de humanos con respecto a la relación que se establece actualmente con la naturaleza, expone la inoperatividad del Ayuntamiento de esta ciudad, así como la influencia descontrolada de las redes sociales, las envidias entre profesores universitarios y la incompetencia de los políticos, e inclusive el autor se encarga de hacer un guiño al procés, que pretendió lograr la independencia de Cataluña por medio de un referendo que finalmente fue considerado ilegal.
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En la novela, la plaga de Jabalíes procedentes de Collserola, que comen basura, husmea y crean una sensación de descontrol, también señalizan el peligro de accidente. A partir de aquí, en la narración se devienen los juegos de los agentes sociales e intervienen los aspectos políticos, liderados por una alcaldesa de Barcelona de setenta años, de la que Garrigasait hace un retrato de Catalunya y Barecelona, con una crítica implacable a la política de diálogo postprocés.
El autor se encarga de presentar una serie de personajes que caen en el estereotipo y cuyas relaciones parecen una excusa para encajar en una serie de reflexiones de corte político, pero sobre todo de gran carga filosófica. En “Profecia” el autor visita las distintas visiones que se ofrece de Dios, la de la religión cristiana y la de la judía, así como la relación entre la lengua hebrea y su riqueza de significados.
La historia de “Profecia”, no es una novela de ciencia ficción, es más bien un cumulo de ideas con las que Raül Garrigasait ha decidido jugar, por ejemplo, con el concepto de Profecia, que ha dado en título a la publicación. El autormantiene en esta obra un pulso de pasajes hipnóticos, con las descripciones tristes o lastimeras que emergen de las calles oscurecidas por los Jabalíes.
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