Rodeada de cinco de sus nueve nietos, que hicieron “pijamada” la noche anterior, la mexicana Silvia Cherem es abuela. Y también es periodista y escritora consagrada. En su casa de México D.F atiende a Infobae Leamos por teléfono. Su voz es cantarina y fresca. Conversa y le gusta. Habla de su vida, de sus libros y sobre todo del último, Ese Instante, y de cómo su popularidad la tomó por sorpresa. “Nunca imaginé que un libro de crónicas periodísticas, con un acento literario, pudiera ser recibido por los lectores, por la sociedad, como un libro inspirador”, asegura.
Cuando se le pregunta cuál es el secreto para lograr tomar al lector del cuello y decirle “de aquí no te vas hasta que termines de leer”, se ríe y lo vincula con algo que dijo en otra entrevista: “Creo que debe ser que, desde la primera página, podamos oler, sentir, sufrir, escalar, soñar y cimbrarnos con lo que les pasa a los personajes, pero, también, con lo que somos. Es un juego de espejos -asegura- que obliga al lector a seguir porque, al final, la vida es eso: siempre incierta. Asomarse al horror nos permite saber cómo la gente logra resolver. ¡Anda! Eres adulto. Tienes herramientas. ¡Entonces tú también resuelve!”.
Los relatos de seis sobrevivientes a tragedias indecibles –transformados en seis crónicas de vida- interpelan al lector y lo llevan irremediablemente a uno de los interrogantes fundacionales de la humanidad: ¿Por qué estamos aquí? ¿Para qué nos fue dada la vida? “Empecé a escribir exactamente en el orden en que las historias están presentadas en el libro. Al principio, no me daba cuenta si esas historias tenían un hilo conductor. Pero después si: ese hilo tiene que ver con cómo contemplo yo la vida misma. Las preguntas que me hago desde joven. Esas historias me identifican por la forma en que sus protagonistas deciden seguir adelante. Detesto a los que se victimizan. Por eso escribo historias de los que se levantan y siguen”.
La particular forma de contar de la autora, logra que el lector sienta, en carne propia, la ola mortal del Tsunami que vivió Karen, la falta de oxígeno y las cenizas que asfixian a Laura en su escape de las Torres Gemelas, y la increíble pero real entereza de todos ellos para lograr sobrevivir, barajar y dar de nuevo. Historias reales de personas reales que regresaron del abismo.
Algunos tramos de la lectura estrujan el alma. Parecen historias salidas de alguna pantalla de cine, pero no: son descaradamente reales. Y entonces la duda: ¿Qué pasaría si yo estuviera ahí? ¿Qué haría en su lugar?
Silvia Cherem responde que lo que une a los protagonistas de estos seis relatos de la vida real es, sin dudas, el amor a la vida: “El amor a no claudicar, la necesidad de aferrarnos al privilegio de existir. Todos ellos, cuando la muerte los sorprende con su guadaña, exigen seguir, salen de los límites y se sobreponen encontrando nuevos caminos donde parecían cerrados. Por ello siempre insisto: hay que poner foco en lo que vale la pena, es decir, en el amor a los más queridos, en nuestras redes de contención. Ello es lo que nos salva del abismo”.
El libro, lanzado en plena pandemia, fue sin duda un hito en su carrera y en la vida de miles de personas que se sostuvieron y se ilusionaron con esos héroes y heroínas de carne y hueso, que sin saberlo alentaron a todos a seguir viviendo. “El éxito en realidad tiene más que ver con la dedicación, la entrega y la capacidad de no darse por vencidos. Con la prudencia y la humildad. Con la disciplina, inteligencia y pasión que impriman en su camino. Comprender que la vida es hoy, que la suerte es estar aquí y que bien vale la pena vivirla”.
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