Célebre por haberse quedado en 2018 con el Premio Nobel Alternativo de Literatura, la escritora Maryse Condé es una de las autoras más originales y versátiles de la literatura contemporánea.
Declarada feminista y defensora de la historia y la cultura africanas, la nacida en Guadalupe llega a sus 86 años en febrero de 2023. La suya es una de las voces más frescas y necesarias de las últimas décadas, con libros como “Una estación en Rihata” (1981), “El árbol de la vida” (1987) y “La Deseada” (2021), entre otros títulos.
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Desde que se inició como autora publicada, en 1972, Condé ha concebido más de una veintena de títulos, entre obras de teatro, colecciones de relatos y novelas. Su producción es de las más prolíficas que se han visto en los últimos 50 años y es de las autoras que mayor facilidad tienen para pasar de un contenido académico a uno de literario.
Galardonada con distintos premios y reconocimientos, entre los más grandes se pueden mencionar: Le Prix de L’Académie Française (1988), Grand Prix Littéraire des jeunes lecteurs de l’Ile de France (1994), Premio Marguerite Yourcenar (1999), y el Trofeo de Artes Afro-Caribeñas (2008). Además, en 1993, fue la primera mujer que recibió el Premio Putterbaugh, otorgado por los Estados Unidos a escritores francófonos.
Ha enseñado durante décadas literatura francófona en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Presidió el Comité por la Memoria de la Esclavitud en Francia (2001), cuyo trabajo se materializó en la ley que reconoce la esclavitud como un crimen contra la humanidad. Le debemos asimismo la creación del Premio de las Américas Insulares y Guyana, que recompensa anualmente al mejor libro del panorama antillano.
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Con motivo de su cumpleaños, en Infobae Leamos, hemos seleccionado tres títulos de sus libros para leerla en su mes, o bien para descubrirla. Tres novelas que, de seguro, a más de un lector le agradarán:
Yo, Tituba, la bruja negra de Salem
Esta novela le permitió a Maryse Condé ganar el Grand Prix Littéraire de la Femme. Publicada originalmente en 1986, cuenta la historia, desgarradora en sí misma, oscura y extremadamente realista, de Tibuba, una esclava negra que es acusada de brujería en la ciudad de Salem, a finales del siglo XVII. La autora adopta su voz y trata temas como la violencia, el deseo del cuerpo, la superstición y la inocencia.
Hija de Abena, otra esclava, y un marinero inglés que la violó a bordo de un barco traficante, Tituba es iniciada en las artes sobrenaturales por una de las curanderas más habilidosas de la isla de Barbados, cuyo nombre es Man Yaya.
A Salem llega Tituba, comprada por un pastor obsesionado con el diablo, y allí su vida cambiará para siempre. Detenida y abandonada en la prisión tras haber sido tildada de bruja, Tituba es la voz que guía al lector por esta historia que terminará, finalmente, en el país natal de los cimarrones y los primeros esclavos.
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Corazón que ríe, corazón que llora
Las letras antillanas tienen en Maryse Condé a su más grande representante. En esta novela lo confirma una vez más. Con buen tino, la autora explora con honestidad los pasajes de su infancia y juventud para luego trazar un profundo ejercicio de reflexión y autodescubrimiento.
No es fácil vivir entre dos mundos, es la idea que parece repetirse. La pequeña Maryse lo sabe bien. En casa, en medio de una isla caribeña de Guadalupe, sus padres se niegan a hablar la lengua criolla y presentan su francés con orgullo, pero cuando la familia viaja a París, los blancos los miran con desdén.
En el momento en que nació, Maryse Condé entendió que los tambores y el carnaval hacían parte de su vida. Los sonidos africanos estarían en todo, en el primer amor, el primer dolor, el descubrimiento de sí misma; la aceptación de la negritud, su feminidad, la toma de conciencia política, el surgimiento de la vocación literaria.
Las páginas de “Corazón que ríe, corazón que llora” están llenas de los recuerdos de la propia escritora que, pasados los años, ha decidido echar vistazo al paso y hacer las pases consigo misma y sus orígenes.
La vida sin maquillaje
Bordeando la autobiografía, en este libro, Maryse Condé construye el relato de una mujer que busca sin cansancio la felicidad última, sin dejar que los azares del destino la agobien. La autora conduce a los lectores, una vez más, por la historia de su vida para asistir al momento que atraviesa, que marca su juventud. El recorrido inicia en París, con un embarazo accidental, y pasa por Costa de Marfil, Guinea, Ghana y Senegal. Estos sitios conforma el escenario vital de la autora para su transformación, su entrega a la literatura y el acercamiento con el socialismo africano, al tiempo que se enfrenta con engaños amorosos, los obstáculos de una maternidad no deseada y los estragos emocionales de la orfandad.
El acierto en este libro por parte de Maryse Condé es total. Contar su historia, sin maquillaje, a pesar de los terribles sufrimientos, y conseguir una novela de gran factura literaria, es cosa meritoria.
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