Hay muchas formas de expresar amor, eso es sabido, y en San Valentín muchos harán gala de sus talentos para hacerle entender a esa persona especial lo que sienten. Los detalles siempre estarán en los primeros lugares de la lista. Regalar algo que le guste a la otra persona, usualmente, no falla y, si hablamos de regalos, los libros no pueden faltar.
Los lectores apreciamos que nos obsequien libros todo el tiempo y lo apreciamos aún más si se trata de una ocasión especial y de una persona especial. Con el ánimo de acompañar un poco a esos lectores enamoradizos en estas fechas, a continuación hay algunos títulos de la literatura colombiana cuyo tratamiento del tema del amor, en diferentes categorías, ha trascendido y que recomendamos para obsequiarle a ese ser amado, o bien para quedar enredados entre las páginas:
El amor a la música
Si de libros que retraten el amor a la música hablamos, uno de los más interesantes que se han escrito en el último tiempo sería “La nostalgia del melómano”, de Juan Carlos Garay.
Se trata de una novela conmovedora, para quien la lee en clave musical, acerca de la pasión, el amor desenfrenado que llega a sentir una persona por la música. El protagonista de esta historia vive en Bogotá y se pasa los días a merced de los sonidos, de las canciones que lo mueven por dentro y lo transportan a rincones de su mente que no recordaba que existían.
Francisco Talavera, Efe para sus amigos, es el propietario de El Cocodrilo Discos, una tienda de discos antiguos y joyas de la historia de la música. De la mano de este personaje, el lector podrá conocer esa sensación casi orgásmica que produce el jazz, o las lágrimas de alegría que Gardel genera; la agonía de Beethoven, la guitarra inconfundible de Eric Clapton, la poesía de Joaquín Sabina o el estado de ensueño que genera escuchar a Edith Piaf. Talavera está enamorado de la música, y de eso trata este libro, en donde Garay consiguió decirlo todo.
El amor a la ciudad
En la literatura colombiana no existe otra novela, cuento o poema que le rinda un homenaje tan bello a una ciudad, que la narre con tal fervor y adoración como esta de Antonio Caballero, la única que escribió en su vida.
Al interior de las páginas de “Sin remedio”, los lectores se encontrarán con el poeta Ignacio Escobar, que sale a recorrer las calles de Bogotá, durante los años setenta, después de que su novia lo abandona por no querer tener hijos con ella. A partir de entonces, Escobar frecuentará la vida nocturna de su ciudad y estará más cerca de la poesía que tanto ha buscado en su vida.
Varias veces antes de morir, Caballero dijo que esta es una novela sobre la poesía, pero sus lectores han defendido que se trata de una obra sobre Bogotá. En ese orden de ideas, es una pieza que narra los días de un poeta enamorado de su ciudad.
Uno de los grandes libros de la literatura colombiana en la segunda mitad del siglo XX, y la obra maestra de su autor.
El amor a los libros
Solo un bibliófilo podría escribir un libro tan bello sobre la importancia de los libros en nuestras vidas, y solo un librero habría podido explicar el amor ciego que sentimos por estos objetos. Embelesado como nadie por su oficio y atraído hasta la médula por los libros, al interior de las páginas de este, el librero Álvaro Castillo Granada organiza el mundo según las historias que hemos leído y nos componen.
“Librovejero” es un homenaje, una oda, un canto de amor a los libros. Aquí, el librero deja en evidencia, como lo señala la contraportada del título, que la materialidad de las publicaciones moldea la actividad intelectual, que el objeto no solo contiene pensamientos, sino que los influye, que los volúmenes tienen vida propia y establecen diálogo entre ellos.
Con una prosa ágil, inteligente y amena, Álvaro Castillo Granada expone en estas páginas cómo los libros usados, el objeto que muchas veces damos por sentado, son el eje rector de nuestra existencia. Bibliotecas, ejemplares firmados, ediciones imposibles de hallar, títulos caprichosos, escritores y libreros entrañables son las coordenadas que orientan este universo.
El amor fraterno
Probablemente sea una de las historias más conocidas de la literatura colombiana en estos tiempos, la del escritor Héctor Abad Faciolince y su padre.
En “El olvido que seremos”, título adaptado al cine por Fernando Trueba, el lector asiste a una verdadera lección de amor de un hijo hacia su padre. Cuando no es admiración, es idolatría y aquí está su historia reconstruida.
Héctor Abad Gómez dedicó los últimos años de su vida, hasta la misma noche en que cayó asesinado en pleno centro de Medellín, a la defensa de los derechos humanos. Su hijo lo trae a cuento en este libro como un personaje amoroso, paciente y atento. La historia termina siendo, también, el recuerdo de una ciudad, de una familia y una evocación melancólica de la niñez.
El amor a una mujer
Creería que sobre este libro no hay que decir mucho. Se trata de una de las obras más relevantes de Gabriel García Márquez, después de “Cien años de soledad”.
En casi 500 páginas, el ganador del Premio Nobel de Literatura en 1986, narra la historia de amor entre Fermina Daza y Florentino Ariza, en un pueblecito portuario del Caribe, a lo largo de más de sesenta años. Los obstáculos que se les presentan solo sirven para confirmar una de las ideas más poderosas, que es el amor, y no la muerte, la que no tiene límites.