Después del éxito editorial que representaron los cuentos incluidos en “Caballos de medianoche”, el escritor peruano Guillermo Niño de Guzmán regresa a la escena con su más reciente publicación, titulada “Hasta perder el aliento” (Planeta,2023), el primer tomo de un díptico, que ha bautizado “Cuadernos de letraherido”, del cual ya se encuentra en la preparación del segundo volumen. Niño de Guzmán reúne una serie de apuntes, reflexiones, evocaciones e influencias que ha ido registrando en su viaje personal y literario.
Para esta primera entrega, el escritor nacido en Lima parte de dos temas centrales: la escritura y la lectura. Retoma la idea de que un escritor, antes de serlo, es un lector y explica, desde las primeras páginas, cómo la lectura, que se ha convertido en una actividad recurrente en su vida. es, bajo su premisa, un vicio solitario e impune, como lo expresó Valery Larbaud.
En este texto el también periodista peruano se encarga de plasmar todo lo que le ha dejado uno de los mayores placeres de su vida. Las notas incluidas no son más que el fiel testimonio de las aventuras de Guillermo Niño de Guzmán como lector, una actividad de la que comparte no solo ha descubierto insospechados territorios, sino que, como él dice, “ha contribuido a enriquecer mi modesta existencia”.
“Desde muy joven, vivo en función de la literatura. No me importa si no soy famoso, si no gano suficiente dinero, porque lo que cuenta es que escribir le da sentido a mi vida. Mi única certeza es que he sido fiel a mi vocación. Yo siempre quise ser escritor, desde que era un adolescente y los libros se convirtieron en una pasión inconmensurable. De una u otra manera, me las he arreglado para sobrevivir en el mundo de las letras, ya sea haciendo periodismo o trabajos de traducción y edición”, Guillermo Niño de Guzmán.
En “Hasta perder el aliento” el autor asume, que cuándo lee, aunque sea de manera vicaria, emergen una variedad de roles y comportamientos que le son ajenos en su devenir cotidiano, restringido por las limitaciones inherentes a la condición humana. Bajo esta primicia, Guillermo Niño de Guzmán se encarga de dejar en claro, porque leer representa la posibilidad increíble de vivir muchas más vidas que las que nos han sido concedidas.
En cuanto a La escritura, aquí se revelan mis certezas, dudas y frustraciones relativas al oficio que le da sentido a mi existencia. Por lo mismo, también figuran las tribulaciones que otros escritores han experimentado en su proceso creativo, así como incidencias relacionadas con artistas de distinto signo, “cuyas obras han alimentado mis sueños y pasiones a lo largo del tiempo”.
“Soy muy crítico conmigo mismo y sufro mucho cuando atravieso estados de bloqueo creativo. En esos momentos, me cuestiono todo y pienso, como Truman Capote, que los dioses no me han concedido un don, sino que me han impuesto un yugo. Es algo que roza lo patológico, porque, a veces, creo que escribo para no tener remordimientos, por no escribir” Guillermo Niño de Guzmán en entrevista con La República.
En “Hasta perder el aliento”, el que el autor se muestra como un ferviente lector, pero también es un texto testimonial, en el que acusa lecturas gozosas y críticas, invita al debate e incluso, de la manera más natural, recuerda al lector la historia y teorías literarias. En estos textos recoge las lecturas, curiosidades sobre libros y autores, citas que le gustan, poemas y fragmentos traducidos, todo movido por su pasión por la escritura y la lectura.
Seguir Leyendo: