Considerada una de las grandes voces femeninas de la literatura italiana contemporánea, Dacia Maraini (Fiesole, Italia. 1936) acaba de publicar la novela “Memorias de una ladrona”. Se trata de la historia de una mujer semianalfabeta en la Italia de la Segunda Guerra Mundial, hasta la década de los setenta, un relato sobre la vida de Teresa Numa, un personaje de ficción basado en una mujer real que la escritora conoció en la prisión de Rebibbia en 1969.
Teresa Numa, protagonista de “Memorias de una ladrona”, es una mujer que vive de lo que consigue robar; su historia en primera instancia se desarrolla en Roma y posteriormente en un recorrido por una Italia llena de pensiones, cines de tercera categoría, manicomios criminales y cárceles femeninas, donde Teresa entabla amistades con estafadores, prostitutas y carteristas profesionales, sin por eso dejar de ser una persona simple, alegre y, a su modo, honesta.
Las vivencias de Teresa Numa son narradas en primera persona, de ahí que Dacia Maraini decidiera que se tratase de una novela que hace uso del lenguaje pobre, sin florituras, propio de una mujer perteneciente al lumpen italiano. La narrativa de la novela está pensada para que el lector conozca el lado humano de los personajes, comprender los orígenes de la marginalidad y poder así trazar una línea de cordura, ante el delito y la necesidad.
Dacia Maraini se encargó en esta novela de ficcionar las confesiones de la reclusa que conoció, y hace de ella el retrato de la Italia de principios de los setenta, una región y todo un país azotado por la pobreza, pero de carácter resolutivo e imaginativo, un territorio, en definitiva, instaurado en lo trágico y la contradicción, pero el cual la escritora describe como genuinamente picaresco.
A lo largo de 360 páginas, “Memorias de una ladrona”, presenta una enumeración de pequeñas estafas y hurtos entre las que se intercalan las constantes búsquedas de lugares donde dormir y comida caliente que llevarse a la boca y las estancias en diversas cárceles del país y un manicomio. Teresa sueña con la libertad, y lo expresa sin tantos rodeos, con pensamientos, sin filtro, nublados por el humo de los cigarrillos que fuma compulsivamente.
La voz de Teresa, se convierte en la de los silenciados italianos, de quienes, después del paso de la Segunda Guerra Mundial, se vieron orillados a sobrevivir de actividades ilegales. En este relato, Maraini, logra a través de su protagonista despertar la simpatía del lector y también la compasión, ante las duras condiciones que debió vivir esta mujer, desde el momento histórico que le toca nacer y las resonancias de una sociedad instaurada en el machismo.
La escritora da cuenta de aquel mundo que le tocó vivir a Teresa, una Italia donde la violencia y los abusos estaban a la orden del día, en donde el amor tenía precio, y el sexo era la moneda de cambio, un territorio de poco trabajo y oportunidades. En medio de todo el caos, Teresa será capaz de arrancarle al destino momentos punzantes llenos de sinceridad, retazos de una bondad ahogada por el tiempo y las desfavorables circunstancias.
Entre esbozos de libertad y estabilidad, Maraini sumerge la existencia de su protagonista al realismo tragicómico de sus líneas, un personaje que se desarma al ritmo de las páginas salpicadas de elementos picarescos típicos de la región. “Memorias de una ladrona” presenta una protagonista, víctima de los hombres, de la familia, la sociedad y del sistema. La vida de Teresa es la de muchas mujeres solteras de la postguerra italiana en medio del abandono, ladrones y prostitución.
Dacia Maraini, nació en Fiesole (Florencia, 1936), se trasladó con toda su familia y tan solo dos años de edad a Japón, donde, tras la alianza del país nipón con las fuerzas de Mussolini, vivió la experiencia del campo de concentración. Cuando regresó a Italia, se estableció antes en Sicilia y luego en Roma, donde ligó muy pronto su vida a la literatura y comenzó a publicar sus primeras novelas y obras teatrales. “Los años rotos” (1963), “La larga vida de Marianna Ucrìa” (1990) y “El tren de la última noche” (2008) y “Strega” (1999) entre otras, obras consideradas en la historia del feminismo italiano y europeo.
Seguir Leyendo: