Soledad Puértolas llega a sus 76 años este 3 de febrero de 2023 con una obra literaria bastante nutrida a cuestas. Desde publicó su primer texto ha concebido más de una veintena de títulos, entre novela, cuento, ensayo y artículos periodísticos. La suya es una de las obras más prolíficas de la literatura española en los últimos 50 años.
Nacida en Zaragoza, Puértolas ha sabido destacarse tanto en la escritura literaria como en la académica, por ello hoy es una de las autoras miembro de la Real Academia de la Lengua Española, ocupando la silla “g”. Su trabajo ha sido reconocido en varias ocasiones y entre los numerosos galardones que ha recibido destacan el Premio Planeta (1989), el Premio Anagrama de Ensayo (1993), el Premio de las Letras Aragonesas (2003) y el Premio Liber de autor hispanoamericano más destacado (2022), otorgada por la Federación de Gremios de Editores de España.
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Entre sus títulos más destacados es posible mencionar los libros de cuento “Una enfermedad moral” (1982), “La corriente del golfo” (1993), “Adiós a las novias” (2000), y las novelas “Queda la noche” (1989), “Si al atardecer llegara el mensajero” (1995), “Historia de un abrigo” (2005) y “Música de ópera” (2019).
Con el ánimo de recordar a la autora en su aniversario, en Infobae Leamos hemos hecho una selección de tres libros suyos para leerla como se debe. De paso, para quienes no la conocían, puedan servir de entrada a su universo literario. A continuación, una novela, un libro de cuentos y otro de ensayo.
Todos mienten (1988)
Esta novela, la tercera de su autora, toma como espacio el Madrid moderno de finales de los ochenta y en ella, Puértolas relata el paso de la adolescencia a la madurez de un joven que ha crecido en dos ambientes opuestos: en casa, rodeado siempre de las amigas de su madre, y con sus abuelos, donde el mundo es mucho más convencional y todo el tiempo evoca la muerte, la enfermedad y la locura.
El narrador de esta historia se encontrará con los fantasmas del pasado familiar, entre uno y otro espacio, y asistirá al encuentro de lo que se dice, por ejemplo, sobre ese tío materno que recorrió las Américas y regresó a España enriquecido, o el hermano menor que es tan inteligente, amable y perfecto. Incapaz de madurar, el narrador ve a la familia desde los límites, sintiéndose más afuera que adentro.
Enfrentado al vértigo de tan variadas experiencias, sometido al constante vaivén de familiares y conocidos, entre los que no encuentra su lugar, el narrador acabará aprendiendo que tal vez lo cuerdo, lo conveniente, la única forma de vivir, sea, a fin de cuentas, engañarse a uno mismo, mentir, apunta la editorial. Quien vive miente, aunque, de uno u otro modo, todos viven, todos sucumben, todos mienten.
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La vida oculta (1993)
Este libro le mereció a la autora española el XXI Premio Anagrama de Ensayo. Supone, en sí mismo, el punto de partida de gran parte del trabajo literario de Puértolas.
No han sido pocos los escritores que, junto a sus obras de ficción, han ido sacando a la luz sus propias reflexiones sobre algunos aspectos del oficio o la vocación de escribir, los riesgos que conlleva, la necesidad de publicar, la tentación del silencio, la búsqueda de puntos de apoyo y de señales, de compañía, complicidad y estímulo, en el vasto legado literario. De eso habla en estas páginas la autora, de lo que hace que sean sus prioridades, gustos y afinidades
Soledad Puértolas ofrece a los lectores, los orígenes de sus novelas y de algunos de sus cuentos, en una suerte de ejercicio literario que, huyendo de la explicación de aquello que los autores deben evitar, sirve de ejemplo final de uno de los temas que constituyen la materia de reflexión del libro: los confusos límites entre vida y literatura.
A lo largo de estas páginas, apunta la editorial, nos vamos acercando a ese núcleo íntimo en el que se forjan y cultivan los secretos que luego, con una mezcla de miedo, valor, audacia y osadía, irrumpirán en el mundo y serán distintos para cada lector, lográndose el milagro de que la fugaz visión del escritor se haya convertido, al fin, en visión para los demás, en visión imperecedera.
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Chicos y chicas (2016)
Uno de los títulos más recientes de la autora y uno de sus libros de cuentos más extraordinarios. Aquí, la voz de Soledad Puértolas se vuelca en la tercera persona para seducir a los lectores, cuando no está experimentando con la primera, y consigue una mayor serenidad como narradora, mayor hondura.
Los que aquí se encuentran reunidos, reseña la editorial, son relatos que tratan de encuentros, de desencuentros, de reencuentros. De chicos y chicas. De parejas que se separan, de traiciones, envidias e ilusiones, de mitos de adolescencia, de ideales de juventud, de las perplejidades de la madurez, del extrañamiento de la vida. Hay hijas que veneran a sus madres, madres que desconfían de sus hijas o de sus yernos, hay perros que se encaraman a las novias de sus dueños, hay horas de calor y de amor en el interior de una caravana, en un camping, horas arrancadas a la vida oficial, de todos conocida, horas secretas. Y horas que, aun estando a la vista de todos, nadie ve. Solo la voz que narra, que escoge ese momento y lo detiene. Un antiguo amor, una niña de la mano de su madre, las olas del mar enroscadas a los tobillos. No hay nadie en la playa todavía.
Recuerdos, premoniciones, ensoñaciones. Realidades que nos sacuden. Personas que irrumpen, que se van sin decir adiós. Silencios que solo pueden llenarse con sueños. Personajes de todas las edades que, de pronto, se sitúan a un lado del camino, ven el paso de los otros, y no saben si han vivido ya ese momento o es algo que aún está por venir.
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