Menta granizada, de la joven escritora argentina Agus Cámara, cuenta la historia de un grupo de adolescentes ubicados en un colegio de Córdoba Capital, Argentina. Algunos dirán que es la historia de Joaquín, otros que es la historia de Samanta. Sin embargo, yo llegué a la conclusión de que es una historia sobre la vida, cómo la transitan los adolescentes en ese preciso momento en donde comienzan la transición hacia la adultez y la importancia del perdón a tan temprana edad para así no cargar con una mochila de emociones oscuras por el resto de la vida.
Samanta es la típica compañera mala onda del secundario. Conversa con muy pocos compañeros y su coraza protectora la hace temible para la mayoría de los adolescentes que la acompañan en el salón de clases del penúltimo año. Nadie quiere acercarse a ella por decisión propia y, cuando por obligación deben hacerlo, les aterra la posibilidad de decir algo incorrecto o de mirarla por mucho tiempo.
Claro que es mucho más sencillo hablar de la personalidad compleja de esta adolescente antes de poner en primer plano el detrás de la historia. Samanta fue paciente oncológica muchos años atrás, cuando era una chica alegre, llena de vida y con muchos amigos. El gran dolor que lleva no nació solo a partir de lo que vivió transitando el cáncer y lo que vio a su alrededor en el hospital, sino también por el hecho de que ninguno de sus compañeros estuvo ahí para darle su apoyo o brindarle algunas palabras de aliento.
La joven se encontró con el lado cruel y duro de la vida a temprana edad sin tener a nadie cerca. Es por esta razón que Sam transita su adolescencia con cierto resentimiento y descontento con sus compañeros de clase. Hasta que un día llega Joaquín al colegio. Este chico viene desde un pueblo de Córdoba a la gran ciudad a raíz del nuevo matrimonio de su madre. Crecer lejos de su hermanita no era una opción para el joven, aunque esa decisión le doliera en el corazón, ya que implicaba dejar de un lado a sus amigos, a su padre, a su pueblo y, sobre todo, dejar atrás a su abuela.
El amor por su lugar de origen y sus familiares es algo de lo que Joaquín se siente muy orgulloso. Enseguida logra conectar con los chicos del nuevo colegio por ser gracioso, carismático y ocurrente. El problema llega cuando se encuentra con Samanta. Ella no se ríe de sus chistes ni tampoco le festeja sus ocurrencias. Es más, intenta ignorarlo la mayor parte del tiempo. Formar parte de la vida de Sam se vuelve la misión de Joaquín, a tal punto de que es capaz de hacer lo que sea por que le preste unos minutos de atención o le regale una sonrisa.
En este camino, Joaquín descubrirá que Samanta estuvo muy enferma años atrás y que ahora está haciendo un voluntariado en un hospital, donde se ocupa de alimentar y acompañar a niños, adolescentes y adultos con tratamientos oncológicos. También, por decisión propia, pasa tiempo con aquellos que están en cuidados paliativos.
Joaquín descubrirá el interior de la coraza de Sam, pero le llevará mucho tiempo lograrlo. La jovencita tiene una gran fortaleza y terquedad, lo que suele traerle algunos contratiempos con sus padres, sus superiores en el hospital e incluso con los pocos compañeros de clase con los que intercambia algunas palabras. El camino que ambos jóvenes recorrerán en esta historia se complementa con personajes secundarios que harán de una simple historia juvenil una lección de vida para cualquier edad.
Menta granizada, publicado por Del Fondo Editorial, es un libro juvenil extenso y con mucho detalle. Una historia que al principio puede resultar un poco densa pero que, con el transcurso de las páginas, volverá a los lectores adictos a una trama en la que es de vital importancia lograr entender todo lo que sucede en la mente de los protagonistas y de aquellos personajes que los rodean.
El primer libro de Agus Cámara no pretende ser una típica novela juvenil de romance, sino que busca tocar otros temas en profundidad, como es el caso de transitar una enfermedad tan dolorosa (interna y externamente) a corta edad o lo difícil de ver a gente a la que uno aprecia perder la lucha de la vida. Además, uno de los temas centrales de Menta granizada es el cambiante concepto de amista: ser compañeros de clase, ser compañeros de la vida y entender que por más que todos vengamos de lugares distintos llega un punto en donde conectamos con otros.
Esta conexión puede perdurar o ser efímera y no todo el mundo está listo para una opción u otra. Es así que el camino recorrido por Samanta se vuelve tan relevante, ya que la convierte en un personaje con mucho crecimiento y que logra acoplarse con Joaquín. Los amigos, los padres, los compañeros de colegio y todos aquellos pacientes del hospital se ganarán un espacio en el corazón del lector gracias a la escritura de Agus Cámara y su capacidad de crear situaciones y personajes emotivos que dejan huellas.
Menta granizada fue muy recomendada en Tik Tok, Instagram y en Goodreads. El leerlo con pocas expectativas dio lugar a la sorpresa y me ayudó mucho a encontrarme con una historia bien pensada, organizada y llevada a cabo con prolijidad, argumentación y un sinfín de emociones a flor de piel listas para conectar con el lector.
El debut literario de Agus Cámara es una historia distinta y fresca que encabeza una nueva camada de autores juveniles que no temen tocar algunos tópicos cliché ya que encuentran la manera de darle un giro a la historia y convertirla en algo diferente. Ese factor diferencial fue la clave en el éxito de este libro y es la razón por la cual todos aquellos que lo leemos lo guardamos en un lugar especial de nuestra biblioteca.
La autora autopublicó este libro con ayuda de su abuela y con el tiempo logró que ingresara al catálogo de Del Fondo Editorial. A raíz de la buena repercusión que tuvo el nuevo lanzamiento de Menta Granizada, la autora comenzó a desarrollar el spin off llamado Relatos breves para valorar la vida, que se publicó en julio. Y es que en Menta Granizada, a Sam le recomiendan que escriba un libro inspirado en el voluntariado en el hospital y las historias que ha recolectado de aquel lugar. Por lo que esta nueva historia de Cámara viene a ser en realidad el libro de Samanta, un libro pequeño que oculta grandes reflexiones.
“Menta Granizada” (fragmento)
—¿Qué hay con tu abuela? —me preguntó mientras nos dirigíamos a las escaleras. Ya no teníamos que ensayar más en el patio y volvíamos a tener clase en el aula.
—La extraño cada segundo de cada día —respondí con un suspiro—, pero me habla por teléfono todas las noches. —Sonreí al recordar las videollamadas interrumpidas siempre por la cena—. Si algún día le pasara algo o se sintiera mal, no tardaría nada en subirme a un colectivo para Traslasierra. Es una promesa que me hice.
—Tienes que tener más cuidado con tus promesas —me advirtió ella.
La miré primero sin comprender a qué se refería y, luego, recordé a Tomi esperándome en su habitación. Se me hizo un nudo en la garganta.
—¿Irás esta tarde al hospital? —le pregunté.
—Sí, ¿por qué?
—¿Puedes pedirme otro permiso de visita? Quiero ir a saludar a Tomi.
Ella me miró recelosa.
—Lo dices ahora porque acabas de recordarlo. Acepta que te habías olvidado de él. Tal y como te dije que harías.
Intercambiamos miradas durante unos segundos antes de que yo me animara a responder.
—Tenías razón —dije sin más—, pero lo mismo quiero acompañarte al hospital.
—¿Lo dices en serio?
—Sí, tengo una promesa que cumplir.
Quién es Agus Cámara
♦ Nació en Argentina en 1996.
♦ Es profesora de Letras modernas y da clases de Lengua y Literatura en el nivel secundario.
♦ Es técnica en Corrección Literaria.
♦ Es fanática de la saga de Percy Jackson.
♦ Su abuela es fanática de la menta granizada (guiño al título de su libro) y fue quien la ayudó a autopublicarlo.
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