La presencia de los gatos negros a lo largo de la historia ha sido sinónimo de pesadillas y terror humano, la cultura popular los ha convertido en protagonistas de escalofriantes relatos que se han llevado al cine, la literatura e incluso la música. En la novela de horror “Cementerio de mascotas”, escrita por Stephen King, el felino Church (Winston Churchill), es el primero en morir, en ser enterrado en el cementerio y en atraer las horripilantes consecuencias.
En “Alicia en el país de las maravillas” existe un gato de fantasía, risueño y burlón, El gato de Cheshire, quien camufla su sonrisa con la luna y evoca dudosos comentarios filosóficos. Pero no todo es atemorizante, la figura del gato en la literatura atrae un sinfín de historias y aventuras como la de los libros infantiles de Dr. Seuss, con el “El gato en el sombrero”, todo un clásico de la literatura estadounidense que se logró colar en la cultura popular
Algunos de los más famosos, sin ser protagonistas de la historia, Crookshanks, el gato que Hermione Granger (Harry Potter) adquirió en el callejón Diagon por lástima, pues nadie más lo quería; el peludo que estuvo a punto de devorar a Peter Pettigrew en su forma de rata; y la petrificada Mrs. Norris, también de la saga de J.K Rowling; las historias son infinitas entre rayas, garras y pelaje, aquí encontrarás una lista de las novelas protagonizadas por felinos.
Soy un gato (1906)
Catalogada como la novela más hilarante de Natsume Sōseki, y una obra maestra de la literatura japonesa. Narra las aventuras de un desdeñoso felino que cohabita, de modo accidental, con un grupo de grotescos personajes, miembros todos ellos de la clase media tokiota. El dispéptico profesor Kushami y su familia, teóricos dueños de la casa donde vive el gato, el mejor amigo del profesor, el charlatán e irritante Meitei o el estudioso joven de nombre Kangetsu.
Sōseki en “Soy un gato”, sentó las bases incluso antes de Mishima y Kawabata de lo que vendría con gatos protagonistas y narradores, con el comienzo favorito entre los conocedores de esta obra: —Soy un gato, aunque todavía no tengo nombre—. Dotada de ingenio y humor sardónico, la historia recorre las peripecias de un voluble filosofo gatuno que no se cansa de hacer comentarios incisivos sobre la disparatada tropa de seres humanos con la que le ha tocado convivir.
Historia de una gaviota y del gato que le enseñó a volar (1996)
El escritor chileno Luis Sepúlveda en esta novela presenta las aventuras de Zorbas, un gato grande, negro y gordo, cuyo inquebrantable sentido del honor le conduce un día a comprometerse a criar un polluelo de gaviota; la madre, una hermosa gaviota, atrapada por una ola de petróleo vertido en el mar por un buque varado. Justo antes de morir le deja al gato, el huevo que acaba de poner y le encarga ponerlo a salvo.
Zorbas es un gato de palabra, no solo se encargará de criar al polluelo, sino que le enseñará a volar. Al tiempo, sus amigos Secretario, Sabelotodo, Barlovento y Colonello, le ayudarán al gato en su tarea, que en principio parece fácil, pero que se dificulta frente a la dura vida en un puerto como el de Hamburgo y la tarea de ser padres de una cría de gaviota.
El gato que venía del cielo (2001)
Con esta novela breve, el escritor japón Takashi Hiraide, deslumbró al premio Nobel de Literatura, Kenzaburo Oé, y se posicionó en las listas de los más vendidos en Francia y Estados Unidos. El breve relato de 160 páginas transita entre las observaciones filosóficas, el humor y la inteligencia de la lección de Hochet, que son los gatos los que eligen dueño y no lo contrario.
La historia comienza, cuando su enigmático protagonista, un felino blanco y negro, decide adoptar a una pareja como dueños, cambiándoles la vida. El matrimonio, se refugia en su nueva vida, lejos de la agitación de Tokio, pero esta improvisa visita que entra por su cocina cambiará por completo sus planes, convirtiéndose en el centro de una intriga sutil.
Elogio del gato (2014)
La asimilación del escritor con el gato es un clásico en literatura. Del antiguo Egipto a la moderna Francia, Stephanie Hochet presenta, un sugerente elogio de los gatos acompañado por las palabras de Balzac, Poe, Maupassant, Soseki, Bulgákov, Eliot, Colette, Simenon, Tennessee Williams, Burroughs o Amélie Nothomb, entre muchos otros.
El tÍtulo, comparte más similitudes con el ensayo, más que con la novela, reúne en sus páginas anécdotas y curiosidades gatunas sobre el pasado e historia literaria de ilustres gatófilos. En “Elogio del gato”, la novelista repasa la historia de la humanidad a través de los gatos, desde los pasajes de la edad media, donde sucedía la pena de muerte por ser dueño de un peludo, hasta la época actual, donde se ha comprobado que reconocen los nombres de quien los rodea.
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