La vida alrededor de lo digital y la imagen suele ser una ventana a una vida ficticia; al mismo tiempo, se ha convertido en una normativa de lo cotidiano. Sobre esta vida transitoria en los espacios reales y de internet es de lo que trata el más reciente libro del ensayista francés Bruno Patino. En este nuevo libro titulado “Tempestad en la pecera”, editado en español por Alianza Editorial, narra bajo los recursos del ensayo lo que termina siendo “una metáfora de la pantalla total”.
Patino se ha convertido en uno de los profesionales del sector de la comunicación francesa que mejor conoce el proceso de digitalización. En este ensayo habla sobre la ilusión de cercanía que brindan plataformas como Zoom o Instagram. El autor ha sido el responsable de la transición a internet de Le Monde y de los canales de la televisión pública francesa. De lejos, tiene la experiencia necesaria para escribir sobre los efectos de las pantallas en nuestras cabezas.
En “Tempestad en la pecera”, el ensayista retoma el argumento de “La civilización de la memoria de pez”, su libro anterior, para analizar el acoso de las empresas que intentan atarnos a las pantallas y secuestrar de lleno nuestra atención. Al paso de las páginas, se encarga de hacerle frente al Capitalismo Digital que ha transformado el mundo en tan solo veinte años.
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“Si todos estamos atados a nuestro celular, si somos prácticamente dependientes de nuestras pantallas y si nuestro espacio público se ha polarizado a causa de las redes sociales; la culpa no es de la tecnología, sino el matrimonio de la tecnología y del modelo económico de las grandes plataformas” - Bruno Patino.
El ensayista francés reflexiona también sobre cómo abandonar el mundo conectado ya no es una opción, pero que cabe la posibilidad de reconfigurar este entorno enloquecido. En “La civilización de la memoria de pez” denunciaba los peligros de una sociedad confinada en la pecera digital, como una civilización atrapada dentro de unos límites que no por ser transparentes resultaban menos rígidos, incapaces de concentrarnos o de crecer, agotados por el paso del tiempo y las interminables exigencias de las notificaciones que acosan los dispositivos.
Ahora, “Tempestad en la pecera” retoma algunas de las ideas primigenias y las lleva al campo minado de la pandemia, la cual a su paso dejó en evidencia esta misma situación, nos reflejó como una sociedad desatenta y olvidadiza, pero que sorprendentemente se salvó del aislamiento gracias a las técnicas para hablar, trabajar, verse y hasta divertirse a distancia. Una sociedad, sin embargo, que también descubrió de forma acelerada los barrotes de su prisión.
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“Tal vez estemos en un momento paroxístico de la influencia de las redes sociales en la polarización y de la dependencia personal de muchos de nosotros, no solamente los más jóvenes. Y este momento se acompaña de otros: la toma de conciencia individual para dejar de un lado la pantalla, porque nos impide hacer otras cosas, nos roba concentración e imaginación. Y la sociedad se ha vuelto una sociedad del cansancio, cansancio de la información o de la política. El momento de dependencia y polarización es también el de toma de conciencia individual y colectiva, pero todavía no sabemos en qué va a desembocar” - Bruno Patino en entrevista con Columna Digital.
En las 232 páginas que le dan forma a este ensayo, Patino narra cómo ahora, cuando ya se han superado las barreras del distanciamiento social, al momento de abandonar la pecera del hogar, se complica cada vez más el salir de la pecera digital. El avasallador ensayo narra cómo ya no es posible dar un paso atrás y cómo la desconexión se ha convertido en un sueño frente a esta nueva forma de civilización.
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