El más reciente título y con el que la escritora gallega Ledicia Costas llegó a un público más joven por primera vez, “La liebre mecánica”, surge a partir de las novelas que marcaron la adolescencia de la propia autora. Libros como “Rebeldes” o “La ley de la calle”, de Susan E. Hinton. Ahora, con este reciente lanzamiento, la escritora busca provocar a las juventudes lectoras, como lo hicieron las historias que ella leyó cuando joven, con esta novela de Nana y Cuervo, dos adolescentes que se quieren mucho, pero que ya no consiguen entenderse.
En “La liebre mecánica”, el mundo que los protagonistas compartían se agrieta y se ven enfrentados a lidiar con la ruptura, pero los dos forman parte de una misma pandilla, tienen amigos en común, asisten al mismo instituto y estos vínculos los hacen cruzarse a cada paso. Nana se refugia en la fantasía del manga que dibuja y escribe para intentar sacar a Cuervo de su cabeza, pero es una tarea casi imposible.
Por su parte, Cuervo, para ayudar a un amigo que necesita dinero y casi sin darse cuenta, se mete en el mundo de las apuestas y se ve envuelto en un problema del que le es difícil escapar. Mientras que él trata de ocultar el problema que lo asfixia, este más crece, hasta el punto de que todo parece explotar y consumir su vida.
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Esta novela de Ledicia Costas, versa sobre una ruptura amorosa, pero también sobre la amistad. En las páginas de “La liebre mecánica”, la escritora se acerca también al tema de la ludopatía, lo cual le implicó una ardua labor de documentación. La primera parada de Costas para construir su narrativa fue estudiar las dinámicas que se presentan en las webs de apuestas con las carreras de galgos.
“Es para echarse las manos a la cabeza. No hay más que ver los datos. Cada vez bajan más las edades y sube el porcentaje de jóvenes que apuestan, tanto de manera online como in situ, y eso que está prohibido el acceso a las casas de apuestas a menores de 18 años. Cualquiera que pase por las inmediaciones de esos locales puede ver que siempre hay adolescentes en los alrededores, por lo que está claro que, cuanto más cerca pongas estos locales de los institutos, más posibilidades tienes de que ese público acceda a ellos”, Ledicia Costas.
Para la escritora, las redes sociales representaron un campo fructífero y fundamental para seguir de cerca las historias de los ludópatas, que generosamente se encargan de narrar a diario sus motivaciones y vivencias en el mundo de las apuestas. Ledicia Costas se dio la tarea de documentar desde las recaídas hasta las dificultades a las que se han enfrentado, y su compromiso con esta novela juvenil la hizo llegar mucho más allá de las barreras digitales.
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Los testimonios y vivencias llegaron a Costas hasta la fase presencial, se encargó de visitar casas de apuestas donde pudo estudiar el perfil de los clientes, las máquinas, el ambiente, el personal que trabaja en esos sitios. A partir de todo eso, escribió“La liebre mecánica”, uno de sus trabajos de documentación más exigentes, en el que planeó acercarse por primera vez a un público juvenil de la forma más honesta.
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