Hace ya una década, una investigación melómana sobre el género del Rocanrol iniciaba en México, la labor y la evolución dio como primer resultado el libro “100 discos esenciales del rock mexicano”; ahora, unos años después, esta iniciativa llega con una segunda publicación bajo el título “200 discos chingones del rocanrol mexicano”, un libro en el que los autores Alejandro González Castillo y David Cortés, que se han especializado en uno de los géneros predilectos del público mexicano y un fenómeno musical que apasiona a sus autores, se encargan de recoger 60 años de historia por medio de 200 discos que fueron analizados por diversos músicos y periodistas, entre ellos Juan Carlos Hidalgo, Enrique Blanc, Alonso Arreola, Alejandro Mancilla, Arturo J. Flores o J.M. Servín.
Al interior del libro, los especialistas detallan los estilos que han forjado un amplio grupo de melómanos y tribus urbanas que se han gestado entre los derivados del género, como el ska, el reggae, el hip hop, el punk, la electrónica y el urbano, tan representativo de los barrios de la periferia citadina de Ciudad de México.
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“Hablamos del rock y nos referimos a este considerándolo como una suerte de escena a nivel social. Y en ese sentido, desde su nacimiento, el rock ha sido muy abierto y ha permitido la hibridación con muchos otros ritmos. Podemos darnos cuenta en Carlos Santana, por ejemplo”, Alejandro González Castillo.
El libro “200 discos chingones del rocanrol mexicano”, para sus autores, representa no solo un análisis aislado del género, sino que hace visible cómo el rocanrol ha definido el perfil de la sociedad mexicana. Al interior de estas páginas, presentan un amplio espectro de la forma en que el rock nacional da cuenta del comportamiento social de los mexicanos, con sus buenas y malas cosas, como el malinchismo y el machismo, por ejemplo.
El recorrido da comienzo con la proliferación de este género musical desde el centro del territorio azteca hasta su expansión por la idiosincrasia de todo un país. En el libro, los especialistas visitan fenómenos como el del Festival de Avándaro, a principios de los setenta, hasta el más actual, el Vive Latino, el cual ha representado grandes cambios para la sociedad y el género, reflejados en la actitud, mensaje y valores de las bandas.
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“El libro abarca desde los años sesenta hasta el 2020, más un bonus track que es el 2022. Empieza con el disco Los locos del ritmo, que no es el primero, pero sí de los más significativos, y va cronológicamente hasta ahora. Algo que tiene de peculiar este libro es que es más incluyente. Algunos piensan que no puede haber tantos discos chingones de rock, pero es que hay demasiados tipos de rock, ska, pop, metal, metal progresivo, emo, reggae. Nosotros lo que buscamos es que en este libro estuvieran todas las vertientes representadas”, David Cortés en entrevista con El Sol de México.
“200 discos chingones del rocanrol mexicano”, da cuenta del género y los subgéneros que han tenido como cuna a México, y han conseguido conservar en sus oyentes toda una actitud de vida retadora, crítica, contestataria, y muchas veces juvenil; el libro detalla toda la diversificación del rock nacional entre las posturas disidentes, los ideales y los cambios de ritmo.
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