En 2012, el científico francés Serge Haroche recibió el Premio Nobel de Física, junto a David Wineland, por su trabajo con la medida y manipulación de sistemas cuánticos individuales, reconociendo sus aportes al campo demostrando la decoherencia cuántica mediante la observación experimental.
Desde entonces, siendo catedrático de la École Normale Supérieure, en París, ha sido invitado a hablar del tema en universidades y eventos científicos y culturales en todo el mundo.
En 2023 será uno de los invitados al Hay Festival de Cartagena de Indias, que se llevará a cabo en los últimos días del mes de enero. En el evento cultural, Haroche tendrá dos conversaciones, una con Diana Calderón Fernández, la periodista colombiana, y la otra con Rafael González. Si bien en las dos se hablará alrededor de su trabajo, la atención se posará especialmente en lo consignado por el científico en su libro, recientemente publicado en Colombia, “La luz revelada”.
Son cerca de 480 páginas en las que el francés intenta, de la mano del lector, responder a las preguntas en torno al fenómeno de la luz. ¿Qué es? ¿Qué tanto sabemos de ella? ¿Cómo hemos aprendido sobre su funcionamiento? ¿Hasta qué punto ha revolucionado nuestras vidas?
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Haroche fija el curso de lo que sabemos hoy de la luz y rastrea su historia a partir de los preceptos científicos, desde Galileo hasta nuestros días, y se empeña en enseñarles a los lectores, que no tienen por qué moverse con soltura en este campo, necesariamente, los orígenes de la teoría de la relatividad y la física cuántica.
“En una época en la que hay más necesidad de ciencia que nunca, es importante que el público no especializado pueda comprender, a través de la experiencia personal, las motivaciones de un investigador, los resortes de su curiosidad y el papel del azar en una ocupación en la que nunca escasean las sorpresas. Resulta también esencial recordar que la investigación es, ante todo, generadora de conocimientos que enriquecen un patrimonio cultural acumulado a lo largo de siglos. Los investigadores observan el mundo desde un lugar ligeramente más elevado que los demás porque están, según la célebre frase atribuida a Newton, a hombros de los gigantes que los precedieron. Desde esta posición privilegiada, son los encargados de transmitir, de una generación a la siguiente, el saber y la perspectiva científica racional esenciales para nuestra civilización” - (Fragmento).
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En reiteradas ocasiones, el físico francés ha llamado la atención sobre la importancia de volver al trabajo realizado por la ciencia a lo largo de la historia y comprender su devenir, refiriéndose específicamente a las investigaciones relacionadas con el fenómeno de la luz. Haroche resalta que si bien es complejo hacerse con un único precepto, la importancia del trabajo teórico reside en el buen curso de las facultades investigativas.
Una de las conclusiones más urgentes de este trabajo de Haroche tiene que ver con la necesidad de la ciencia en la sociedad de hoy. Al respecto, en una entrevista realizada por Jorge Fontevecchia, el francés dijo:
“(...) nos enfrentamos a grandes retos que solo atañen a la ciencia. Todo el mundo sabe ahora sobre el cambio climático, sobre la necesidad de no depender de las emisiones de dióxido de carbono que emiten las fuentes de energía, que se necesita tener energía limpia, energía renovable. Y para que eso suceda, es necesario investigar mucho, investigar las células fotovoltaicas, investigar las baterías para almacenar energía. Investigación sobre el hidrógeno para reemplazar la debilidad del combustible que ahora se usa para el transporte. Necesitamos tener una energía nuclear más limpia. Todo esto requiere mucha ciencia, mucha investigación. Y esto es solo para resolver este tipo de problema. También tenemos problemas que hemos visto con la crisis de covid que debemos poder enfrentar en el futuro, nuevas pandemias, para poder desarrollar nuevas vacunas muy rápido. Esto también es ciencia, y también necesitamos ciencia en la agricultura para producir más alimentos para una población en aumento, tenemos muchos desafíos en muchos dominios que requieren mucha ciencia”.
En este libro, Haroche, como teórico y experimentador, traza las conexiones entre la óptica, la mecánica, la electricidad y el magnetismo, dando cuenta del papel esencial que ha desempeñado la luz en el nacimiento de la física moderna y en la manera como comprendemos el universo.
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