En 2015, salía a la luz por primera vez “Era como mi sombra”, una de las novelas más duras de Pilar Lozano, la periodista y escritora colombiana conocida entre los lectores por títulos como “Colombia, mi abuelo y yo”, “Crecimos en la guerra” e “Historias de un país invisible”, entre otros.
Para 2016, este libro fue incluido en el catálogo White Ravens de la Internationale Jugendbibliothek, la mayor biblioteca de literatura infantil y juvenil del mundo. Y es que Lozano lleva varios años como promotora de lectura, ayudando a los más jóvenes a descubrir la magia de la literatura y las ventajas de saberse siempre aferrado a un libro.
Durante dos décadas, Pilar Lozano fue corresponsal en Colombia del diario El País de España. Hoy ya tiene más de una veintena de títulos publicados y es una de las escritoras de literatura juvenil más destacadas de los últimos años.
Al interior de estas páginas, Lozano narra la historia detrás de la historia. Se adentra en la vida de un anónimo protagonista que crece en medio de la guerra y su precariedad, como muchos otros niños campesinos en Colombia. Su tío será su mentor y su maestra, su madrina. Pero cuando el tío muere y el joven no ve cómo continuar sus estudios, toma el único camino que le queda: unirse a un grupo guerrillero. Su mejor amigo, Julián, quien vive una situación aún más apremiante, sigue sus pasos y termina haciendo el mayor sacrificio que una amistad en la guerra puede exigir.
En “Era como mi sombra”, los lectores se internarán en un relato desgarrador, al tiempo que bello, sobre las infancias vulneradas por el conflicto armado. Pero, más importante aún, será testigo de una amistad poderosa, capaz de burlar la muerte y vencer a cualquier ejército.
“Las noches de guardia nos embelesábamos mirando hacia arriba, esperando siempre una lluvia de estrellas. Bonito: están bien campantes en el cielo y, de repente, empiezan a caerse acá, allá, por todo lado. Imaginar que las atrapábamos y las guardábamos en el morral resultaba divertido. Sí, las estrellas nos hacían olvidar del trajín del día y dejar a un lado pensamientos amargos” - (Fragmento).
Este es un libro que retrata muy bien uno de los más graves problemas que ha enfrentado Colombia durante varios años. No representa un escenario en sí, sino una condición impuesta por la crueldad de la guerra. En estas páginas, Lozano se da a la tarea de resignificar la realidad, a partir de la observación, del retrato de lo más íntimo, en medio de las decisiones más complejas.
“Era como mi sombra” adentra a los lectores en las relaciones que entabla el protagonista conforme avanza la novela, con su familia, sus amigos, su entorno, el grupo al que integra. Quien lee es testigo de una realidad que es opacada por el silencio, por el olvido, por el menosprecio a aquello que parece ocurrir allá, donde no estamos nosotros, pero que, a decir verdad, nos compromete tanto a los de acá como a ellos.
Lo que logra Lozano es darle voz a los sin voz, ofrecerle la posibilidad a aquellos que no la tienen, de contar aquello que es tan trágico y, lamentablemente, tan colombiano.
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