No hay dudas de que la escritora estadounidense Susan Sontag fue una de las intelectuales más destacadas del siglo XX. A la autora de imperdibles ensayos como Contra la interpretación y Sobre la fotografía, que cambiaron la forma de pensar el arte y la cultura, la han catalogado como “la mujer más inteligente de Estados Unidos”, “la autora de la Biblia de los años 60″ y “la última gran intelectual americana”. Y no es para menos.
A 90 años de su nacimiento, y mientras sigue sumando adeptos en los lectores de las nuevas generaciones, la figura de Sontag no ha perdido ni un ápice de su brillo. Aunque su nombre sea hoy harto conocido, quienes todavía no hayan tenido la oportunidad de cruzarse con su obra encontrarán en el libro Susan Sontag y el oficio de pensar, de la argentina Verónica Abdala, una imprescindible puerta de entrada al universo de una autora que, como pocas, cambió el mundo para siempre, un libro a la vez.
Esta vez, y en ocasión del nonagésimo aniversario de su nacimiento, Abdala preparó un pequeño “diccionario Sontag”, en el que incluye cinco entradas con conceptos clave para entender la obra de una de las escritoras más importantes del siglo pasado.
“Camp”
Esta denominación, que Sontag utiliza para referirse a una estética o sensibilidad “asociada al artificio o la exageración” y ella se propone definir en su ensayo Notas sobre lol camp , apuesta por la capacidad de encontrar el doble sentido bajo la apariencia de las cosas.
Además del sentido público “políticamente correcto” –de los objetos, el arte, las tendencias, los espectáculos, los edificios o las personas–, la estética camp, que entonces exhibían muchos homosexuales de la época, apunta a revelar ese otro costado bufón de las cosas.
La sensibilidad camp es plenamente estética, no es moralista, y parte de la premisa de que la seriedad debe ser destronada en favor de una visión cómica del mundo, no necesariamente bella o buena, pero sí esencialmente dramática.
“Fotografía”
En Sobre la fotografía, otro célebre ensayo de Sontag y el más importante entre los que dedicó al tema, ella define la fotografía como “una forma de interpretar el mundo, un rito social, una forma de promover la nostalgia y certificar la experiencia, un instrumento de poder, una defensa contra la ansiedad, un modo de acceso imaginario a lo que se supone es un cierto estadio de inmutabilidad de las cosas”.
La fotografía es también, en su visión, una forma de suministrar y obtener información, un medio de expresión individual y un mecanismo posible para interferir e incluso ignorar determinada realidad, aquello que está sucediendo.
“Interpretación”
Sontag entiende que el acto de interpretar es esencialmente un acto consciente de la mente que adecúa lo que sea a un sistema mental de categorías. “Interpretar” es también, en su mirada, “traducir” los posibles significados de una obra de arte a un lenguaje supuestamente más accesible para el público.
Lo que en su visión implica romper, quebrar e incluso destruir el vínculo directo entre las obras –que encarnan o elevan la voluntad del artista– y su receptores, en busca de un subtexto supuestamente “verdadero” o único: un vicio extendido entre los críticos contemporáneos y una deformación intelectual.
Siguiendo esta línea de análisis, la autora llegó a calificar de reaccionaria a la crítica especializada, tendiente según ella a “interpretarlo todo”. La función de los críticos, escribió, no debería ser la de “empobrecer el mundo” con sus comentarios, sino intentar describir las obras “tal cual son”, sin interferir en el vínculo que cada una de ellas establece con el espectador sino priorizando una recepción más sensorial.
“Metáforas”
Según explica en sus ensayos La enfermedad y sus metáforas y El sida y sus metáforas, Sontag entiende que las metáforas y significaciones arbitrarias usualmente atribuidas a enfermedades como la tuberculosis, el sida o el cáncer pueden analizarse como posibles proyecciones de cuestiones irresueltas en términos sociales.
Así, las formas concretas que asume la estigmatización con que la sociedad carga a los enfermos representa de algún modo lo que teme esa comunidad en particular, o aquello que aparece como amenazante, porque escapa a su control . En el caso de la tuberculosis, la debilidad de carácter; en el del cáncer, la represión emocional; en el del sida, la promiscuidad sexual.
“Transparencia”
Sontag se rebela contra la posibilidad de entender o juzgar los hechos artísticos desde parámetros éticos o morales. En ese marco, exalta la “autonomía de la obra”, sugiriendo la necesidad de valorarla como algo que significa por sí misma, más allá de sus posibles referencias al mundo exterior.
En su concepción del arte, la comprensión de las obras debe iniciarse en una respuesta intuitiva del espectador frente al estímulo que propone el artista, y no a partir de calificaciones o parámetros puramente racionales, históricos o ajenos a su lógica interna, cualquiera que fuese la naturaleza de esos otros “significados”. A esa noción está asociado el concepto de “transparencia”.
Quién fue Susan Sontag
♦ Nació en Nueva York, Estados Unidos en 1933, donde falleció en 2004.
♦ Fue escritora, novelista, filósofa y ensayista, así como profesora, directora de cine y guionista.
♦ Escribió libros como El benefactor, Contra la interpretación, El sida y sus metáforas y Sobre la fotografía.
♦ Recibió galardones como el Premio Jerusalén de Literatura (2001), el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (2003) y el Premio de la Paz del Comercio Librero Alemán (2003).
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