Fue a partir de un blog personal de Internet creado en 2012 y dedicado a la literatura que el español Jan Arimany se convirtió en un divulgador y crítico de las obras de la literatura que consumía. El éxito de Trotalibros lo llevaron a trasladar las columnas escritas al formato de video en la plataforma de YouTube, canal en el que actualmente cuenta con 32 mil 600 suscriptores. Pero no se quedó ahí, durante los tres últimos años el proyecto se ha encaminado a la formación de una editorial independiente y un proyecto comprometido con rescatar clásicos que, asegura el abogado devenido en editor, fueron injustamente olvidados.
El proyecto multiplataforma del booktuber originario de Andorra se ha convertido en el ejemplo de lo que puede surgir cuando se combinan la pasión por la lectura con la realidad digital de los tiempos actuales. Jan Arimany (hoy con 30 años de edad) lleva desde 2020 apostando por su propio proyecto editorial y el sueño que tiene por rescatar obras icónicas de la historia que han sido olvidadas injustamente; ahora piensa que esta aventura como visionario y amante de la literatura inclusive podría llevarlo a escribir una novela.
“Especialmente en las comunidades virtuales como BookTube y Bookstagram, eso me ayudó mucho porque es complicado que la prensa tradicional o que los libreros te den una oportunidad siendo una editorial nueva, pero las redes sociales te dan la oportunidad de comunicar directamente como editor, comunicar directamente a tus lectores, contar tu proyecto”, aseguró Arimany en entrevista con Crónica.
Trotalibros, que podría considerarse la primera editorial del mundo que surge de un canal de YouTube, distribuyó 16 títulos en 2022 por las principales librerías del país vasco, tarea que fue posible gracias a la alianza que Arimany mantuvo con el sello editorial Colofón. El bloguero se vio desmotivado ante las ideas pesimistas que surgieron sobre la ruina del sector literario debido al confinamiento, pero, para su sorpresa, la gente redescubrió el placer de la lectura.
Después de comenzar su formación como Licenciado en Derecho, Jan se dio cuenta de las nuevas exigencias que implicaba su carrera, mucha de la gente optaba por dejar de lado sus aficiones, pero se propuso que el gran amor que tenía por la literatura tendría que mantenerse intacto, ante esto creo el blog de reseñas literarias. “Como no sabía qué nombre ponerle, abrí un diccionario al azar y me encontré con la palabra trotamundos, cuya definición es la de una persona que viaja por el mundo. Así que pensé en ponerle a mi blog Trotalibros, entendiéndolo como alguien que viaja por muchos mundos a través de los libros”, explica sobre el origen de su plataforma Jan Arimany.
Durante los primeros pasos de su blog, a la vez que ejercía como abogado, se encargaba de firmar sus reseñas bajo el anonimato de un seudónimo, pues como abogado no le interesaba que su nombre apareciera en los motores de búsqueda, como Google. Al cuestionarse si continuar por el mundo de las leyes, decidió dejar todo de lado y dedicarse a su gran pasión. Viajó a Londres para realizar un máster de Edición Internacional en la City University of London y después de trabajar para varias editoriales decidió aventurarse a tener su propia editorial.
“Trotalibros surgió hace un año, aun en pandemia, y su objetivo es recuperar obras que han sido olvidadas en medio de una vorágine de novedades editoriales. Cuando me pregunté qué podía aportar yo en el mercado editorial, llegué a la siguiente conclusión: en vez de sacar más literatura actual, quiero poner el retrovisor y mirar lo que había quedado atrás hace mucho tiempo”, completó Jan Arimany en entrevista con El Nacional.
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