El abogado y exministro de Trabajo durante el gobierno de Ollanta Humala, Daniel Maurate Romero, publicó Los sueños de Ayrampito (Artífice Comunicadores, 2022), un libro acerca de un niño —alter ego del político— que salió adelante pese a las adversidades como la pobreza y la discriminación social.
Con un tinte autobiográfico, desde su experiencia como abogado, político y titular de la cartera de Trabajo, el autor conversó con Infobae acerca del libro, su paso como ministro y cuando Ollanta Humala le pidió que se postule como candidato presidencial.
—¿Cómo comenzaste este proceso de escritura?
—Siempre he querido escribir un libro. Tal vez hubo decisiones en mi vida que fueron pensadas en que algún día iba a escribir un libro y aquí está mi historia. He sacrificado y vencido algunas cosas que quizás no hubiesen permitido que escriba Los sueños de Ayrampito.
El trabajo de escribir requiere cuatro o cinco horas diarias, pero debido a mi ocupación como abogado no tenía ese tiempo disponible. Si algo bueno me trajo la pandemia es que me dio tiempo para sentarme a escribir, revisarlo y publicarlo.
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—Hay un dato muy interesante en el libro: en Perú, el 70% de los jóvenes que terminan el colegio no tienen acceso a ninguna educación superior y, dentro de los tantos problemas como la informalidad, la corrupción, la debilidad institucional, entre otras cosas, Ayrampito pudo salir adelante.
—Es algo de lo que no se habla mucho. Si uno mira todos los problemas que tenemos, desde no elegir bien a las autoridades es justamente porque somos una masa de electores que no tiene información; somos de una cultura oral, básicamente repetimos lo que escuchamos, pero no tenemos vocación de investigación.
En la pandemia debe haber crecido a un 75% los jóvenes que no acceden a una educación superior. Muchos se incorporan al mercado laboral, no consiguen trabajo y no tienen competencias. Al final, terminan en el pandillaje o la delincuencia juvenil.
En el caso de Ayrampito fueron las sumas de condiciones, azares y coincidencias para que salga de la pobreza extrema, pero si se compara con toda la gente que vive en esa situación esta cantidad es mínima. Ayrampito tuvo el coraje de dejar su tierra para estudiar porque sabía que si lo hacía iba a salir adelante y tener posibilidades.
—La migración a Lima para salir adelante es otro factor importante en el libro. Somos un país muy centralista donde las necesidades básicas no existen en pueblos alejados del Perú.
—Así es. Se necesita construir políticas públicas y un Estado que permita que la mayoría de los ciudadanos peruanos puedan salir de la situación de pobreza extrema.
—En la introducción de Los sueños de Ayrampito recuerdas que no sabías si el nuevo premier Pedro Cateriano te iba a ratificar como ministro de Trabajo en el gobierno de Ollanta Humala y, cuando lo hizo, fuiste uno de los más aplaudidos en el Salón Dorado de Palacio de Gobierno.
—El Congreso había censurado a la primera ministra Ana Jara y entraba Cateriano. Ya se había voceado que los candidatos a primer ministro habían querido negociar los ministerios de Trabajo y Justicia. Era un poco complicado que me quedara en el cargo. El expresidente Ollanta Humala me ratificó a última hora y pude llamar a mi familia para que asista. A todos los ministros les sorprendió cómo me aplaudieron.
—Fuiste el más ovacionado...
—Solo estaba mi familia que le había avisado a última hora. Tengo una hipótesis sobre ese día: yo soy una persona que viene desde abajo; he vivido en Comas, ahora resido en Jesús María, pero no he sido alguien de las altas esferas. Quizás eso generó simpatía por la mayoría que se encontraba en el Salón Dorado.
—En el libro cuentas que el exmandatario Ollanta Humala te sorprendió bastante cuando te ofreció ser candidato a la presidencia de la República.
—Sí. Yo mismo fui a entregarle el libro al expresidente para que se entere lo que había escrito. Era un tema que solo habíamos conversado los dos, nadie más lo sabía, así que la noticia prefería dársela antes que se entere por otro lado. Me emocioné bastante con esa propuesta, pero luego vino la reflexión: si era viable o no.
En el libro analizo qué haría si fuera presidente; un poco entendiendo que gobernar es un poco más complejo que ser ministro. Hay que ver el tema del PBI, la producción interna, el equilibrio fiscal, entre otras cosas. Tal vez pueda parecer fácil escrito en un libro, pero en la práctica es un poco más complicado.
—Hay un grave problema en el Estado: un ministerio puede haber cimentado el camino para un propósito, pero llega la nueva gestión y lo desaparece completamente.
—En Los sueños de Ayrampito comento algunas cosas que nos costó sacar adelante durante mi gestión como ministro de Trabajo. Por ejemplo, muy poco se habla del Ponte en carrera que es una herramienta muy importante para articular la oferta laboral y la cual debería tener versiones mejoradas. Hay otras herramientas que construimos con mucho esfuerzo y ya no existen.
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