Apenas comienzan los primeros días del 2023, y como ya es costumbre, al inicio de cada año se publican listados de las nuevas obras que llegan a ser de dominio público; es decir, obras que podrán ser utilizadas sin preocuparse por violar posibles derechos de autor; este año pasará eso con las obras de Miguel Hernández y los relatos de Sherlock Holmes, entre otras que pueden ser editadas, reproducidas o difundidas públicamente a partir de los primeros días de enero.
Lo habitual en cuanto a derechos de autor es que estos expiren pasados 70 años desde la muerte de su autor; aunque la norma puede variar dependiendo de los territorios, la mayor parte del mundo se acoge al código de Estados Unidos. En occidente, para las obras anónimas, pseudoanónimas o contratadas el tiempo sube a 85 años desde su primera publicación o hasta 120 años a partir de su creación, mientras que del lado oriental baja hasta 50 años en la mayoría de los casos.
Ahora, ante este panorama, toda la obra literaria del personaje Sherlock Holmes, de la autoría de Sir Arthur Conan Doyle, pasó a ser de dominio público a partir del primer segundo de este 2023; esto le da licencia libre a quién quiera o esté interesado en recrear las historias del famoso detective en libros, películas, series, videojuegos o juguetes, basados en el icónico personaje londinense y su audaz compañero de aventuras el Dr. John H. Watson.
En el caso específico de Sherlock Holmes, se suponía que a partir de 1999 pasaría a ser de dominio público, pero ante las acciones que tomó la compañía que portaba los derechos de autor y la protección de Copyright Term Extension Act de 1998 (Ley de Protección a Mickey Mouse), lograron congelarlos por más de 20 años extra, pero el plazo llegó a su fin. A partir del 1 de enero la licencia está libre, pero solo aplica para la obra original, no se podrá tocar, modificar o reformar cualquier contenido de Sherlock Holmes que fue hecho después de 1927.
Es decir, todas las obras escritas por Sir Arthur Conan Doyle entre 1887 y 1927 sobre el detective, sí son del dominio público ahora, pero por ejemplo, la serie de televisión “Sherlock” protagonizada por Benedict Cumberbatch o Enola Holmes, estelarizada por Millie Bobby Brown y Henry Cavill, aún no pasan a ser de uso libre, por el pago de la licencia que se mantiene vigente.
La disputa más reciente por los derechos de autor de Sir Arthur Conan Doyle, fue un caso especial, después de que se interpusiera una demanda por el estreno de Enola Holmes en la plataforma streaming Netflix; los demandantes aseguraban ser propietarios de los “sentimientos” del personaje literario, la demanda se quedó en el tribunal y ahora, ante la vigencia del Copyright Term Extension Act, los productores de la película, protagonizada por Millie Bobby Brown, por fin podrán continuar con la expansión de su universo, sin preocupación alguna.
El dictamen sucedió la última semana del 2022 en Illinois, Estados Unidos, bajo la fe y legalidad que le otorga el estado al juez Rubén Castillo, encargado de liberar los derechos autor sobre el famoso detective, su amigo Watson o el infame Moriarty, personajes de este universo. Del que aún existen 10 novelas publicadas después de 1923 en el territorio yanki; el juez dictaminó que “solamente ciertos elementos de la historia, de estos diez están aún estaban protegidos, pero todo lo demás es libre”.
Ante la caducidad de la llamada Ley de Protección a Mickey Mouse, los herederos del escritor británico sostienen en cambio, que el derecho de autor se aplica tanto a los personajes como a todas las historias; Otro caso fue llevado a los tribunales por Leslie Klinger, un editor que desea publicar una colección de historias originales inspiradas en Holmes, pero los derechos le prohibían seguir con la iniciativa, si no paga a los herederos.
Desde su primera publicación en 1887, la historia del detective londinense se ha logrado mantener vigente hasta nuestros días. Ante el anunció de la liberación de los derechos, Klinger, editor y administrador de la página Free Sherlock, publicó “Sherlock Holmes pertenece al mundo. La gente quiere celebrar Holmes y Watson. Pueden hacerlo ahora sin temor a ser obstaculizado por los herederos de Conan Doyle”.
SEGUIR LEYENDO: