Una historia emocional de la humanidad revelada en “El deseo interminable”, de José Antonio Marina

La historia se ha abordado de múltiles formas en extensos escritos desde tiempos remotos como testigo de la evolución humana, pero ¿qué pasaría si la historia fuera solo un resultado emocional?

Recientemente, el ensayista español José Antonio Marina ha presentado “El deseo interminable”, en el que plantea que el motor de la historia está impulsado por las emociones, un recorrido en que establece a la Psicohistoria como un fenómeno poco estudiado y en el que presenta sus inquietudes, impulsadas como filósofo y pedagogo.

En “El deseo interminable” el autor se expresa con la convicción que ha obtenido tras largos años de estudio y reflexión; propone que la historia humana puede comprenderse si se redescubren las esperanzas y miedos que la impulsaron, todo esto a partir del estudio de pasiones con diversos métodos psicológicos. En consonancia con el pensamiento filosófico y antropológico, José Antonio Marina trata de recrear una radiografía aproximada a lo que somos; lo que él llama “una nueva historia de la humanidad contada en el prisma de las emociones”.

“No pretendo contar una historia nueva, sino la misma de los historiadores, pero con otra luz, la de la humanidad iluminada con rayos gamma; lean una historia del Derecho y verán una sucesión de leyes, códigos, instituciones, textos venerables. Cada artículo de un código es el resultado de fuerzas e intereses encontrados. Paul Valéry proponía aplicar a la enseñanza de algo tan pacífico como la poesía una gran lección de la Historia: El conocimiento de las fuerzas que engendran los actos y las formas”, explicó José Antonio Marina para Zenda Libros.

En las 344 páginas editadas bajo el sello Ariel, el autor explica como los deseos impulsan a la acción y como la satisfacción de los mismos no agota la capacidad para frenar al anhelo. Marina versa sobre como los seres humanos y su historia, son el reflejo interminable que solo puede ser saciado con la felicidad., incluso, exalta como los acontecimientos históricos más terribles también son resultado de una larga y tortuosa búsqueda de saciar un sentimiento.

José Antonio Marina hace uso de todas sus armas literarias para revelar el papel que juegan las emociones a la hora de entender los orígenes y el desarrollo de las sociedades. En este recorrido el autor se sumerge en las profundidades de esos Deseos Interminables del hombre, también propone entender a la Felicidad no solo de forma personal, sino también como en su amplio espectro público y político. Así mismo propone como los deseos dieron como resultado la creación de los Derechos, primero por naturaleza, Dios, costumbres y después por el hombre en periodo de la ilustración.

“En mi Biografía de la inhumanidad (Ariel, 2021) estudié la historia de los colapsos éticos que hubo en el siglo XX, el nazismo y el estalinismo, para intentar descubrir sus mecanismos con el fin de evitarlos. Ahora vuelve un movimiento antiilustrado muy potente: hay un desdén de la razón, una emocionalidad sacada de quicio, un irracionalismo, una lucha por las identidades y un rechazo de cualquier aspecto universal, incluido los derechos universales”, explicó el autor en entrevista con Nius.

De igual forma, explica en este ensayo cómo es que estos derechos otorgados solo pueden entenderse en el campo de la subjetividad como “Una ficción salvadora”, algo que dio como resultado la creación de La democracia liberal, pero que al tiempo también somos vulnerables al darlos por supuestos, porque la mayor parte del tiempo se olvida su fragilidad; Marina ahonda en la responsabilidad de conocer su genealogía, los orígenes y la conquista de los derechos, como parte primordial para prevenir su extinción.

El discurso ensayístico de “El deseo interminable” revela el papel que juegan las emociones a la hora de entender nuestro origen y el desarrollo de las sociedades; desde las primeras líneas el autor reconoce que en sí la idea primigenia del libro resulta toda una aventura, “Tal vez el objetivo de este libro sea convencerme a mí, y al lector, de que no estoy loco o, para ser más preciso, de que no estoy en poder de la hýbris, la soberbia enviada por los dioses a los héroes griegos” escribe José Antonio Marina.

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