El periodista y escritor mexicano Diego Petersen Farah recientemente presentó su más reciente título, “El Chacal”, una novela de ficción que se diferencia de sus anteriores publicaciones, inscritas en la llamada “novela negra”, como “Los que habitan el abismo” o “Malasangre”. En esta oportunidad se trata del testimonio de un periodista, un relato en el que los personajes preponderantes de la vida política y social, como algunos presidentes, son tomados de la realidad y puestos a coexistir con la historia en un mundo de ficción.
La novela “El Chacal”, contada en primera persona, narra cómo este periodista es testigo de arreglos políticos, y acuerdos bajo la mesa entre empresas y funcionarios públicos.
Todo comienza cuando el joven periodista, originario de Puebla, llega a la Ciudad de México en búsqueda de su gran oportunidad. Tras cubrir el fraude electoral de 1988 y ser testigo de lo que sucede tras bambalinas entre los medios de comunicación y el Gobierno, decide que debe dejar a un lado los escrúpulos, si quiere progresar en la escena del periodismo nacional.
“La idea era hablar de que hacer periodismo en este país no es algo color de rosa, ni romántico, y que los periodistas están en medio de intereses y conflictos que pueden, incluso, atentar con su vida, corromperlos, hacerlos caminar sobre lodo y hacerlos chapotear en él”. expresóel autor en entrevista con Milenio.
La incansable ambición de El Chacal lo lleva a La Televisora, el medio de comunicación más importante del territorio mexicano; a partir de ahí, el ascenso de su carrera y su fama despegan y el exitoso comunicador pasa de anónimo reportero a titular del noticiero más visto, pero a medida que crece su influencia dentro de la empresa y el televidente, tiene que lidiar con los excesos de este mundo y mantener la imagen de reportero audaz y desenmascarador de corruptos, con la que se dio a conocer.
El protagonista está enfrentado a poderoso políticos y figuras de los medios; adicionalmente, la disputa por ser el titular del noticiero estelar de la noche y sus ansias de foco, lo llevarán a establecer una enemistad con quién en el pasado fue su maestro y protector.
En “El Chacal” el escritor Diego Petersen Farah construye un personaje y una historia enlazados por los escándalos políticos más polémicos de los últimos años y recrea en la ficción el lodazal que se vive entre la escena política y periodística, una relación de donde pocos salen intactos.
“Este personaje de autobiográfico no tiene nada. Su límite ético es pequeño, pero no hay desilusión para con el periodismo; hay muchas formas de entender la relación de un periodista con el poder, no hay receta, pero el protagonista tiene dudas y destellos de lucidez, es hábil y nada tonto, y no carece de fibra moral; es un buen periodista y tiene gran olfato, ya que no por tener vínculos perversos con el poder es mal periodista, es, al contrario”, explicó Diego Petersen Farah en entrevista con El Informador.
El autor hace de esta ficción, un retrato de la relación entre la prensa y el poder, una realidad que se vislumbra como una correlación de perversas intenciones que se forma en el ejercicio de la democracia, la historia de El Chacal, refleja una relación corrupta que ha mantenido las cosas iguales y un círculo vicioso que podría asemejarse a la realidad. Durante la presentación del libro en la FIL Guadalajara 2022, el autor, compartió que el personaje de su historia ayuda a “visibilizar el desprecio de los capitalinos a los foráneos y entender el periodismo centralizado que se nutre de las relaciones de poder”.
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