Después del éxito que representó “La leyenda de la peregrina”, la escritora uruguaya, nacionalizada española, Carmen Posadas ha elegido el espionaje femenino como elemento narrativo de su más reciente novela “Licencia para espiar”.
Posadas presenta los casos de mujeres dedicadas a la tarea del espionaje, un relato que nace de su propia experiencia con la URSS y el contacto con mujeres en los servicios secretos, un texto en el cual repasa el punto de vista femenino con base en personajes como Catalina de Médici, Mata-Hari, Wallis Simpson o Caridad Mercader.
En la novela “Licencia para espiar” la ficción y el ensayo se combinan para contar la historia del espionaje desde el punto de vista de las mujeres dedicadas al arte de conseguir información, una labor que data desde los tiempos de la Biblia hasta personajes como Mata-Hari. Carmen Posadas hace de este título un fruto más de su curiosidad, como ya lo ha hecho en sus anteriores publicaciones; se trata de un relato guiado entre descripciones de grupos sociales e individuos fáciles de reconocer.
En las casi 500 páginas que conforman este recorrido, Posadas presenta el campo perfecto donde se ponen a prueba las habilidades y las armas de mujer en el mundo de la intriga. La escritora también hace un recorrido histórico que parte desde la más remota antigüedad y siguiendo esta actividad que se ha replicado en prácticamente todas las culturas. La novela es la excusa perfecta para presentar como la inteligencia siempre ha estado presente en la realidad femenina, así como el valor y el ingenio. Para construir este título se basó en una investigación y documentación titánica sobre las peripecias de algunas de estas mujeres, que, sin duda, merecen un lugar destacado en la historia.
“Siempre me ha interesado espiar a personas, todos los escritores somos un poco espías. De hecho, algunos autores como Graham Green o Ian Fleming trabajaron como tales. Por otro lado, tuve un contacto con ese mundo cuando mi padre vivió en Moscú como diplomático. La casa estaba rodeada de espías que no se tomaban la molestia ni de disimular. La casa estaba llena de micrófonos y era muy evidente. Por las noches, se invertían los micrófonos y les escuchábamos seguir un partido de baloncesto, discutiendo por un juego de cartas, organizando bochinche”, aseguró Carmen Posadas en entrevista con El Cierre Digital.
Posadas recoge entre sus historias la de la bíblica Rahab, una mujer cuya intervención fue decisiva para conquistar la “tierra prometida”, también rescata a la Balteira, la juglaresa gallega que se vio envuelta en miles de intrigas durante el reinado de Alonso X.
“Licencia para espiar” también recoge la historia de las singulares y temibles ”envenenadoras de la India”; por estas páginas también desfilan reinas como Catalina de Médicis y su llamado “escuadrón volante”, y también las princesas que pusieron sus talentos al servicio de Hitler, o las españolas que se vieron envueltas en uno de los complots más escandalosos del siglo XX, como Mercader.
Las espías de “Licencia para espiar” que componen este libro que se leen como una novela llena de aventura, que, si bien Carmen Posadas pudo dedicar un título por separado a cada una de estas mujeres, las reúne en una sola obra para demostrar que el talento femenino es inagotable, no conoce de obstáculos y mucho menos de límites, talentos que muchas veces han superado la fuerza, ingenio y los encantos de los hombres, inclusive del Agente 007.
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