Con el paso del tiempo, el mandato que decía que la ciencia es exclusivamente para ser entendida y replicada por los genios ha decaído, el conocimiento se ha vuelto más accesible para el público en un mundo que no se deshace de tecnicismos, fórmulas, enlaces, números y elementos. Para ayudar a que una parte de este universo científico pueda ser percibido claramente por el lector común, Sergio de Régules y Miguel Alcubierre escribieron el libro “Surfear el espacio-tiempo”, un compendió dedicado a contrarrestar los acercamientos pesimistas a la ciencia y divulgar su práctica.
“El texto incluye una parte muy personal, no es el típico libro de divulgación sobre la relatividad general. Presenta el lado más humano de la investigación científica, de lo que piensa un científico desde joven, qué es lo que trata de hacer y cómo llega adonde pretende”, explicó Miguel Alcubierre en entrevista con La Jornada.
El libro “Surfear el espacio-tiempo” aborda de forma audaz el lado más humano de la investigación científica; nació con la idea de ser una colección destinada a presentar a los “rock stars” mexicanos de la ciencia, entre ellos Antonio Lazcano, Julia Carabias y el propio Alcubierre. La fama de este último procede de un trabajo que realizó sobre el Warp Drive, la posibilidad de viajar más allá de la luz, por lo que fue reconocido por Arthur C. Clarke, autor de “2001: Odisea en el espacio”, e incluso parte de su planteamiento fue incluido en el disco “The Songs of Distant Earth”, de Mike Oldfield.
La idea primigenia de este texto surgió cuando Miguel se encontraba viendo Star Trek; de pronto, se le ocurrió que podía revolucionar la teoría de la Relatividad y viajar más rápido que la luz. Esta anécdota, que parece sacada de un episodio de The Big Bang Theory, es completamente real. El joven mexicano se encontraba estudiando en Cardiff su doctorado y “Surfear el espacio-tiempo” cuenta aquel momento, pero también relata la ciencia que hay detrás de esa posibilidad, de aquella teoría de Einstein y de algunos de los postulados más espléndidos de la astrofísica.
“La motivación de los científicos es entender cómo funciona la naturaleza. Es como esas novelas de misterio: de alguna manera tratamos de desentrañar ciertos misterios de la naturaleza, con ciertas evidencias y ciertas claves. Eso es lo que lo hace muy interesante, bonito y creativo; muy divertido”, asegura Miguel Alcubierre.
En sus poco más de 220 páginas el libro también explica las investigaciones que vinieron después de esta epifanía científica y en aras de la divulgación de aquella importante “revelación”, el divulgador Sergio de Regules se unió al proyecto, ya con varios libros dedicados a esta disciplina bajo la misma editorial.
Alcubierre es actualmente es uno de los latinoamericanos más importantes dedicados al quehacer científico, en este libro cuenta parte de su vida y, con ello, retrata su pasión infinita por indagar en las ondas gravitacionales, agujeros negros y otros enigmas del universo.
El trabajo de Alcubierre ha estado ligado a la simulación computacional de agujeros negros, fue por esto que terminó estudiando en la Universidad de Gales y en el Instituto Max Planck para Física Gravitacional en Potsdam, Alemania. Su trabajo sobre superar la velocidad de la luz fue publicado hace 28 años, ahí concluye que esto, en la práctica, es casi imposible, ya que conllevaría el uso de energía negativa, algo con lo que aún no se cuenta.
Estas y otras experiencias, más el trabajo de Miguel en la Dirección del Instituto de Ciencias Nucleares UNAM, son compartidas en “Surfear el espacio-tiempo”.
“En la divulgación, el problema es que afuera del gremio la gente no sabe bien en que consiste nuestra profesión. Hay visiones ingenuas y a veces definitivamente tontas sobre nuestro trabajo. Muchos investigadores se sienten con la obligación de ser nuestros vigilantes porque creen que la divulgación es bajar las cosas de nivel, creen que somos científicos fracasados”, concluye Sergio de Régules en entrevista con Milenio.
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